Hijo

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El rey llegó y los guardias que lo acompañaban le abrieron la puerta de la habitación de su hijo, quien parecía haber vuelto a su niñez, acurrucado en los brazos de su madre mientras ella acariciaba su cabello, pero al verlo, se levantó de inmediato.

—Padre, perdón por haber causado tantas molestias. No fue mi intención que aquello sucediera.—dijo acercándose al hombre que rápidamente pidió que la puerta se cerrara.

Los guardias se quedaron afuera a diferencia de NamJoon, quien permaneció adentro por si necesitaban ayuda con los cambios repentinos de Jungkook en el caso de una alteración hormonal.

—Antes de pedirme perdón debo saber la razón por la que lo estás haciendo. Parecías un cachorro abandonado y no recuerdo haberte desterrado.—soltó su padre notando que su piel se había tornado rojiza por haber llorado.—Eres un hombre adulto, no puedes hacer esto sin darme una buena excusa y no quiero mentiras, quiero que como mi hijo y futuro gobernante de esta nación, me digas la verdad.

Jungkook se enderezó y trató de calmar su pecho para poder explicarle lo sucedido.

—Se supone que cuando encuentras a tu pareja destinada, los dos saben inmediatamente y se aceptan sin inconvenientes, pero no me sucedió lo mismo. Lo encontré y me rechazó dejando en claro que jamás me aceptaría.—confesó y el ambiente comprensivo pasó a ser uno totalmente pesado.—Se que eso no tiene que afectarme, que debo ser fuerte, pero no soy yo totalmente, mi lobo se la pasa llorando durante todo el día y es peor si estoy cerca a esa joven, me siento incómodo, no se que hacer. ¿Cómo debo sacarme este sentir?

Su madre se levantó para ir a abrazarlo, pero su padre permanecía en su lugar.

—¿Cómo se atreve?—preguntó el mayor.

—¿De qué hablas?—contestó su madre con otra pregunta.

—¿Cómo que, de qué hablo? Del tipejo que rechazó a Jungkook, he invertido mi tiempo, mi dinero y mi amor en que mi hijo sea un alfa que nadie se atreva a rechazar, es imposible que no te quisiera con solo verte o tal vez es ciego. ¿Tiene alguna discapacidad? Puede ser que solo se sienta inseguro por tu belleza y popularidad, invítalo al palacio y conversemos sobre lo que está sucediendo para que lo reconsidere.

—Papá, no es eso, en verdad no me quiere, pero hay algo más.

—¿Qué es? ¿Qué demonios le hiciste para que te odiara tanto?

—Es un Luxure Ω.

Los ojos de sus padres se abrieron mucho más de lo normal y se observaron mutuamente intentando comunicarse por telepatía como si fuese posible.

—¿Estás bien, hijo? ¿No te hizo nada?—preguntó su madre tomándolo en sus brazos.

—No, pero su amiga intentó matarme y él me defendió. Básicamente, salvó mi trasero, por un momento pensé que podría funcionar, aunque solo fueron ideas mías. Yo dije que aceptaría su decisión y debo cumplirla por más difícil que sea.—explicó recibiendo las caricias de su progenitora.

—¿Pasaste mucho tiempo con él?—cuestionó el mayor.

—No, en realidad solo nos vimos en tres ocasiones y en la tercera me permitió dormir con él.

—¿Sucedió algo más?

—Solo dormimos abrazados, conversamos un poco, pero en todo momento se encargó de asegurarme que no me aceptaría.

—No pensé que esas criaturas tuvieran empatía con alfas, tengo entendido que son bastante complicados de tratar y siempre están alerta a cualquier amenaza.—comentó su madre aun abrazándolo.

