Capitulo 74: El corazón de Iván

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Las personas más cercanas a Lara y Daniel, están al tanto de lo que encontró Connor y por lo tanto lo que piensan sobre la posibilidad de que ellos estén vivos. La misma información fue igual de confortable para Travis e Iván como para los demás ya que aunque no sea una prueba 100% factible, es algo al cual eligen aferrarse con la esperanza de volver a ver a Lara y Daniel con vida frente a ellos...

Parece que hasta el clima está dispuesto a hacer que la espera sea lo más gris posible ya que los días que siguieron a tal horrible acontecimiento, se convirtieron en días  nublados y lluviosos, para acompañar la espina de dolor clavada en el pecho de todos.

Sin la magnífica presencia del sol, las nubes cargadas y de tonos grises despiden una silenciosa lluvia sin la presencia de rayos o truenos. Los hombres de seguridad de Iván están protegidos de la lluvia bajo la cabina que se encuentra en la entrada, mientras que él está solo en la inmensidad de la sala de su mansión, tan silenciosa como tranquila. Una tranquilidad que a cierto punto, llega a lastimar.

Travis, sigue en su casa y va del Gimnasio H a cada uno de los lugares que iba con su hermana esperando verla sin descanso y a él, le toca esperarla allí con el anhelo de que Lara, le envía aunque sea la mínima señal de que está bien.
No puede negar el hecho de que llegó a sentir que era importante para ella cuando la vio arriesgarse de esa manera, aunque hubiera preferido mil veces que no lo haya hecho así.

Esta gran mansión también se convierte en una caja lleno de recuerdos, recuerdos de Lara y aunque no lo acepte abiertamente sabe que tiene más recuerdos vividos con Lara que con Lizzy.

Apenas, mira hacia la puerta principal y aún tiene guardado en su memoria esa mirada tan entusiasmada y cargada de emoción de esa adolecente  que hace apenas días había llegado de San Diego con su hermano mayor. En esa época el pasaba por sus veinte años y Lara, apenas cargaba con sus tiernos catorce años, mientras que Travis tenía cuatro años más que ella.

***Tiempo atrás***

— ¡Es enorme!- Habla Lara, apenas pone un pie en la sala de la mansión. Todo es tan lujoso y digno de un miembro de una organización que también es nuevo para Lara.

Hace apenas una hora, Iván los encontró frente a la empresa Davis y Asociados y le costó bastante convencer a Travis que venga con él. Solo pudo hacerlo cuando se atrevió a decirle que su hermana sería la perjudicada frente a cada grupo de pervertidos que merodean la zona.

Lara, parece tan inocente e ingenua frente al carácter duro que demuestra Travis, tan a la defensiva en cada paso que da.

— Son muy jóvenes para estar en la calle solos en esta ciudad— sigue Iván, ganándose más la atención de Travis que de Lara ya que ella está más entretenida por las obra de artes que ve alrededor.
— Pueden quedarse aquí...

-Solo por esta noche— Corta Travis, seríamente.

— Claro, como digas— Iván, hace el fallido intento de acercarse a Lara pero no puede. Es fallido porque Travis se interpone en su camino antes de que llegue a Lara. En su mirada, solo hay un sentimiento y mucha determinación el cual es el de no dejar de proteger a su hermana.
Solo esa mirada es suficiente para que Iván lo entienda así que respeta su espacio y permanece en su lugar.
— Les enseñaré sus habitaciones. Pueden tomar una ducha y cenaremos...

— ¿Cena?— Salta Lara, y las ojeras debajo de sus ojos, así como la palidez con la cual carga son señales de que no ha comido bien.

Luego de haber tratado tanto con personas rudas, peligrosas y frías, el presenciar esa expresión y ese brillo en sus ojos en su plena adolecencia es simplemente, reconfortante para Iván.
-Les pediré algo especial— asegura Iván, y se anima a sonreírle a Lara recibiendo la misma respuesta por parte de ella...

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