Capítulo 64: "Yo no te traicione"

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El silencio de la mansión es prácticamente ensordecedor en este momento más aún con el silencio que está guardando Ethan.

— Ethan...— susurra Malia, como si tuviera miedo de que con una palabra más, lo rompieran peor. — Por favor, dime....— intenta tocar su mano pero Ethan se le adelanta.

-Ven conmigo— dice Ethan y tomándola de la mano la lleva rápidamente hacia la planta alta o mejor dicho hacia su habitación.

Allí, se acerca a la mesita de luz al lado de la cama, donde busca algo con movimientos nerviosos.

— Ethan, por favor...- sigue Malia, dolida por verlo así sin saber el motivo, sin embargo, cuando está a punto de decir algo más, Ethan regresa a ella con una pequeña caja cuadrada que ella conoce muy bien lo que contiene.

Guardando sus palabras, solo observa los movimientos de Ethan, mientras retira de la caja, la pulsera azul que él había roto hace mucho tiempo.
- Malia...— Habla Ethan, mirando directamente a los ojos, —Necesito que hoy más que nunca, recuerdes que esto...lo que pasó esa vez, no puede volver a pasar. Tu y yo, no podemos pelear...No te puedes ir y...

— Detente— corta Malia y con una expresión preocupada encierra la mano de Ethan entre las suyas. — Sea lo que sea, solo dímelo. Todo está bien— Malia, sonríe para Ethan tratando de que vuelva en sí pero la verdad es que el miedo que siente Ethan gira en torno a que su esposa no lo tome bien.
— Aquí estoy— sigue Malia, —Me quedaré aquí.

Ethan, parece tomar un pequeño respiro.— No te traicione— dice al fin, atento a la cara de Malia pero tampoco fue buena idea comenzar por allí.

La mano que está en contacto con  Ethan, se aleja de él. — ¿Estuviste.... tu estuviste con otra mujer?

— No, no...Malia— Ethan, da un paso hacia ella pero vuelve a retroceder.
— Yo no te engañe, te lo juro— declara Ethan, con total seguridad. — Jamás haría eso, tu eres la única mujer que amo.

Malia, tarda segundos en cambiar su expresión porque en definitiva no puede dudar de él y de esas palabras diciéndolo de esa manera.

— Te creo — Responde Malia, para tranquilidad de Ethan. — Pero...hay algo más ¿verdad?

Ethan, baja la mirada jugueteando con la pequeña caja entre sus manos.
— Cometí un...— No, de la boca de Ethan la palabra " Error" no puede ser pronunciada cuando una persona con su sangre está involucrada.
— Cuando te volví a ver, aquí, en Los Ángeles...días antes primero fui a San Diego. La verdad es que, yo decide ir a Los Ángeles, asumiendo la idiota idea de que estarías con esa basura— tensa su mandíbula al recordar a Trevor. — Estaba ciego Malia...— regresa su mirada a ella, — ciego de celos...Yo no te había olvidado, aún te amaba— la expresión derrotada de Ethan, duele mucho para Malia.
—Fui a un club, bebí mucho y...

— estuviste con una mujer— se adelanta Malia, seríamente.

— Yo no sabía quién era— se precipita Ethan, — Nisiquiera recordaba que esa noche pasó, en verdad yo...

— ¿Y por que lo sabes ahora?— indaga Malia, tratando de no pensar en la presencia de esa mujer.

— Bueno....— Ethan, traga saliva y evita totalmente la mirada de Malia.
— Es que...esa noche yo...— respira profundo, tratando de reunir valor.
— Ella quedó embarazada...— regresa la mirada a Malia, — Tengo una hija— anuncia lo más firme que su corazón le permite estar.

Es imposible leer la cara de Malia y tampoco está diciendo nada y, esto hace que Ethan comience a inquietarse.
— ¿Amor?— Se anima a decir pero su voz es la única que resuena en la habitación. — Malia...— Avanza lenta y cuidadosamente hacia ella.

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