Capítulo 35: Oscuridad

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Trevor, disimula muy bien la cara de disgusto al oír y ver a Daniel. Con esto revive la escena en la cual Ethan, rescato a Malia aquella noche en la cabaña.
Siempre encuentran una fuerte razón que los motiva, algo que los moviliza a hacer hasta lo imposible para salvar a las personas que estiman y esto lo enfada.

— Eres como una segunda versión de Ethan— Dice Trevor, sonriendo amargamente. — Aunque noto una pequeña diferencia...- lleva su mirada a Ethan, — tu no fuiste capaz de matarte esa vez.

— Basta de provocaciones sin sentidos. Ya no tienes salida— Salta Ciaus, tratando de quitar a Trevor de la línea visual de Ethan, pero con eso, se gana la atención de Sherman y con esto, Trevor juega una más de sus poderosas y sucias cartas.

-Evans, otro estorbo en la vida de mi familia. Lástima que Hunter, quiso jugar a la familia feliz.

La expresión de Connor cambia totalmente con esta conversación y su cuerpo se tensa ya que siente que esta vez, no puede impedir que Ciaus sepa lo de Siara y Trevor.

— Además de Lía...- Continua Trevor, — tenía que llegar a otra parte, a alguien que le doliera tanto a ti como a Hunter— se señala la zona del cuello con una perversa sonrisa, haciendo alusión a las marcas que dejaba en la piel de Siara.

Ciaus, nisiquiera lo quiere pensar, mucho menos decirlo en voz alta y está deseando que no sea lo que está sospechando.

— ¡Esto será una masacre!— Interrumpe Connor, tratando de cambiar el hilo de atención, — Morirás de todas formas, así que sólo entrégate...

— ¿Qué hiciste?— corta Ciaus, con una cara que demuestra estar al borde del colapso nervioso, — ¿¡Qué hiciste!?— Repite a la par que da el primer disparo hacia Trevor y logra rosarle el brazo pero todos se ponen en alerta con este primer movimiento.

— Cada noche...— Sigue Trevor, anunciandolo tan fuerte como puede,
— estuvo conmigo, ¡ella fue mía!

Para Ciaus, es como si todo el ruido alrededor se silenciara, como si todo se escuchará a lo lejos y solo puede oír los fuertes latidos de su corazón.
No puede asimilar esto fácilmente, es demasiado, es muy difícil de imaginarse que su hija, su pequeña estuvo involucrada con él.

— Engañó a Siara— La voz de Connor, apenas es escuchada por Ciaus ya que sólo tiene a una persona como objetivo, cejado completamente por este sentimiento de odio total y de pura impotencia por no haberlo sabido antes, haciendolo sentir culpable porqué para él, esto significa que no pudo protegerla como lo habia prometido. Tocaron lo más preciado que tiene y eso no tiene ningún tipo de perdón.
Con este sentimiento consumiendolo y casi sin conciencia del peligro que esto significa, está decidido a avanzar pero hay algo que lo detiene, solo eso lo para.

— ¡¡Papá!!— Lo llama Siara, desde un lado de los bandos. Sus ojos están llenos de lágrimas cuando logra encontrarse con la mirada de Ciaus porque escucho lo que dijo Trevor.

Para un padre, para Ciaus, Siara sigue siendo esa pequeña niña, inocente y pura y, verla hace que reafirme  esa sensación. Tanto o más, como la vez que la vió por primera vez, quiere ir a abrazarla. En ese momento, pensaba que sólo él la podía proteger pero ahora, siente que falló.

Trevor, con su perversa mentalidad y una obsesiva venganza logro desestabilizar a todos así que, en cierto punto, parte de su objetivo fue cumplido.

La presencia de Siara, se transforma en un detonante, haciendo que todo explote de repente y el encargado de seguir esto, aprovechando la distracción de Ciaus, Connor y sus hombres, es Zac.

Ya que Siara esta totalmente al descubierto y si nadie lo ordena, puede llegar fácilmente a ella. Solo tiene una oportunidad y nisiquiera lo piensa dos veces.

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