Cunas

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Las discusiones eran constantes y los problemas crecían sin parar. Era evidente que su matrimonio por algún motivo se había roto y los rumores no se hicieron esperar.

Trataban de aparentar frente a la prensa y la nación, pero aún así no hubo remedio.

—¿Crisis matrimonial?—preguntó una periodista a su compañero en uno de los noticieros más sintonizados de la Gran Corea.

—Es evidente. En el transcurso de los años hemos visto la enorme cantidad de afecto y pertenencia de parte de esta pareja inusual. A pesar de ser completamente diferentes, parecían estar embelesados y tenían comportamientos atípicos con respecto a sus muestras de cariño en público. Algo que se acabó después del terrible suceso que los dejó hospitalizados por semanas.

—¿Crees que ese haya sido el desencadenante de su separación? Ellos se hicieron padres justamente en esa misma época.

—Los eventos traumáticos se afrontan de maneras diferentes en todos nosotros, así que, puede ser una opción.

El programa se acabó y Hoseok apagó el televisor, pero Jimin no emitió ningún sonido. Seguía ahí, observando su reflejo en la pantalla negra.

–¿Estás bien?—preguntó el mayor, pero este no respondió.

Uno de los bebés comenzó a llorar y solo atinó a levantarse del sofá e ir a la su antigua habitación para atenderlo.

—Está terriblemente mal y el estúpido de Jungkook no hace más que alejarse de él respondiendo cada vez más hiriente a sus confrontaciones.

—¿Han discutido recientemente?—preguntó bajando la voz para evitar ser escuchado por Jimin.

—Si, NamJoon me contó que armóun escándalo y golpeó no solo a una señorita, sinó también a él por una especie de malentendido. Así que, corroboré la información con los involucrados.

Hoseok frunció el ceño y lo incitó a seguir contando.

—Hace una semana hubo una reunión social en el palacio. Jimin y Jungkook trataron de aparentar ser una pareja feliz, pero todos notaron que no era así. Tal vez por esa razón la hija de un diputado se atrevió a ir tan lejos y seguir a Jungkook hasta su habitación cuando decidió irse antes de que la reunión acabará.—contó acercándose más a su amigo.—Supongo que pensó que Jimin seguía en la fiesta, pero él había subido antes porque la nodriza le informó que los bebés estaban inquietos.

Hoseok luchaba intentando comprender todo mientras veía muy alerta la puerta de la habitación de su amigo.

—Él la olió mientras cargaba a Yue. Te estoy contando todo esto después de recaudar testimonios de parte de Jimin, Jungkook, la nodriza y un par de sirvientes.—aseguró.

—Si, eres confiable, lo sé. Cuéntame todo de una vez.—soltó el mayor, desesperado.

—Dejó al pequeño en la cuna y dio zancadas hasta llegar a la puerta de su habitación, la abrió y su primera imagen fue ver a Jungkook en la puerta junto a una mujer sobre él intentando abrazarlo.—explicó imitando la posición de la chica con su cuerpo.—Como comprenderás, Jimin la tomó del pelo y la lanzó al suelo para ir tras Jungkook y pegarle una cachetada que lo dejó a él también en el mismo lugar.

Hoseok se tapó la boca con las manos, sorprendido.

—Lo mejor hubiera sido no levantarse, pero ella lo hizo y su mano fue a estallar en la mejilla de la muchacha. Los sirvientes llegaron de inmediato y se la llevaron, pero Jimin se encerró con Jungkook en su habitación y solo se escucharon gritos y más gritos.

Era peor de lo que esperaba.

—¿Le explicó lo que pasó?

—Si lo hizo, aunque no sirvió de nada. Aún así, lo amenazó una y mil veces más. Le dijo que jamás en su vida iba a usar el de ahí abajo, no lo permitiría y Jungkook respondió con las mismas amenazas. Ninguno de los dos volverá a tener sexo en su vida.

—Son patéticos.

—Siento que solo volvieron al inicio, pero con dos hijos.

El rubio pasó una semana completa en su antiguo departamento junto a sus pequeños y lleno de seguridad en todo el edificio.

Sabía que debía volver, se había estado preparando mentalmente para eso, aún así era difícil.

No podía creer todo el mal avance que había tenido con su marido. Al inicio lo evitaba totalmente y poco a poco se fue soltando lo suficiente para levantarle la voz y tratarse mal a diario.

—Te dije que te fueras.

—Yue y Aelius pasan mucho tiempo contigo, es mi único día libre de agenda. Solo te pido que me dejes a los niños.—refutó acercándose a la cuna.

—Ayer te pregunté si querías quedarte con ellos y respondiste que no. Ya he planeado el día con Hoseok y los gemelos, no tengo porque acomodarme a tu agenda tan desorganizada. Vete de aquí, necesito cambiarme.—advirtió quitándose el abrigo.

—¡No pienso irme! Entras a mi habitación cuando quieres y te quedas todo el tiempo que quieres, haré lo mismo.—respondió acariciando la mejilla de uno de los gemelos.—No es como si no hubiera visto ya lo que tienes bajo la ropa.—dijo alzando los hombros.

El rubio no volvió a advertir, comenzó a desvestirse frente a su marido sin pena alguna. Sabía que en ocasiones anteriores, Jungkook evitaba totalmente mirarlo, pero esta vez fue diferente.

Los pequeños descansaban en su cuna a pesar de la discusión de sus padres sin sentir la tensión del ambiente, Jungkook no podía olerlo, pero la inquietud en sus miradas era notable.

El vientre del mayor comenzó a pedirle lo indebido, le pedía justamente lo que se encontraba frente a él. Por otro lado, la memoria del pelinegro comenzaba a viajar entre miles de recuerdos en donde la protagonista principal era su cama, misma que se encontraba solo a unos pasos de ellos.

JungKook no podía quitarle la mirada al cuerpo desnudo de su esposo.

Los dientes de Jimin estaban listos para atacar el cuello del menor.

Ni una sola fibra de sus músculos se movían, parecían estar petrificados, solo observándose, pero todo acabó cuando el llanto de Aelius los hizo despertar.

Al instante estuvieron junto a él, uno cargandolo y el otro revisando su estado.

—Tal vez tuvo un mal sueño.—comentó Jungkook acariciando las finas hebras de su cabello.

—Es probable.

El nudo en su vientre se soltó haciéndolo sentir más relajado, dejó al bebé con su padre y fue a colocarse algo de ropa.

—Vuelvo a las 5 p.m. Si necesitas mi ayuda, me llamas. De todas formas debemos hablar de algo importante al volver.

Jungkook sonrió sutilmente sin decir una sola palabra y asintió con la cabeza.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora