Historia

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Jimin y Taehyung observaban el atardecer después del almorzar en completo silencio.

—Tenemos mala suerte, no. ¡Tú tienes mala suerte! Ya decía yo que esa fascinación por humillar a tipos de nivel tendría su karma y mírate la cara de idiota que tienes. ¿Qué harás? He escuchado que esa mierda es como la lepra, se extiende por todo tu ser y te termina matando. No es muy común en estos tiempos, pero a veces la luna nos toma de sus mejores guerreros. A mí me entregó un hermano como tú y a ti te puso a ese tipo raro en el camino.

Jimin suspiró con cansancio avecinando un lío más antes de la llegada de Hoseok.

—¿Por qué me culpas de todos tus males, idiota? Y cállate de una vez, mocoso, que no tengo ganas de escuchar tus acusaciones. La capital te ha cambiado, extraño tú yo tonto.

—¡Yo nunca fui tonto!

—¿Quién casi se muere dos veces intentando cruzar el río con miles de advertencias y tres jalones de oreja?

—Prometiste que jamás volverías a mencionarlo.

Cuando el sol se escondió, el timbre sonó y los dos se apresuraron a ir a la puerta a recibir a Hoseok.

—Ho...—No lo dejaron saludar, de inmediato se lanzaron sobre sus brazos al verlo.—... la. Al parecer me extrañaron un poco.—dijo el mayor de los tres correspondiendo su caluroso abrazo.

Los tres nacieron y vivieron en el mismo pueblo durante mucho tiempo hasta que las habilidades musicales de Hoseok se dieron a notar y sus padres decidieron apoyarlo mudándose a Seúl cuando tenía dieciocho años y finalmente Taehyung se mudó para estudiar arte a los veinte años. Jimin se quedó en Busan cuidando de su padre y ocupándose de sus tierras.

Sus conocimientos empíricos sobre la tierra y las negociaciones se complementaron con estudios en la misma ciudad para evitar separarse de su padre.

A pesar de que Taehyung era hijo biológico del señor Kim, no sacó el gusto por la agricultura, pero Jimin vivía enterrándose los pies de lodo mientras intentaba regar las fresas y las uvas que su padre vendía a las empresas del rubro agroindustrial.

Taehyung siempre lo regañaba diciendo que había personas que se ocupaban de eso, pero su gratitud hacia el hombre que le había dado una segunda oportunidad de vivir, le impedía quedarse con los brazos cruzados aunque al final del día su padre lavaba su ropa sucia renegando por la cantidad de mugre que traía encima.

Después de varios incidentes que fueron causados por el instinto protector característico de su casta, en Busan, su padre decidió enviarlo a Seúl para que su rostro sea olvidado por muchos alfas que le tenían rencor por haberles propinado palizas.

—Ve y se el problema de Taehyung por un rato. Por favor, compórtate y recuerda no ser tan evidente. Cautela hijo, cautela.

—¿No quieres que te ayude aquí?

—No quiero que seas odiado y cazado como tu madre, ve a Seúl. Antes era un negocio pequeño, pero recuerda que ahora tengo gente que trabaja para mí. Si te necesito prometo llamarte.

Y así, es como terminó alquilando un departamento junto con su hermano.

—Ha sido mucho tiempo esta vez. Supongo que ya no vas a viajar por lo menos en unos meses.—comentó Jimin acostado en los muslos de Hoseok mientras este acariciaba su cabello.

—No estoy totalmente seguro, tengo entendido que entraré en un periodo de descanso por un mes y luego reanudaré mis actividades en Corea, no hay planes de salir del país nuevamente, pero si llegan contratos tendré que partir.

Taehyung arrugó la nariz del disgusto.

—Eres un artista consagrado, respetado y establecido en el medio desde hace varios años. Deberían tenerte un poco más de consideración como empresa.

—No todo funciona tan fácil, para nosotros es importante tener marcas que nos puedan auspiciar y ellas no esperan a tu disponibilidad, ponen fechas y si te pagan bien, debes cumplir.—contó sintiendo un olor diferente en el departamento.—Hay un tenue olor a alfa en la sala.

El menor de los tres fue el primero en abrir la boca mientras Jimin ponía extrema atención a lo que podría decir para callarlo de ser necesario.

—Hoy nos visitó el mismísimo príncipe Jungkook porque al parecer se hizo amigo de Jimin.

—Tae, ¿No has dejado de ir a tus terapias?—preguntó el mayor abrazando al chico con pena.—¿Te encuentras bien? Te dije que si me necesitabas debías llamarme, no soy un psicólogo, pero puedo escucharte.

—Imbécil.—susurró el contrario aceptando el abrazo de su amigo a regañadientes.

—En realidad, parte de lo que dijo es real. Tuve un incidente con un hombre hace varios días y resultó siendo el hijo del rey. De alguna manera consiguió mis datos y vino hasta aquí a presentarse, aunque también quiso que le brinde mi ayuda en un asunto importante. Supongo que pudo haber dejado un poco de su olor, pero estuvo aquí junto con un guardia suyo durante la mañana.

Hoseok procesó la información rápido y los cabos en su cabeza se ataron de inmediato.

—¡No! Si te refieres a ese asunto del que todos hablan, es un no. Un Luxure Ω que ha matado a otros se vuelve peligroso hasta para sí mismo, no puedes razonar con un criminal y menos con alguien tan sanguinario. No vas a ayudar a nadie, tú eres un ciudadano común y corriente, tu naturaleza no es más que eso. No pueden obligarte o tendrán que pasar sobre mí.—se levantó del sofá dejando a los dos menores sorprendidos.

Jimin acomodó su cabello algo largo y se apoyó en el espaldar del mueble.

—Hoba, ya no somos niños. Podemos decidir cada uno de nuestros pasos sin aprobación de nadie.

—Se que eres un adulto, eres un hombre fuerte e inteligente, pero sabes de lo que son capaces. Por algo los Luxure Ω viven en su mayoría como una gran incógnita entre la sociedad. No importa que tan fuertes sean, esas bestias siempre buscarán la manera de hacerles daño, tu madre lo vivió, no quiero que te suceda lo mismo. Aquí eres presa fácil de cazadores y si saben tu nombre y conocen tu ubicación, será más fácil planear una manera de obtenerte. Deben irse, lo mejor será que vuelvas al pueblo, hablaré con el señor Kim.

—Hay un gran problema con el pueblo...—dijo Taehyung entrando en la conversación.—Papá lo envió aquí porque armó escándalos en la ciudad, es fácil para los perros huele colas hallar el pueblo y por esa razón lo envió conmigo.

—¿¿Por qué no me contaron eso?? Pensé que el señor Kim te dejó unos meses de vacaciones.—se quejó Hoseok tomándose el cabello con las manos.

—Todo tiene una justificación.—se excusó el más bajo.

—¿Esas son las clases de decisiones coherentes que tomas como un adulto de veintisiete años, Jimin? ¡¿Ahora dónde se supone que esconderemos tu gran trasero?!

Jimin rascó su nuca con la mano derecha mientras hacía una mueca de incomodidad bastante notoria. Había olvidado contarle aquella historia a su amigo.




Me dormí y olvidé subirlo ayer, perdón.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora