Negativo

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La pregunta que había hecho la madre de Jungkook en el comedor en una de las tantas cenas familiares, terminó por hacer que Jimin se ahogara con el bocado que estaba masticando.

—¿Visitaron todos lugares que planearon?

—Si, todos.—respondió rápidamente el menor ayudando a su esposo, quien seguía tosiendo.

—Jimin, cariño, ¿te encuentras bien? Te veo un poco distraído. Supongo que la agenda de estos días te ha casando, pero debes cuidar tu salud.—aconsejó la reina observando cada detalle del rubio.

—Él está bien, mamá. Solo entró la comida por el lado incorrecto, ¿verdad?—preguntó y el mayor respondió asintiendo con la cabeza.

El accidente había evitado que la conversación tomara un rumbo sin respuestas porque lo único que habían hecho durante casi todo su viaje, fue hacer cosas prohibidas en lugares poco oportunos.

Las alarmas se habían encendido desde un tiempo atrás con respecto a un posible embarazo, pero al hacerse pruebas caseras, ninguna daba indicio de su posible gestación, todas ellas marcaban un negativo sin opción a duda.

—Supongo que realmente soy estéril y jamás tendremos un hijo.—comentó el rubio una noche luego de acostarse a dormir.

—Pensé que no lo querías aún, pero podemos someternos a un tratamiento de fertilidad y de paso me evalúo yo, estoy seguro de que no se trata de ti. Deja de pensar así, por favor.—pidió ssbiendo que Jimin tendría esos pensamientos negativos en su cabeza cada día.

Sin comunicárselo, prohibió a todos los trabajadores del palacio hablar sobre ese tema y pidió comprensión a sus padres para que tampoco lo mencionaran en ningún momento. Jimin no escuchaba absolutamente ninguna palabra y eso lo mantuvo tranquilo, hasta que que pidió ayuda a uno de los sirvientes del palacio para comprar una prueba de embarazo después de pasar su último celo junto a su esposo.

—Principe, lo lamento, nos han prohibido salir a hacer compras sin permiso de por medio y esto incluye que no podremos ir a cumplir algún mandato in aprobación de su majestad el rey o el príncipe, su esposo.—se excusó bajando la cabeza.

—Mientes.—respondió el rubio de inmediato.

—Alteza, yo no...—nuevamente fue interrumpido por Jimin.

—Es porque te estoy pidiendo una prueba de embarazo. Si llamo a otro sirviente para pedirle que me compre alguna otra cosa, estoy seguro de que lo haría sin dudarlo.—mencionó acomodando su cabello.—¿Es falso lo que estoy diciendo? ¿Fue Jungkook? Él les pidió que hicieran todo esto, debí suponerlo.

Entendía su punto, pero había llegado a un extremo radical.

—No se enoje con el príncipe, él solo quería que usted estuviese bien. No desea se sienta triste, alteza, lo ama demasiado y no le importa nada más que usted.

Mucha servidumbre llegó a querer más al hijo del rey después de comprometerse con Jimin porque consideraban que se convirtió en alguien mucho más amable.

—¿Está en su despacho?—preguntó el rubio y este asintió.—Por favor, necesito que le digas que lo quiero ver ahora.

Nuevamente, el sirviente asintió y salió rápidamente de ahí para dirigirse a la oficina del príncipe.

No pasó mucho tiempo para que Jungkook llegara a su habitación sabiendo que aquello se convertiría en una discusión bastante acalorada.

—¿Me llamaste?—preguntó quitándose los lentes.

—¿Vas a explicarme lo que has hecho y tus razones o solo vas atinar a fingir que no fuiste tú?

—Jimin, estás obsesionado con esto y entiendo lo que sucede contigo, quieres cumplir las expectativas de todos, pero te lo he dicho miles de veces, no tienes que hacerlo. Por favor, no te tortures pensando en cuanto demoraras en embarazarte.

—¿Estás dudando de mi deseo de ser padre?

—Los dos sabemos que nunca fue tu intención formar una familia y así es como me casé contigo. Yo tuve en cuenta tus deseos y jamas te he pedido que me des un hijo, pero parece que no puedes parar de intentarlo, incluso sin consultármelo.

La mirada del mayor se centró en los ojos color avellana de su pareja.

—No quiero hacerlo por presión, eso es totalmente una mentira. Me has repetido en cada ocasión las mismas excusas para tapar el sol con un dedo, pero yo no estoy contento con eso. Quiero ir a una clínica y si no vas conmigo, iré solo. ¡No me importa si mañana soy el protagonista de los titulares por haber ido sin mi marido a una clínica para hacerme pruebas de fertilidad!—exclamó pasando por su lado para ir a buscar su bolso.

El menor suspiró con cansancio y se dio la media vuelta para seguirlo por toda la habitación.

—¿Qué es lo que buscas?

—Lo que busco es la verdad, quiero saber de una vez si soy yo el problema o eres tú, pero por lo menos quiero saber si algún día podré procrear o no.

—¿Y si soy yo? Tal vez el que no puede tener hijos soy yo, ¿piensas irte de mi lado si eso sucede?—preguntó sentándose en la cama.

—No lo haría.—respondió Jimin tomando su teléfono de la mesa.

—Entonces, déjame acompañarte. Iremos juntos y me someteré a las pruebas necesarias, pero solo si me prometes que quieres esto porque no estoy dispuesto a escuchar un lamento más sobre cómo la nación espera un hijo nuestro.—advirtió.—El embarazo no es un juego, es doloroso y va a ser muy complicado para ti, pero si estás dispuesto, lo intentaremos.

—Primero deberíamos conocer los resultados de las pruebas de fertilidad antes de pensar en lo demás.

Desde hace un tiempo había estado anhelando un indicio de su fertilidad sin importarle realmente lo que significaría un resultado positivo.

Él solo tenía la ambición de saber si su cuerpo podría procrear a un nuevo ser en su interior y la duda lo estaba carcomiendo, pero pensar en someterse a un tratamiento para finalmente ser padre, estaba fuera de sus planes.

Un hijo.

Una familia.

Alguien con quien compartir sangre siendo este el padre, no se sentiría mal, pero un hijo era muchísima más responsabilidad que solo una sensación de confraternidad.

Finalmente, llegaron a la clínica y fueron atendidos de inmediato contando todos los detalles al doctor, quien no dudó en darles alternativas.

—Antes que todo, deberíamos hacerle una prueba de embarazo, después de todo, los Luxure Ω viven su tiempo de gestación de una forma totalmente irreconocible.

Ninguno de los dos opuso resistencia y los resultados estuvieron listos bastante pronto.

—Como lo suponía, los embarazos en un Luxure Ω  son bastante irreconocibles a menos que haya una prueba de sangre de por medio.—explicó—. Alteza, su esposo tiene casi tres meses de embarazo, por favor, cuide de su salud gestacional, felicidades.

No hubo una sola palabra de agradecimiento, los dos estaban ahí, observando al doctor, quien les entregó los resultados.

—Ahora que lo recuerdo, se casaron hace tres meses. Es fantástico que hayan concebido después del matrimonio, eso habla muy bien de ustedes como pareja.

—Yo...—el rubio se levantó de su silla con nerviosismo.—...gracias por todo, nos retiramos.—tomó la prueba, a Jungkook y salió hacia el auto sin mirar a atrás.

—Eres fértil.—fue la única palabra que escuchó de su pareja durante el camino.

—¿Escuchaste lo que dijo el doctor?—preguntó el rubio y este asintió.—Pues lo más seguro es que haya sido concebido antes de casarnos.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora