Celo

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El cielo volvió a ser azul y el tiempo que se quedaron uno frente al otro se hizo diminuto.

Cada uno sabía lo que sucedería pronto y con la unión que compartían, sus emociones se sentían con más fuerza que antes.

Ni NamJoon siendo tan cercano a Jungkook habría previsto que aquel alfa lograría ganar el corazón de Jimin, pero el destino o lo que sea que los puso en el camino del otro, fue más fuerte.

El Luxure Ω había aceptado una marca en su cuello declarándose a sí mismo, parte de su alfa y a su alfa, parte de él.

Cada emoción se trasmitía rápidamente y el sentirlo era un recordatorio constante de que su amor era tan real y tan fantástico que a ninguno le cabía en la cabeza cómo es que en algún momento dudaron de su compatibilidad.

Amar a Jungkook no era tan absurdo.

Amar a Jimin no era tan complicado.

Sus sonrisas y besos cortos quedaban en el aire alimentando un ambiente de paz inquebrantable. Comían y bebían mientras el tiempo transcurría rápido, lo único que les daba una idea de lo que estaba pasando era la cantidad de capítulos de una serie que habían visto hasta el momento en que notaron que las 2.00 a.m. había llegado.

—Tengo que decir que pasar tiempo contigo es mi mejor momento del día. He escuchado de papá decir que a veces desea quedarse trabajando para evitar nuevas discusiones al ver a mamá, no quiero que eso nos suceda. Quiero que nuestra vida pública y nuestras labores giren en torno a nuestra relación y deseo que jamás se convierta en lo contrario.

—Es normal caer en la monotonía, pero somos distintos a tus padres. Los míos están muertos; así que, no creo que tengamos demasiados prospectos en frente con los que guiarnos. Estaremos bien, siempre podemos volver a intentarlo unas cien mil veces hasta que funcione.

El optimismo del rubio era notorio y bastante difícil de creer.

—¿Estás confiando en que seremos un matrimonio feliz?— preguntó el menor, incrédulo.

—¿Quién dijo que nos casaremos?—replicó el rubio con una sonrisa llena de superioridad dibujada en el rostro.

—¡Por la luna! Un matrimonio es más simple que una marca y tú ya tienes una, no me digas que sigues con la idea de no casarte porque no seré un hombre sin anillo en el dedo. ¡Me niego a ser el único alfa en mi familia sin casarse! Yo quiero una maldita foto familiar en el salón principal y solo podemos colgar una si estamos casados.

La risa de Jimin estalló al escuchar el típico discurso de omega de telenovela antigua.

—Pon una fecha, pero que quede en tu conciencia de que fui obligado a hacerlo.

Jungkook se relajó al escuchar esas palabras.

—Lo superarás, lo único que importa es que nos casaremos. Hablaré con su majestad para hacer los preparativos y buscar la fecha más propicia para realizar el evento.

—¿Solo estabas esperando mi confirmación?

—Claro. De hecho, toqué el tema para obtener tu respuesta y no hay marcha a atrás.

El rostro indignado del rubio no se hizo esperar.

—Eres un completo manipulador, yo me arreglo para verme bien y tú solo buscas la manera de amarrarme a ti. ¡Perro sucio!

—Estamos tan amarrados que casarnos es un simple trámite, no seas dramático. Haz esto por mí, la luna de miel será en el país que tú elijas.

—Esa propuesta comienza a gustarme.

Cuando el sueño les ganó la batalla, se quedaron dormidos, abrazados en la cama, pero una incomodidad despertó al mayor, quien no dudó en deshacerse de los brazos que su pareja tenía sobre él.

—¡Arde! ¡Arde! ¡Quema!—exclamó de pie, a un lado de la cama, unos minutos después de volver del baño.—¡Kook! ¡Arde!

Sus constantes peticiones hicieron que el menor despertara asustado, pero no solo eso hizo que Jungkook se preocupara.

Jimin estaba completamente desnudo y mojado frente a él. Parecía haber salido recientemente la ducha y evitaba tocar su cuerpo con las manos.

Además, el olor que su cuerpo emanaba era intenso y estimulante.

—¿Qué es lo que te arde?—preguntó levantándose de inmediato.

—Mi cuerpo está muy caliente y ahí abajo duele, arde. No puedo más, por favor, ayúdame.—pidió y su novio no dudó en intentar aliviar su dolor.

Tratar el celo de un Luxure Ω era completamente diferente al de un omega, Jungkook sentía como su cuerpo se iba consumiendo entre la preocupación y la necesidad de hacerle caso a sus bajos instintos.

—Estás ardiendo en fiebre.—comentó tocando la frente del contrario.

Había leído sobre los celos de Luxures Ω con la poca información que encontró gracias a un testimonio de un alfa que había pasado el celo de su esposo junto a él, estaba funcionando.

Una característica bastante común era el hecho de tener fiebre, pero esta debía ser controlada antes de cualquier tipo de acercamiento con su alfa.

—Vamos a la bañera, primero debemos quitar esa fiebre.—Se sacó la ropa y tomó su mano para caminar hasta donde le había indicado.

El agua llenó la tina de baño e ingresaron los dos sintiendo el cambio de temperatura al instante.

—Pasará pronto.—dijo echando agua sobre sus hombros con las manos.—No tienes de que preocuparte, tu alfa cuidará de ti hasta que te sientas mejor.

Las manos de Jimin buscaron tocar el cuerpo del contrario y cuando su cuerpo estuvo lo suficientemente atemperado, su deseo sexual comenzó a predominar.

—Hueles bien.—susurró en el oído de su pareja haciéndole saber que lo que en ese momento quería, no era delicadeza.

—¿Qué es lo que quieres decir con eso?—preguntó sabiendo la respuesta.—Tu olor es más intenso y dulce de lo normal.

Jimin se sentó sobre sus piernas abrazándose al cuerpo del menor, quien intentaba mantenerse cuerdo pese a sus insinuaciones.

—Quiero que hagas lo mismo que la noche pasada. ¿Puedes hacerlo?—murmuró con delicadeza.—Fue bueno, fue muy bueno, házmelo otra vez, quiero tenerte dentro de mí nuevamente.

Sus manos no se atrevieron a rechazar tal propuesta y comenzaron a presionar suave piel del mayor.

—Para hacerlo, debemos salir de la bañera.

—¡No! No quiero esperar, hagámoslo aquí, por favor.—pidió buscando con los dedos el miembro de Jungkook que ya había incrementado su tamaño a causa de las palabras del rubio.

—Será doloroso para ti, amor.

—Me duele más que deba rogarte por sexo. ¿No soy lo suficientemente atractivo? ¿Qué hice mal?

Su comportamiento infantil solo le daba la seguridad al menor para decir que había entrado a su fase de celo.

—No es eso, sabes que no es así, pero tu primera vez ha sido hace no menos de dos días y no quiero lastimarte. Podemos hacerlo en la cama, es más cómodo.

—¡Lo quiero aquí! ¡Fóllame aquí!—exigió dirigiendo el glande de su pareja hacia su entrada estimulada por el celo.

—¡Amor!—exclamó sintiendo la caliente cavidad del mencionado, abrazar su falo.

Cuando finalmente todo estuvo dentro, Jimin solo tuvo unas cosas que decir.

—Grande y firme, estoy lleno de ti.—terminó, acariciando una parte de su vientre bajo al notar un ligero abultamiento.

El celo había iniciado y Jungkook no pararía de demostrarle a Jimin, que podía satisfacerlo hasta el cansancio.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora