Noche

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Jungkook y Jimin llegaron al palacio sin decir más palabras, caminaron de la mano hacia su habitación y cuando estuvieron ahí, se sentaron, uno a lado del otro en el borde de la cama.

—Esto no lo esperaba.

—¿Y crees que yo si?—preguntó Jimin volteando su cabeza hacia él.

—¿Cómo que no lo esperabas? Estuviste enojado porque las pruebas caseras solo marcaban negativo.—replicó el menor.

—Lo estaba y esperaba que nos dijeran que si podíamos ser padres, no que ya lo éramos.

—Bueno, de todas formas, estamos casados. Tendremos una familia muy pronto y no volveremos a dormir bien hasta que tenga edad suficiente para dejar de ser un niño llorón o tal vez una niña.—comentó Jungkook acariciando la mano de su pareja.

—Suena mal. No es un plan muy divertido, pero en algún momento iba a suceder. ¿Crees que sea muy doloroso? ¿No puedes pagarme un parto sin dolor? Eres millonario y yo, desde que tengo el anillo; así que, quiero un parto sin dolor.

—Supongo que podemos hacer eso, no tienes que preocuparte, pero...—Su silencio incómodo hizo que Jimin se notara expectante ante lo que tenía que decir.—...sabes que las cesarias dejan marcas, ¿cierto?—preguntó y rápidamente continúo.—Pagaré lo suficiente para que no se deje una marca muy notoria y el trabajo de cicatrización sea impecable, no tienes que preocuparte por ello.

El rubio lo pensó por un momento y bajó la mirada hacia su abdomen plano.

—También subiré de peso y sabes lo orgulloso que estoy de mi abdomen. Es realmente fascinante ver lo bien que se ve cuando nos enrredamos en la cama.

—Pagaré para que vuelvas a tenerlo como antes, te daré todo lo que quieras.—aseguró y Jimin mostró una enorme sonrisa.

—Que marido tan ejemplar. ¿No deseas disfrutar de mi abdomen hasta que sea imposible hacerlo?—preguntó quitándose los zapatos.

—Creo que si, pero tengo miedo de que algo le suceda al bebé. Por cierto, mañana traeré a un médico para que haga una ecografía en casa. Seguramente te pedirá guardar reposo y seremos estrictos en todo lo que nos diga.—señaló levantándose de la cama.

—¿No se supone que las ecografías se hacen en una clínica?

La oscuridad había comenzado a hacerse espacio entre las cortinas.

—Yo haré que traigan esos aparatos aquí, de ahora en adelante no puedes salir sin mí compañía y no debes preocuparte por nada ni por nadie.—ordenó acercándose al rubio.—Se que suena mal, pero es una medida que debemos tomar por tu bien y el de nuestro cachorro. Ya no será tan fácil defenderte y tendrás que tener una mínima exposición ante las cámaras. Preferiría que tu embarazo no fuese una noticia hasta el nacimiento del pequeño para evitar peligros y quiero pedirte algo, cariño.—mencionó acariciando su mejilla.—No se lo contemos a nadie.

Los ojos de Jimin se abrieron mucho más de lo normal, incrédulo ante sus palabras.

—¿Esperas que no se lo cuente a mi familia? Voy a ser padre, no puedo guardar silencio. Tae y Hoseok nos visitan frecuentemente y papá está en Busan, pero aún así amaría conocer esta noticia, seguramente estaría feliz.—comentó levantándose también.

Jungkook observó por un momento a su pareja y este entendió a lo que se refería.

—Hablas del señor Park, mi padre biológico.—afirmó.

—Si...

Las luces de la habitación no habían sido encendidas aún y por esa razón, el reflejo de la luz trazó una línea entre ellos que parecía dividir la habitación.

—Soy su hijo, él no me haría daño, es más, ni siquiera tengo que decírselo. Viene a visitarme con frecuencia y lo notará cuando el cachorro crezca un poco más.

—No quiero prohibirte nada, pero sabes que no confío en él y preferiría que sea un secreto por lo menos hasta que sea muy evidente. ¿Comprendes eso?

Él rubio asintió rascándose la nuca.

—Si lo descubre no se lo negaré, pero tampoco voy a mencionarlo. ¿Te parece?—soltó con molestia.

—Está bien. ¿Deseas bañarte? Calentaré la tina para tí mientras busco tu pijama, puedes ir quitándote la ropa que traes puesto.—dijo el menor caminando hacia el baño sin esperar una respuesta de su esposo.

—Vaya, ni parece que eres el mismo imbecil que ayer no me quiso traer un maldito pedazo de papel toalla del baño.—replicó el mayor con sarcasmo.

—Estabas más cerca del baño que yo, Jimin, por Dios.

—Ayer también estaba esperando un hijo tuyo y mi cuerpo ha estado creando tejidos durante todos estos tres meses. ¿Crees que ha sido justo tu trato últimamente o meresco una recompensa?—cuestionó creyenfo firmemente en cada palabra que decía.

—Por supuesto, por esa razón te has ganado una cita con el doctor, el dia de mañana, aquí mismo.—respondió animado.— Voy a preparar el baño, cariño, espera un momento.

Jimin no replicó, solo atinó a terminar de quitarse la ropa mientras caminaba hacia el espejo.

Su vientre se veía plano y no había ningún cambio notable en él, pero algo en él se notaba distinto.

—Es extraño.

No lo quiero.

—No mientas.

No miento.

—Lo haces, siempre lo has hecho y ahora te sientes satisfecho aunque yo tenga miedo del futuro. Aun si, esto puede hacernos vulnerables.

Él está con nosotros, nada nos sucederá.

—Es bueno que; por lo menos, alguno de los dos se encuentre seguro de ello.

La noche comenzó a sentirse un poco mas tenebrosa y mantenía su olfato en alerta para preveer cualquier peligro.

No pasó ni un dia entero y la noticia le había tocado varias fibras sensibles en su cuerpo. No pudo conciliar el sueño y se mantenía observado la cuidad desde la ventana, mientras Jungkook dormía placidamente abrazando una almohada que, Jimin le entregó para poder levantarse sin despertarlo.

—Y ahora, ¿qué sucederá? Debo ser prisionero en un castillo por algo tan común como un embarazo. Hay miles de omegas que caminan por las calles con su vientre abultado sin miedo a ser perseguidos por cazadores. ¿Por qué yo debería callar mi estado?

Puedes decirlo, tal vez deseas terminar en una vitrina.

—Lo haces ver como si fuera mi culpa.

No lo es, pero debemos proteger al cachorro y si eso significa vivir en una caja, lo haremos.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora