Destino

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Nadie supo como terminaron desayunando todos juntos, pero Jungkook no quería separarse de Jimin, Daeun lo vigilaba, Hoseok no tenía nada en la nevera porque había llegado recientemente de una gira y Taehyung vivía ahí.

—El día en que me consiga un alfa millonario voy a largarme de aquí.—dijo el castaño después de meterse un poco de arroz a la boca.

—Yo te puedo presentar a un amigo, es hijo de un duque que es muy cercano al rey y tiene mucho dinero. Le gusta hablar demasiado, comer y hacer chistes aburridos, seguramente le gustarás.—comentó Jungkook recordando que su amigo venía justamente ese día.

—¿Es alto? ¿Guapo? ¿Cuál es su tipo ideal?—preguntó Taehyung, completamente interesado en aquel hombre del que no tenía idea.

—Si es alto, casi tan alto como Nam, es muy atractivo y le gustan mucho las personas extrovertidas como él.

—Me envías su contacto, no lo olvides.

—Para todo hay un precio, dame tu porción de panceta y lo haré.

El castaño le entregó lo que quiso y este feliz recibió la comida, había hecho un fantástico trato.

Los alfa comían mucho, demasiado, Hoseok y Jungkook terminaron con todo lo que había en la mesa mientras los demás comieron solo lo necesario para llenar su estómago.

Daeun se despidió y Jimin le recordó lo que conversaron en el almacén, ella asintió y salió del departamento diciendo que lo llamaría en cuanto tuviera noticias.

—Estoy esperando a que tengas la amabilidad de desocupar mi casa.—dijo Jimin refiriéndose a Jungkook, quien se había acomodado bastante bien en su habitación después de una larga charla con Hoseok mientras aprendía a lavar los trastes.

—Nam vendrá por mí en una hora, estoy esperándolo.—respondió tomando su teléfono en busca de algo con lo que pasar el tiempo.

—Puedes esperar por él en la sala.

Se observaron durante varios segundos hasta que el menor volvió a prestarle atención a su teléfono.

—¡Sal de aquí!

—No, todavía huele a tu amiga y mi nariz es muy sensible a los olores. No vas a notar mi presencia, mi boca estará completamente sellada.—aseguró convencido de sus palabras.

—¿Por qué haces esto? No hay universo alterno en el que yo te acepte como mi alfa y me deje marcar. Estuviste de acuerdo conmigo hace unas horas, solo parece que cambias de opinión a tu conveniencia y me estoy cansando de este juego. Vas a lograr que sea yo el siguiente Luxure Ω que te haga daño.—dijo el mayor sentándose del lado contrario de la cama de donde estaba Jungkook.

—No vas a lastimarme, pero soy completamente consciente de lo que hablamos durante la noche. Te dije que me permitieras sentir reciprocidad de tu parte y en algunas acciones tuyas hoy las he podido evidenciar. Cuando NamJoon venga por mí, daré por cerrado este capítulo y jamás volveré a acercarme a ti si no es por una buena razón. Lo prometo, ¿puedes creer en mí una vez más?

Jimin no respondió, solo salió de su habitación y se encerró en la de su hermano.

—Sabes que este es mi terreno y si entras vas a tener que contarme todo, absolutamente todo.—comentó Taehyung al verle caer sobre su cama.

—¿Cómo se sienten los omegas comunes cuando un alfa es tan insistente con ellos?—preguntó buscando una razón para su sentir.

—Si el alfa no nos gusta, nos sentimos abrumados e intimidados. Solo queremos escapar y en muchas ocasiones eso puede ser problemático, como la vez en la que tuviste advertirle al muchacho que me perseguía constantemente, que me dejara en paz.

Jimin escondió la cabeza en su almohada.

—En el caso de que el alfa sea de nuestro interés, es todo lo contrario. Para serte sincero, solo he salido con un par de chicos y mi pecho crecía cada que veía que se interesaban en mí. Un alfa cariñoso y perseverante es muy de mi gusto, necesito alguien que sea divertido, pero también quiero sentirme amado. Eres omega como yo, sin importar tus habilidades y el destino no es tan malo como parece. Miyeon tuvo mala suerte, lo sé, pero eso no aplica en todos los casos, Jungkook ha sido criado con valores y no creo que no le gustes de forma genuina, eres precioso, Jimin. Si fueras un omega común...
—dijo lo último con algo de sarcasmo.—... puedo apostar que tendrías muchos alfas esperando una oportunidad para demostrarte que valen la pena y también creo que ese príncipe se habría enamorado de ti sin dudarlo.

—No soy un omega común.

—Tu sangre y la mía siguen siendo del mismo color, tu cuello está listo para recibir una marca y tienes un vientre que puede albergar un cachorro, justo como yo. Puedes darle una oportunidad a ese imbécil y si te falla solo tienes que hablar con un medio de comunicación para acabarlo y su reputación junto con él.

Jimin lanzó una carcajada al aire al escucharlo.

—Lo tienes bastante claro, cachorro.

—No me llames así, enano.

Los dos se quedaron en silencio por un momento hasta que Jimin volvió a hablar.

—No va a insistir, él se irá y olvidaremos que nos encontramos.—susurró con algo de tristeza.

—¿Por qué no le dices que lo has pensado mejor? No es como si te fuera a marcar mañana, eso toma tiempo, tal vez años hasta que te sientas listo.

—Fui yo quien le dijo que dejara de hacerlo, no puedo retractarme, lastimaría mi orgullo.—respondió con total seguridad que Taehyung no tuvo más remedio que lanzarle uno de sus peluches.

—Eres un idiota, vienes a llorar porque se irá y has sido tú quien lo ha botado.

—¡No estoy llorando! ¡No es mi culpa que sienta rechazo y afecto al mismo tiempo! Me explicaste cómo te sentías al estar interesado o no en un alfa y yo experimento los dos escenarios, una parte de mí quiere aceptarlo y la otra solo siente repulsión. No logro entender por qué no puedo ser como tú.—admitió con la mirada perdida.—Lo acepté en mi cama, dormí con él y pude volver a la tranquilidad que vivía cuando papá nos acurrucaba junto a él, pero ahora mismo está en el mismo lugar y solo quiero arrastrarlo fuera de ahí, quiero escupirle todas las palabras hirientes que pueda recordar y creo que temo por lo que le pueda hacer si un día simplemente tengo un ataque histérico como los que Daeun tiene al verlo.

—Eso es bastante...

—Contradictorio, lo sé.

El timbre sonó y se escucharon algunos pasos, la voz de NamJoon se hizo presente saludando a Hoseok. La puerta de la habitación de Jimin se abrió, los dos se quedaron estáticos intuyendo lo que los demás hacían por el sonido que emitían.

—Fue un gusto conocerte, Hoseok. Prometo que no pondré en peligro la seguridad de Jimin. Solo quiero que me ayude a localizarlo, cuando lo logremos, no volveré a contactarlo, pero podrán llamarme si surge algún inconveniente y necesitan de mi ayuda.

—No te preocupes, se que puedo confiar en tu palabra.—respondió observando al pasillo.—¡Jimin, ven a despedirte de Jungkook!—exclamó.

—No es necesario, ya me he despedido de él.—mintió.—Vamos Nam.

El alfa se fue y Jimin se quedó con una mano en el pomo de la puerta de la habitación de Taehyung.

—No se irá del país.

—No, pero estoy seguro de que cumplirá su promesa.

—Es lo que decidiste.

—Si

Mientes.

—Tú también.


Quiero aclarar que la historia no es solamente sobre el romance entre los dos, hay más después de eso.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora