Luxure Ω

Concepción

En medio de la oscuridad de la noche, los dos miraban el techo de la habitación tener idea de cómo sentirse.

Una boda era un evento importante, pero la suya sería el evento más importante del país. Su unión había sido tan íntima e inesperada que habían muchas cosas que les incomodaban con respecto a la ceremonia.

Medios de comunicación de invitados y muchas personas que Jimin no conocía, apenas su familia llegaría a cubrir la primera fila al lado derecho de los asientos y la de Jungkook la del lado izquierdo; luego, todos los invitados serían funcionarios de gobierno y sus parejas, conocidos de la corona, invitados de otros países y muchos otros rostros sin relevancia en un día tan importante.

Todo un día de ensueño para dos personas que solo deseaban ponerse los anillos en su habitación mientras sudaban entre las sábanas.

—¿No estás nervioso? Sinceramente siento como si tuviese una piedra en el estómago.—confesó Jimin girando para acomodarse en el pecho del menor.

—Yo me siento exactamente igual, pero no quería decírtelo porque me estaba haciendo el fuerte.

La risa del mayor estalló rompiendo con la calma del ambiente.

—Espero que nuestra descendencia herede mi inteligencia, la tuya es de dudosa procedencia.—mencionó haciendo reír también a Jungkook.

—¿Estás pensando en nuestra descendencia tan pronto? Todavía no estamos casados y ya deseas una familia conmigo, me siento algo abrumado.—bromeó esperando que el rubio no se tomara aquel discurso, tan seriamente.

—¿Quién dijo que tendré a tus cachorros?—se defendió el mayor ignorando su comentario anterior.—¡Claro que no! Vas a tener que conformarte con un par de mascotas, estás equivocado si crees que voy a pasar ocho meses con una panza horrorosa...—Jungkook, sin esperar a que terminara de hablar, dejó un beso en sus labios comenzando a llevar sus manos a su cintura.

—¿Quieres practicar un poco sobre concepción? Yo me siento especialmente atraído hacia la parte de esta donde el alfa debe llenar la cavidad de su pareja y lo anuda para que ninguna gota de semen salga antes de que; por lo menos, un espermatozoide pueda fecundar al óvulo, te lo juro, me encanta.—comentó acariciando los glúteos de Jimin por abajo de la pijama.

El olor a deseo sexual que emanaba en la habitación llegó a afectar al Luxure Ω, quien no dudó en guiarse por sus instintos olvidando por completo que su futuro esposo había mencionado un nudo y su intención de dejarlo en cinta.

—¿No hay nadie cerca?—preguntó cuando el menor tiró de sus pantalones sin importarle la integridad de los mismos.

—Son las 2 a.m, no hay nadie más que nosotros en este piso, puedes sentirte tranquilo.—respondió refiriéndose a sus feromonas e inmediatamente sintió la tranquilidad y plenitud que emanaba el mayor al tener la seguridad de que no le haría daño a nadie con su intenso aroma.

—Entonces, ¿puedo hacerlo?—volvió a preguntar y el menor asintió lentamente quitándose la camiseta

—Si, puedes.

Esa afirmación fue suficiente para dejarse llevar liberando todas sus feromonas y logrando con rapidez, su cometido.

El cuerpo del alfa subió de temperatura de manera intempestiva reaccionando a la cantidad de deseo que el mayor emanaba y su parte baja reaccionó mucho más rápido que todo el resto de su cuerpo.

Jimin lo estaba induciendo a un celo momentáneo.

—¿La puerta tiene seguro?—preguntó por tercera vez siendo presionado por el cuerpo de su pareja, quien devoraba su cuello sin piedad rozando su pene contra su cavidad para estimular la lubricación en esa zona.

—No lo sé, no es importante.—dijo volviendo a su labor de morder su clavícula.

