Tal vez no lo intenté demasiado, quizás algo me lo decía. Yo jamás dejaría de ser tuyo porque aun sin tocarnos ya nos pertenecíamos.
Miles de cuerpos, miles de aromas y un miserable acercamiento bastó para buscarte en todos ellos.
Quien diría que tu casta me brindaría amor y desesperación.
Mis barreras desaparecieron con el tiempo y se acrecentó el miedo a perderte. Estás tan dentro de mí que no encuentro la forma para sobrevivir sin ti y tú sin mí.
Te he dado todo lo que quieres y me has dado todo lo que quiero.
Me he preguntado, ¿qué puedo reprocharte? Y siempre termino pensando en dos cosas sin mucha importancia: Tu notoria debilidad cuando se trata de los gemelos y sus malos hábitos, y lo pesado que es despertar con tus brazos rodeándome como si durante la noche me pudieran dar ganas de escapar.
Los años han pasado rápido, los gemelos cumplen trece este fin de mes y aunque es una fecha de celebración, seguimos tomándonos por lo menos un par de horas al día para poder ir al lugar donde los restos de mi madre descansan en paz.
Sigues llorando conmigo cada año, sigues sintiendo el olor de nuestra sangre derramándose por todo ese espantoso salón.
Nunca olvidamos llevarle flores y una foto de los gemelos para que tal vez desde donde esté pueda verlos crecer.
De vez en cuando volvemos a ese día en nuestros sueños, una mirada es suficiente para saber que es lo que nos sucede. He aprendido a vivir con la mirada del reino sobre mis hombros.
La corona se disputa silenciosamente entre castas, mientras nuestros hijos crecen sin maldad, esperando a vivir una vida común y corriente, sin notar que su sangre real puede ser su condena.
Los gemelos, Yue y Aelius. Tan iguales a ti y tan iguales a mí, la naturaleza les dio facciones tan bien repartidas que nadie puede decir que se parecen más a uno de los dos.
Sus cabellos lacios han crecido tanto que se les corta de vez en cuando para evitar que este pase su cintura.
Dulces, ojos brillantes y mejillas regordetas. Un par de lunares repartidos en sus narices y abajo del labio, piel suave y llena de vida.
Una bella alfa dominante y un hermoso Luxure que todos confunden con omegas por su apariencia y aura pacífica.
Tal vez en unos años podremos contarles la razón por la cual muchos súbditos agradecen nuestro regreso a salvo en su cumpleaños.
Nadie olvida, nadie termina de entender qué sucedió, pero nadie debe saber.
El progenitor del rey consorte fue causante de su secuestro y el coma del rey. Tal vez esto quede enterrado entre los tantos secretos del linaje de la corona, así como el cuestionable y accidentado ascenso al trono de la familia real.
La sangre de todos los Luxure que nacieron y murieron en anonimato para evitar a toda costa la destitución de los Jeon.
Gracias a ti, gracias a tu temor al terror que vivimos, hiciste aquello que nadie jamás se atrevió a hacer.
—La Gran Corea prohíbe cualquier tipo, caza y persecución de Luxure's. Todos aquellos que sean encontrados infraganti serán encarcelados y condenados a muerte sin perdón alguno. Desde hoy se realizará una búsqueda intensa de todos los centros de entrenamiento de cazadores en las fronteras y las zonas alejadas de cada provincia de nuestra nación. No toleraremos un solo ataque más a ciudadanos que pertenecen a este país, no más clandestinidad, no más guerra entre castas. Todos aquellos ciudadanos de la Gran Corea, independientemente de sus géneros y castas, tienen derecho a la salud, seguridad y una vida digna.
Los flashes abundaban y aunque Yue estuviera luchando para no temblar ante tantas personas, su pequeño cuerpo ya lo dejaba notar, Aeluis la tomó de la mano brindándole la seguridad que tanto necesitaba.
Firme, me mantuve a tu lado abrazando sus hombros, esperando seguir siendo fuerte para mantenernos de pie ante todas las adversidades que seguirían después de esto.
—¿Qué sucederá si ellos cometen delitos? Son bestias incontrolables, no podemos confiarnos, majestad.—se atrevió a decir un reportero en la conferencia organizada después del mensaje que diste a todo el país.
—¿Está usted insultando al rey consorte y al heredero a la corona? Es así como yo lo interpreto.—respondiste sin una sola expresión de amargura en tu rostro.
—¡Majestad! ¡Debe ser encarcelado!
—¡Qué infamia! ¡El rey consorte está viendo esta conferencia en directo!
—Por derecho, la corona le pertenece a Aelius, no puedes hablar así del príncipe heredero sin importar su casta. —soltó otro reportero con indignación.
—Es esto lo que debemos erradicar.—terminaste de decir para levantarte de tu lugar y dirigirte hacia donde nos encontrábamos esperándote.—¿Ellos vieron la conferencia?
—No, han estado viendo una película en el iPad de Yue todo este tiempo.—respondí apuntando hacia los pequeños.
Hay muchas cosas por hacer y demasiados mitos que desmentir, ha sido muy difícil seguir en pie, seguramente seguirá siéndolo ahora que el sucesor a la corona no es nada más y nada menos que un Luxure, pero no hay mejor presente que el que tenemos ahora.
Aelius y Yue serán partícipes del cambio, tú y yo seremos sus guías.
La familia que tanto anhelé en silencio siempre estuvo conmigo. El padre que me crio durante toda mi niñez, un hermano ruidoso, un amigo incondicional, mi compañera de sobrevivencia y el alfa que luchó por tenerme a su lado dejando atrás todos sus estereotipos. Siempre estuvieron conmigo, incluida mi madre que descansa en algún lugar de la luna.
—Vamos a casa, les pedí a los cocineros que hicieran muchos postres y los llevaran a nuestra habitación.—dijiste con una gran sonrisa dibujada en el rostro.
—Ellos pensarán que estoy en cinta.—respondí esperando a que los gemelos subieran al auto.
—No lo sé, tal vez piensen que yo lo estoy.
—Papá Jungkook está preñado.—replicó Aelius a un guardaespaldas haciendo que se te subieran los colores al rostro.
—¡Nadie está embarazado!
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Luxure Ω
FanfictionLos alfa han gobernado por siglos a la gran Pangea en la cima de las especies como la más poderosa. Betas u omegas nunca pudieron enfrentarse a su evidente supremacía en todos los ámbitos. Si bien es cierto, existía una denominación de omega que pod...