Hermano

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La puerta de su habitación se cerró con fuerza detrás de él e inmediatamente supo que la primera discusión fuerte en su relación, había llegado.

A días de casarse.

—¡¿Puedes explicarme que ha sucedido allá afuera?!—preguntó Jimin, notablemente enojado.

—¿Qué se supone que te debo decir? Lo has visto y escuchado todo, ese hombre es un total sinvergüenza.—respondió quitándose el saco.

—¡Estás hablando de mi padre, imbécil! Es hombre es quien me dio la vida y así como yo respeto a los tuyos, por lo menos deberías hacerlo tú con el mío. Además, no tienes derecho que prohibirle verme como su yo fuese tu estúpida propiedad.

Exasperado por la situación, lanzó el saco al suelo y peinó su cabello hacia atrás intentando calmarse, pero no lo logró.

—¿Quieres mi sincera opinión sobre todo esto? Bien, te la daré.—afirmó—¡Él si es tu progenitor, pero no es tu padre! A quien le debo respeto es al señor Kim, quien te ha criado y te ha hecho como eres, ni siquiera en el primer momento en que te vio, dudó, y te tomó en sus brazos. Este tipo ha venido con bandera blanca a mostrarte su mejor cara sin compromiso para después exigirte. ¡Exigirte! Que lo quieras como si el amor pudiera comprarse.

—¡Él no logró encontrarme! Sufrió demasiado y vivió un evento traumático.—replicó el mayor sin creer cada una de las palabras de su pareja.

—Fueron veintiocho años, Jimin. ¿Crees realmente que siquiera te buscó? Por Dios, tienes su cara, un maldito paseo por el pueblo y podía dar contigo, no puede ser que seas tan ciego como para no dar te cuenta que quizás tiene otras intenciones. ¡Despierta! ¡No puede ser que el Jimin que conozco se deje manipular por un hombre que recién conoce!

Las manos del menor comenzaron a temblar de la rabia.

—¿Qué estás insinuando?

—Ha venido aquí tiempo después de que mostraste tu marca y se oficializó nuestro compromiso. El padre del futuro rey consorte apareció de repente.

—¿Es tan difícil para ti pensar que alguien más que tú puede quererme?—se sentía decepcionado, pero no sabía de quien.

—No se trata de ti, se trata de él. ¿Acaso olvidas lo amado que eres por tú familia? Tienes al señor Kim, a Taehyung, Hoseok, mis padres y yo, nosotros somos tú familia, sin contar lo mucho que eres apreciado por todo el personal del palacio y más. No creo que no merezcas amor, pero parece quieres aferrarte al afecto dudoso de alguien a quien acabas de conocer, por lástima.

—¡Todo esto lo dices desde el maldito privilegio! ¡¿Sabes siquiera lo doloroso que fue para mi no tener a un familiar que compartiera algún vínculo sanguíneo conmigo?! De pronto él ha llegado a mi vida y siento que te molesta mi felicidad.

Quería llorar, quería pensar en cosas positivas, quería sacar toda la tensión y también deseaba que Jungkook dejara de comportarse como un extraño.

—Si eres feliz con él, ¿Por qué cada que lo ves tú aroma cambia? ¿Por qué puedo sentir que él no logra aceptarlo?—cuestionó acercando su índice al pecho del mayor, refiriéndose a su lobo.—¿Por qué has dejado de dormir bien? ¿Por qué te preocupas tanto por él como si tu fueses el padre? Dime, amor, dime que estoy loco y no es cierto.

Jimin arrugó la nariz sin saber que decir y salió de ahí buscando algún lugar donde pudiese sentir paz.

El único lugar que encontró fue su antigua casa.

—¿Ha sucedido algo, futuro rey?—preguntó Taehyung llegando a la sala.

—No me llames así. Ya no se si realmente quiero escuchar esas palabras durante todo lo que resta de mi vida.—mencionó sentándose en el sofá.

—¿Discutiste con Jungkook?

Jimin asintió.

—¿Ya no quieres casarte?

Lo que su padre le había dicho rondaba en su cabeza.

—No lo sé.

—Ha sido una gran discusión, pero no tienes porqué ser tan drástico, las parejas discuten. Tu intentaste matarlo unas cuantas veces y él todavía sigue queriendo casarse contigo. ¿Por qué tomarías esa decisión tan apresurada por una simple pelea?—preguntó.

Jimin dejó que su cabeza se recostara por completo en el sofá y tapó sus ojos mordiendo sus labios.

—Él desconfía de papá.

—¿Quien demonios se ha creído para desconfiar de papá? Él es la persona más dulce del mundo, tienes toda la razón, debe disculpa...—el mayor lo interrumpió antes de terminar.

—Hablo del mío, Tae. De mi padre biológico.

El silencio inundó la habitación. No podía decirle a Jimin lo que ya había escuchado.

Taehyung escuchó un suspiro antes de ver una sonrisa en el rostro de su hermano.

—Piensas igual que él, ¿verdad?

—No te voy a mentir, Jungkook no ha tenido que decirme una sola palabra para saber que ese señor está siendo un tanto extraño y me asusta pensar que tal vez lo único que desea es aprovecharse de tu nuevo estatus para sacarte dinero u obtener influencias, escuchaste lo que dijo NamJoon en el informe que envió de él. Tiene una empresa en quiebra a su nombre.—comentó sentándose a su lado.

—No es justo lo que están haciendo con él, lo están juzgando sin conocerlo.

—Tu marido ha pasado más tiempo que todos nosotros con tu padre y no le cae bien. Prefiero evitar los malos ratos.

—Jungkook y papá tuvieron una discusión hoy y le ha prohibido la entrada al castillo. Además han dicho varias cosas fuera de lugar, fue un fiasco total.—contó—Antes de irse, papá me dijo que piense bien en si debería casarme con Jungkook.

Taehyung volteó a ver el rostro de su hermano, quien permanecía con la misma expresión.

—Bueno, ahora desconfío mucho más de él y es que no puede decirte eso a la ligera. Solo mírate, te ves triste y pensativo a días de tu boda y estoy seguro de que lo que te tiene así ese señor que solo ha llegado a exigirte que lo aceptes y quizás algo más.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora