El jardin

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Myung fue claro, no debía salir del palacio, él se encargaría, sea quien sea terminaría en sus manos lo más pronto posible.

Los perros rastreros de la frontera fueron enviados a buscar información cerca de los centros de reunión de los cazadores con suficiente distancia para evitar ser asesinados.

Los novatos siempre hacían los peores trabajos en busca de aprobación y para Luxure Ω, no obtenerla significaba una gran deshonrra.

Se conocieron planes de ataque y atentados contra el gobierno, pero ni uno solo los dirigía a la verdadera razón de la búsqueda, el príncipe.

—Han pasado tres días desde la desaparición de su alteza real, el príncipe Jungkook, hijo de nuestro rey Mado, soberano de la nación. Lamentamos informarles que aún no tenemos noticias ni pistas sobre lo sucedido.—comentó la presentadora, apenada.—En primera instancia, se manejó la hipótesis de un secuestro por recompensa, pero han pasado tres días sin una sola comunicación por parte de los supuestos secuestradores y el caso toma mucha más seriedad al tener en cuenta otras opciones por las cuales podrían haber perpetrado este delito.

Jimin permanecía rígido frente a la pantalla de la televisión escuchando todo lo que decían los periodistas, sin mostrar una sola expresión, esto preocupó a Hoseok, quien había ido a cuidar de él en reemplazo de Taehyung.

—Minie, no tienes que aparentar estar bien, puedes llorar, puedes expresar tus emociones. No está mal ser vulnerable.—explicó tomando la mano de su amigo.

—No lo encontrarán.—respondió con una voz profunda.—A este paso mis hijos nacerán sin un padre y yo moriré antes de que cumplan dos años. Sin él, mi vida no durará mucho y he tratado de mantenerme en paz porque él me lo pidió por aquí.—dijo señalando su marca.—Si tan solo pudiera decirme palabras, podría ubicarlo, pero todo lo que recibo sin sus emociones fingidas para que yo no me altere. Sin importar como se sienta y cuanto miedo tenga de no regresar, él sigue enviándome su amor y su optimismo, pero hay ocasiones en las que corta su conexión conmigo y aunque no pueda sentir todo lo que le pasa, se que le están haciendo daño y es desesperante.

Hoseok se mantuvo atento a cada palabra hasta que el rubio presionó la mano tenía entrelazada con él.

—Ellos nacerán pronto, Hok. No tengo demasiado tiempo para encontrarlo y no puedo quedarme aquí, sentado, esperando a que me lo devuelvan.

—Si Jungkook estuviera aquí, diría que debes quedarte y guardar reposo, que él lo solucionaría todo. Niegame que esas serían sus palabras.

El rubio asintió sin dirigir su mirada hacia él.

—No está aquí, sus palabras no son importantes ahora cuando lo que necesita es ayuda.

Nadie estaba dispuesto a ayudarlo a salir del palacio.

NamJoon, Hoseok, Taehyung, Myung, sus suegros, todos le pedían reposo y paciencia, pero paciencia era lo que menos tenía.

—Es mi turno de cuidar de tí y he venido a entregarte unos dulces que a mi nieto seguramente le va a fascinar.—dijo el mayor acercándose a su hijo con una caja de dulces artesanales que pidió para él.—Se que no quieres comer porque la preocupación de no tener a tu esposo a tu lado, te hace daño, pero intentemos sobrellevar esto, estoy seguro de que lo encontrarán pronto.—comentó sentándose al lado suyo.

—Necesito que me ayudes a salir de aquí.—soltó el rubio intempestivamente haciendo que su padre reaccionara de inmediato de manera negativa.

—¿Qué dices? Eso es imposible, no haré tal cosa. Estás preñado, no puedes hacer nada por tu marido porque estoy seguro de que quieres salir para ir a buscarlo.—contestó con indignación.

—Se que no lo toleras, pero si dices quererme, me ayudarás a encontrarlo porque estamos enlazados de todas las formas posibles. ¿Lo entiendes? Moriré si le sucede algo y no se trata de un sentimiento, es una maldita necesidad que terminará por destruirme.—replicó tomando la mano de su padre sobre la caja.

El señor Park alejó su mano de la de su hijo y dejó los dulces sobre su regazo para levantarse de la cama.

—Si lo hago y algo te sucede, la corona no me lo perdonará, pero yo tampoco lo haré. No me hagas elegir entre su bienestar o el tuyo porque siempre voy a elegirte a tí.—sentenció caminando hacia la ventana.—Esperas que te deje ir hacia tu muerte solo por un hombre, eso no es justo. No puedo, ni  quiero hacerlo.—sacudió su cabeza sin voltear hacia su hijo.

—Estás dejando que la muerte venga hacia mí, no cambias el destino dejándome encerrado en este lugar.

El silencio se apoderó de la habitación, unos cuantos pasos y un portazo terminaron por dejar a Jimin sin una respuesta, solo tenía unos cuantos dulces artesanales y un inmenso vacío.

Él lo hará.

—¿Lo crees?

Estoy seguro.

Dos días más pasaron sin saber de su esposo o de su padre y la desesperación hizo que el médico acudiera de emergencia al palacio en tres ocasiones hasta que finalmente, su padre lo visitó.

—Lamento no haber venido antes, estuve ocupado.—se excusó acariciando su cabello.

—¿Estabas ocupado o querías evitar que te siguiera insistiendo?—cuestionó sin bajar la mirada que se mantenía en su progenitor.

—Espsraba que recapacitaras, pero no lo harás, ¿cierto?

Luego de su respuesta afirmativa, el tema cambió totalmente y hablaron por dos horas más de cosas sin sentido ni gracia mientras comían unos cuantos aperitivo.

La noche del quinto día llegó avecinando un nuevo dia de calvario para su esposo, pero Jimin no se quedaría más en el palacio.

—¿Cómo piensas salir de aquí? Debes haber tenido mucho para pensarlo.—preguntó de repente su padre.

—Llamaré Namjoon, pero antes de eso, necesito que vayas al estacionamiento, tomes tu auto y avances lentamente a la salida. Te veré en medio del recorrido y subiré en la parte trasera, así que, no asegures el auto hasta que yo haya subido, manten las dos ventanas delanteras abiertas y las otras dos cerradas.

El viejo esbozó una sonrisa al notar que, efectivamente, su hijo ya había planeado su salida del palacio.

—¿Para qué llamarás a NamJoon?—preguntó nuevamente.

—Para que se preocupe por venir aquí y baje la guardia. Tengo unos minutos para llegar a nuestro punto de encuentro y mi vientre no me ayuda mucho, es por eso que te puedes demorar unos minutos en el estacionamiento, saldré por el jardín trasero.—explicó—Jungkook me mostró un pasillo con muros hechos de enredaderas que le había sugerido Yoongi al jardinero con autorización de su padre y conecta con el enorme jardín principal por lo que solo tomaré ese atajo hasta la pista de salida.—contó colocándose los zapatos que su marido mandó a confeccionar por su estado y que no había querido ponerse.

Lamentaba haber rechazado su gesto, en ese momento lamentaba cada mal comportamiento que su esposo tuvo que soportar gracias a él.

—Si te vas sin mí o das aviso sobre mi escape, prometo que jamas me volverás a ver en persona.

—No está en mis planes traicionar tu confianza, hijo.














Seré sincera, no tenía las ganas suficientes de seguir ya sea por cansancio o porque no encontraba las ideas, solo intentaba escribir y terminaba durmiendo. He tratado de mantener equilibrio en estudio y trabajo, pero a veces no puedo pensar en nada más. Hice estos capítulos durante este tiempo, buscando las pocas gotas de inspiración que me quedaban hasta que volviera a sentir que podía continuar y aquí estoy, lamento la tardanza, aprecio que sigan leyendo esta historia.

Prometo esforzarme.

Luxure ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora