Luxure Ω

Mentir

Al entrar, la gobernadora junto con su esposo y su hija se levantaron del sillón largo, de cuero donde se encontraban para mostrar sus respetos, él saludó también a cada uno de ellos, no sin antes saludar a su padre.

—Es de mi agrado presentarte a SeoHyun, ella ha venido a conocerte. Deberían poder llevarse bien y desarrollar una amistad.—dijo su padre sugiriendo algo más entre líneas, pero Jungkook no tenía muchas ganas de ser condescendiente.

—¡Por supuesto, majestad! Siempre estoy abierto a formar nuevas amistades, justamente ha venido SeokJin a quedarse con nosotros hasta que tome su vuelo a Japón, seguramente se llevarían muy bien.

El rostro de la gobernadora mostró molestia e insatisfacción por la postura del príncipe.

—Alteza, creo que mi hija preferiría que pudieran dar un paseo a solas para conocerse mejor y después, podría presentarla a su amigo. ¿No cree que es una mejor idea?—preguntó el padre de la muchacha, pero el pelinegro se negó.

—Tonterías, siempre es mejor cuando hay más personas con quienes conversar. No se preocupen por su hija, ella seguramente estará encantada de conocer a mi amigo.—afirmó volviendo la mirada a la joven que no sabía que responder y ante la penetrante mirada del príncipe, solo asintió derrotada e incómoda.—Perfecto, iremos en este momento. Les traeré a su hija de vuelta más tarde.—volvió a hablar caminando hacia la puerta y ella volteó a ver a todos lados esperando a que alguien le diera una salida, pero nuevamente tuvo que acatar lo que Jungkook había, prácticamente, ordenado.

—Majestad...—se escuchó decir antes de salir.

—Deje que se conozcan, es mejor si no los obligamos.—respondió el rey finalizando el tema.

Caminaron hasta la entrada del palacio en silencio, ella pensó que tal vez él iniciaría la conversación, pero no fue así, por ello tuvo que improvisar.

—Me dijeron que tiene veinticinco años...—soltó de repente.

—Es cierto, ¿hay algún problema?—contestó Jungkook formulando otra pregunta y ella se disculpó de inmediato.

—Por supuesto que no, solamente pensé que se veía mucho más joven de lo que es.—Hizo ella un intento de halago.

—¿Me veo como un niño?—volvió a atacar esperando ver desesperación en la mirada de la joven y la encontró.

—No, no, por favor no piense eso. Solo estaba intentando halagar su juventud, disculpe si lo he ofendido, alteza.

—No me has ofendido, me dijeron que tienes veinticuatro años y te ves como de esa edad. Dime, ¿eres omega, verdad?—preguntó nuevamente y ella no entendió el cuestionamiento.—Lo digo porque he pasado por algunas anécdotas que no quiero volver a repetir.

Ella entendió finalmente.

—Soy omega, sí. Creo que de todas formas es notoria mi casta.—insistió refiriéndose a su físico.

—Eso no es del todo correcto. Conozco a un omega que es más alto que yo, aunque no tiene musculatura pronunciada.—debatió recordando a Taehyung.—Podría decirse que los omegas son bonitos y delgados, pero ese solo es un estereotipo. Te doy otro caso, conozco a un Lu...—lo pensó un momento y continuó después de concluir que la persona a la que se refería también era omega.—... un omega, que no es más alto que yo, pero sí que tiene el cuerpo muy bien tonificado, él es fuerte.

—¿No es muy grotesco?—preguntó ella al escuchar su descripción.

—Claro que no, al contrario. Tiene un cuerpo precioso, diría yo que es el cuerpo perfecto y pensarás que su rostro no sería tan agraciado, pero déjame decirte que tampoco estás en lo correcto, es el omega más hermoso que han visto mis ojos, todo en él es como fascinante.