—Los luxure Ω son omegas, aunque tienen más fuerza y son más peligrosos, como cualquier alfa frente a un omega. La gran mayoría le tiene recelo a nuestra casta, pero hay quienes se unen a alfas, de lo contrario se extinguirán, es un tema bastante complicado. No debemos temerles ni verlos como una raza tan distinta a la nuestra. Los Jeon hemos gobernado gracias a nuestra fuerza, valentía, pero el trono nos lo otorgó un Luxure Ω, esposo del primer rey de nuestro clan. Cuando todos peleaban por la supremacía absoluta, el esposo del jefe del clan Jeon comenzó con su plan de matar a cada jefe y cada primogénito de los clanes enemigos por una única razón, su marido sería el rey y no habría manera de que él o sus hijos corrieran peligro de ser cazados. En ese tiempo se les consideraba bestias y nadie tenía mucho conocimiento de su naturaleza, aunque la situación no ha cambiado mucho.

—¿No se supone que las muertes ocurrieron a causa del envenenamiento de parte del clan Jang?—preguntó el menor.—Los Jeon también denunciaron un intento de envenenamiento, por lo que se consideró que a los muertos les había pasado lo mismo.

—No, esa fue la última pieza del plan para evitar que nuestro clan fuera un posible sospechoso. El clan Jang fue el único contra el que no hubo atentados ni muertes, era el que más aliados tenía, perfecto para ser derrocado.—El hombre levantó la mirada hacia NamJoon observando su asombro.—Lo cuento frente a ti porque estoy seguro de que este secreto lo llevarás siempre contigo en total silencio.

El mencionado asintió frenético.

—No tenía idea de esto.—admitió su esposa.

—Hasta hace poco era la única persona viva que lo sabía y nadie me lo contó, solo fui muy curioso durante mi adolescencia y rebusqué en libros y reliquias viejas de la antigua biblioteca que ha sido un almacén literario durante muchas décadas. Es ahí donde encontré un libro que relataba lo que el hijo menor del rey consorte de esa era había escuchado de la boca de su padre poco antes de morir. Tal vez arrepentimiento o una advertencia, él jamás reveló su naturaleza y su hermano mayor lo protegió justo como su padre. ¿Alguien ha oído hablar de un Luxure Ω en la familia real?

Todos negaron.

—Si se descubría su naturaleza los Jeon hubiésemos dejado la corona hace mucho. El rey consorte solo tuvo dos hijos, mi abuelo, el rey Malor, alfa dominante y su hermano, el príncipe Doha, él tenía la misma naturaleza de su padre.

—El príncipe Doha nunca se casó ni tuvo hijos. Es ahí donde la posibilidad de que haya más Luxure Ω en la familia terminó.—soltó el menor haciendo cálculos en su cabeza.

—Mi hijo no es ningún idiota.—bromeó palmeando la mejilla de Jungkook.—Mi tío abuelo era bastante malhumorado, decía que jamás dejaría que un alfa tomara posesión de su cuerpo y así fue.

Todos estaban sorprendidos ante la historia, lo que había aprendido toda una nación, era erróneo y lamentablemente corregirlo no sería una opción.

—Lo que no entiendo es la extravagancia de sus nombres hasta ahora. El primer rey de nuestro clan fue Jeon DoHyun, pero después de él sigue mi bisabuelo, el rey Malor; mi abuelo el rey Maro; mi padre, el rey Mado y luego soy yo. ¿Por qué demonios me llamó Jungkook? ¿Se quedaron sin consonantes que tuvieran armonía con el nombre?—preguntó volteando hacia su madre.

—Fue una tradición que inició tu tatarabuelo, el consorte, de esa manera los reyes no tendrían nombres comunes como los de la población, pero he acabado con eso porque me parecía patético y yo te parí, tenía el derecho de hacerlo.

—Maxo sonaba bien en mi mente.—susurró el pelinegro evitando la mirada inquisidora de su madre.—Todo lo que acabo de escuchar no me ayuda a sentirme mejor, solo me recuerda que Jimin se parece al tío bisabuelo Doha.

—Lo más probable es que se sienta igual que tú, eventualmente te llamará para conversar, estoy segura.—lo consoló su madre y NamJoon palideció.

—No sucederá y tampoco debería importarme demasiado, pero este perro sucio es tan inútil que no puede soportar el rechazo, no soy yo quien está causando problemas, es él. Jimin es como cualquier otro omega, no tiene nada en especial y no va a destruir mi reputación haciéndome quedar en ridículo. Es momento de que mi lobo madure.—dijo intentando convencerse de sus palabras.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora