Ahora si, definitivamente, este es el Daniel tranquilo, fuera de preocupaciones y del papel de mafioso ya que está dormido pacíficamente en la cama junto a Lía.
Ella, ha despertado hace unos minutos, conciente de todo lo que pasó durante la noche donde ninguno de los dos salieron de esa habitación y nadie, absolutamente nadie los molesto.Lía, puede estar segura de que Daniel esta dormido ya que el brazo izquierdo del joven que le sirve de almohada no siente cuando ella se levanta lo más furtivo que puede. Prácticamente no respira para escapar de la cama sin despertarlo y cuando consigue estar de pie, se toma su tiempo en admirar este cuadro simplemente perfecto.
El brazo izquierdo de Daniel sigue en la misma posición, seguro pensando que Lía sigue allí, con su torso desnudo, la manta solo llega hasta su cintura. Sus rebeldes cabellos ondulados, aún caen indiscriminadamente sobre su frente pero nada puede superar esa paz en la expresión de su cara.
Con esa imagen de Daniel, Lía recoje su ropa y en puntas de pie va al baño a tomarse una ducha.Sin embargo, Daniel se despierta cuando a sus oídos llega el sonido del agua cayendo de la ducha. Inmediatamente abre sus ojos y de la misma manera se levanta cuando la nota a su lado. Termina sentado en la cama vistiendo solo su boxer conectando los puntos de lo que está pasando, donde esta y más aún, con quién está. Conciente de esto último, dibuja una somnolienta sonrisa, se coloca su jean, mientras camina hacia el baño con claras intensiones de molestar a Lía, sin embargo, pierde vilmente al darce cuenta que la puerta está cerrada con llave.
— ¿Lia?— toca la puerta con constantes golpecitos sobre la puerta,
— Déjame entrar princesa.— ¡Hay otro baño!— Dice Lia, pero se delata riendo.
— Quiero estar contigo— sigue Daniel, — voy a derrumbar la puerta— espera una respuesta pero todo está en silencio, — Lo haré, a la cuenta de uno, dos...— Lía abre la puerta envuelta en una toalla aún con el cabello mojado.
— No puedes hacer eso...— Daniel, la atrae a él tan rápido como la ve y la besa.
— Buenos días princesa— susurra seductoramente sobre los labios de Lía y con la embriagadora fragancia del shampoo de la joven ya dirige su mano hacia el nudo que sujeta la toalla.
— Oye...- Los intentos de Lía, no son nada creíbles.
— dijiste que no me contenga— deja un lento beso sobre su cuello arrinconando a Lia contra la pared.
— ¡¡Ya basta!!— La puerta principal se abre abruptamente y antes de lo pensado, Megan aparece en el campo de visión de los dos, dejando todo el ambiente en cero.
— No puedes pasar...— Jack se une a ellos ya que venía detrás de Megan.
Tan posesivo y celoso, Daniel se pone frente a Lia y Jack, le tapa los ojos a Megan.
- Buenos días jefe— saluda Jack, sonriendo ampliamente mientras se coloca detrás de Megan, evitando que se mueva de su lugar y aún sigue tapando sus ojos.
Con esta situación un tanto incómoda, Lía ingresa al baño y Jack lleva a Megan a la habitación más cercana, mientras Joel entra con su inexpresiva cara y con sus manos en los bolsillos.
— Buenos días jefe— Joel, le da una mirada a Jack, quien sostiene la puerta de la habitación donde esta Megan, para que ella no lo abra.
— ¿Qué hicieron?— Dice Daniel, serio.
— La mantuvimos afuera toda la noche para ti— Jack, le guiña un ojo.
— ¡Tengo que trabajar!— ruge Megan.
— Lo siento jefe— sigue Jack.
— Además, ya amaneció y...— Joel se acerca a Daniel, - Nuestros hombres, localizaron su mansión.
ESTÁS LEYENDO
A través del Fuego
RomanceLa inocencia y la maldad o ¿es el angel y el demonio? El amor es confundido por el deseo pero lo más peligroso será salir de esa obsesiva venganza que destruirá todo a su pasó. Segunda parte de "A través de tus Ojos".