—¿Y si alguien viene a decirnos algo importante? No le has avisado a Nam, por lo menos cierra la puerta con seguro.—pidió—Jungkook, vamos, haz lo que te digo.—dijo, pero la única respuesta que recibió fue un balbuceo del contrario sobre sus pezones.—¡Hey! Con cuidado, no me quiero casar con marcas en el cuello, estaremos en las noti...¡Ah! ¡Demonios! Deja que vaya a cerrar la puerta con seguro antes de hacerlo.—suplicó sintiendo como el glande de Jungkook estaba intentando forzar su entrada.

—No, de todas formas nadie va a venir.

—¡No puedes asegurarlo! Serán solo unos seg...¡Ahg, cielos! Está dentro, está...

—Aún falta un poco.—susurró el menor empujándose más hacia él.—¿No te parece excitante? La posibilidad de que alguien pueda entrar y encontrarnos enredados mientras ruegas porque te folle con más fuerza. A mi me prende, deberíamos hacer esto a menudo y com más probabilidades.

—Luna, devuélvele la conciencia a este animal.—pidió abrazándose a la espalda de su pareja sabiendo que sus caderas tendrían unas cuantas al amanecer.

La habitación se llenó de gritos y balbuceos mientras el sonido de las nalgas de Jimin chocando contra la pelvis de Jungkook era el que se llevaba todo el protagonismo.

—Amor.—llamó el menor alzando una de sus piernas para tener más acceso a su entrada.—He pensado en estos dos años y me ha costado mucho tener que soportar el no poder anudarte por miedo a preñarte, pero ya casi estamos casados. Nadie notará que nuestros cachorros fueron concebidos un día antes de la boda. ¿Cierto?

Soltó la pierna del mayor y tomó su cintura entre sus manos para comenzar un ritmo más brusco y salvaje.

—Hoy voy a llenarte tanto que no importa cuánto creas que no puedes concebir, si no quedas embarazado, el estéril seré yo.—soltó haciendo que las pupilas del rubio se dilataran al notar que su razonamiento se había ido, sus brillantes ojos dorados le indicaban que Jungkook cumpliría con su misión sin importar qué y su pecho palpitaba con fuerza, él podía ponerle fin a todo atacandolo, pero no sabía si realmente quería hacerlo.

El placer sexual se apoderaba de cada fibra de su cuerpo y su voz comenzaba a salir rasposa.

—No quieres hacerlo, dijiste que era mi decisión.

—Mi amor, ¿me permites llenarte de mis bebés?—preguntó Jungkook golpeando con fuerza el interior del contrario haciendo que su espalda se encorvada llegando a un punto máximo de placer del que no quería bajar.

—¡Mierda! Sigue, sigue, más, no pares, no pienses, solo jódeme.

La enorme sonrisa del menor hizo que lograra recordar que pidó su consentimiento y él entre líneas, aceptó.

No había marcha a atrás y mucho menos cuando el olor de Jungkook se hizo más intenso y la base de su pene se comenzó a hinchar logrando cerrar cualquier tipo de acceso a su interior.

El semen caliente del menor salió con fuerza y pudo sentir como se le había acumulado una cantidad bastante generosa que no tendría salida hasta que el nudo bajara.

Dolía, dolía como el infierno, pero su lobo seguía repitiendo una sola palabra.

Cachorros, cachorros, cachorros.

—Si, ya lo sé.—susurró para si mismo sintiendo el cuerpo de su pareja acomodándose sobre él para luego dar un giro y quedar encima, en una posición más cómoda hasta que el nudo fuera desapareciendo.—Esto es muy doloroso.—murmuró escondiendo su rostro en el cuello de Jungkook mientras él dejaba caricias y masajes en su abdomen bajo.

—Lo siento, perdón. Fue muy repentino, pasará pronto, lo prometo.—dijo sosteniéndolo para evitar que hiciera movimientos bruscos.

El silencio volvió a apoderarse de la habitación y el cansancio impidió que se mantuvieran despiertos por mucho tiempo.