Mamá

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Leer guía y aclaraciones (el apartado 3), en mi perfil.

—¿Un qué?—cuestionó, pero Myung hizo una mueca de molestia.

—No me gusta repetir las cosas dos veces, le juro su majestad, que no tengo energías para hacerlo. Hoy me he levantado de mal humor y las noticias de que alguien de mi estirpe ha intentado destruir la paz en la que hemos vivido por siglos, me molesta mucho más de lo que piensa.—aseguró.—Yo nací para cumplir una labor en este mundo, al igual que mi ascendencia, justo como usted. No somos tan diferentes.—volvió que insinuar algo que solo el rey podría intentar entender.—¿Majestad?—preguntó al verle perdido en sus pensamientos.

—Príncipe Doha.—musitó el mayor con un poco de sorpresa en sus ojos.

Todos observaban la conversación tan extraña, algunas palabras eran inaudibles, como si se tratase de secretos entre dos personas que tenían mucho en común.

—Él murió hace muchísimo tiempo, Majestad.—contestó Myung Dae alejándose un poco de él, dejándolo completamente confundido.—Te entiendo, mujer. Logro sentir tu dolor, pero no puedo devolverte a tu hijo porque no hay un Dios que haya podido hacerlo. Atentar contra la vida de alguien de la familia real no hará más que iniciar una guerra entre castas y sabes quiénes serán los que sufrirán.—mencionó alzando la mirada hacia su hijo omega.

—Yo no quería hacer esto, pero ellos no tienen compasión ni con un cadáver.—respondió JiYoo y Daeun sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

—¿No me entiendes? Te estoy diciendo que está mal.—repitió algo irritado.

—¿Qué clase de mutación genética eres?—Había intentado ignorar lo asfixiante que era estar cerca de ese hombre, aun siendo de la misma naturaleza podía sentir el peligro.—Es como si te hubieras tragado a otro Luxure Ω y aún lo tuvieras dentro.

—Mujer, eso ha sido lo más hiriente que he escuchado de parte de un Luxure Ω en mi vida, pero déjame decirte que nací de un vientre común y tuve padres comunes. Es más, tengo un hijo.—explicó alzando la mano y el otro muchacho que lo acompañaba se acercó con pasos lentos como si tanteara el camino.—Él es Je...—observó a su alrededor y aclaró su garganta.—Preséntate, hijo.

Podría decirse que el chico vivía en una realidad diferente, hizo una reverencia para todos los que se encontraban ahí y finalmente dijo su nombre.

—Soy Doha, tengo quince años, también he nacido de un vientre convencional, papá tiene todavía la marca que le dejó la cesárea.

—Por lo menos, el siguiente no se ve tan intimidante.—susurró la amiga de Jimin en su oído.

—¿No crees es porque todavía es un niño? Me han dicho que lo trae consigo para enseñarle a defenderse solo.—respondió Jimin.

—En realidad, es para que aprenda a limitarse porque desde que se presentó no ha dejado de atacar inconscientemente a quienes están a su alrededor.—Entró a la conversación Lim; ya que, su oído era pobre de habilidades, pero podía leer cada palabra que salía a sus bocas desde que las pensaban.

—¡Esta no es una maldita reunión de bestias! ¡Los quiero fuera del castillo a todos o dispararemos y quiero ver si pueden esquivar balas!—soltó el jefe del cuarto militar, cansado de la situación y la conversación que estaban teniendo sobre sus irrelevantes habilidades.—¡Retírense!

Myung tomó a su hijo del brazo para abrazarlo.

—¿Puedes hacerlo?—preguntó y el menor cerró los ojos intentando concentrarse.

—Es difícil, son muchos.—respondió el menor.

—Ya veo, no te preocupes. Puedes intentarlo luego.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora