Capítulo 23: "Regresa más fuerte"

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El sol no ha podido hacer su aparición detrás de todas esas nubes grises con la constante  y fría llovizna cayendo sin prisa por querer terminar y con las cosas que están pasando el día de hoy, el título perfecto sería una "día gris y triste"...

La única habitación donde las luces están apagadas, es la misma que da al jardín del patio trasero del lugar en el cual vive Connor. La fuente de agua ubicada en el medio del patio es receptor de las gotas de lluvia constantemente, aunque el sonido de la lluvia es lo único que tiene mayor protagonismo en el silencio que se desarrolla en toda la mansión.

Las manos de Siara, se deslizan sobre la sabana reconociendo que está acostada sobre una cama y tarda un poco más en estar del todo conciente para abrir sus ojos. Sin embargo, no logra ver muy bien con las luces apagadas aunque logra levantarse y  caminar en dirección a lo único que emite un poco de luz: el ventanal ubicado frente a la cama.
Puede sentir el frío del piso al caminar descalza hasta que llega a  descubrir el ventanal de las cortinas que la cubren dejando al descubierto el cuadro ocasionado por la lluvia.
Pasea su vista por el patio unos segundos, siendo conciente que nunca ha estado aquí hasta que dirige su atención a la ropa que trae puesta entre una remera negra que le queda grande y uno pantalón  que parece pertenecer a un conjunto de pijama. En ese momento, recuerda la lluvia torrencial mojandola e instantáneamente la imagen de Connor llega a su memoria junto con todo lo que le dijo.

“ — Christopher Mills...su verdadero nombre es Trevor Sherman....”

Nuevamente revive los sentimientos de impotencia y dolor como un choque a una pared sin previo aviso.
No quiere volver a perder el control nuevamente pero su cuerpo habla por sí solo, reaccionando a lo que ella quiere ocultar.

Comienza a dar cortas respiraciones, haciendo que le falte el aire. Busca a su alrededor una sola cosa, una persona que la saque de aquí y en vías de que él es el único que sabe todo, piensa en Connor.
Mira a su alrededor buscando la puerta de la habitación, aunque solo ve la puerta que lleva al baño pero antes de hallar la salida, sus ojos encuentran su propia imagen reflejada en un espejo.
Está lo suficientemente cerca como para verse en él y aún con la remera puesta, puede notar una marca acercándose debajo de su clavícula.
Ella reconoce a la perfección el origen de ello y ahora mismo solo puede pensar cual fue el objetivo que tuvo Trevor en hacer estos tipos de cosas, como si siempre quisiera dejar una marca de él en ella.
Con los ojos llenos de lágrimas pero sin derramar una sola de ellas, camina hacia el baño, abre la ducha y con la ropa puesta se mete debajo del agua.

Desde ahora, todos los recuerdos que involucran a Trevor como Christopher, comienzan a ser aterradores, reviviendo una y otra vez al hombre que ella creía, que la quería. En un intento de borrar esa marca y la sensación de haber estado con él, casi inconsciente y cegada por el dolor, se frota una y otra vez con fuerza las partes de su  clavícula y cuello, hasta que el toque a lo largo de sus brazos comienza a convertirse en rasguños como si así, pudiera contrarrestar el asco que le da esa imagen de Trevor en ella.

Connor, sin saber lo que está pasando, abre la puerta cuidadosamente pensando que Siara sigue dormida pero al no encontrarla sobre la cama, termina abriendo la puerta abruptamente.
— ¿Siara?— La llama rápidamente, encendiendo las luces hasta que escucha el sonido de la ducha. Nisiquiera lo duda, cuando nota la puerta cerrada la abre de un empujón encontrándose con esa devastadora escena.
En su primera reacción, cierra la ducha, alcanza una toalla y lo envuelve alrededor de Siara. Afortunadamente, no recibe el rechazo de Siara en esta ocasión, sino que termina refugiada entre sus brazos.

— Me siento sucia...

— No es así— corta Connor, sintiendo frustración por ella, impotencia por no poder aliviar su dolor.

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