Capítulo 28: En las puertas del infierno

372 50 12
                                    

Abigail, puede sentir como su madre atraviesa con la mirada a Galliart y comienza a sentirse ansiosa, presa del pánico que está información significa para Zoe pero por el momento, solo puede pensar en una cosa, alejar a su madre de Galliart.

— Hay que irnos— anuncia, alejándose de Galliart para hacer que su madre la siga.

— Espera, Abigail...- se precipita Galliart, tratando de llegar a ella, sin embargo, la joven se gira hacia él con la frente fruncida.

— ya déjame en paz— Habla de manera cortante y puede visualizar una burlona sonrisa en la cara de su madre, — ya basta, Galliart— completa la joven, encontrándose con la confundida mirada de Galliart pero debe alejarse de él, por su bien aunque no lo quiera asi. Con está razón, termina caminando lejos de Galliart sabiendo que es peligrosa para él...

Malia, está muy concentrada en su trabajo, lo está haciendo lo más rápido posible para regresar a casa y estar más pendiente en su familia con todo lo que está pasando a su alrededor.
Ya está apunto de cerrar su laptop, cuando unos golpecitos en la puerta de su oficina, llaman su atención.

— Adelante- Habla Malia, esperando atentamente a que la puerta se abra y deje ver a la persona que acaba de tocar.
Solo espera una milésima de segundos cuando ve ingresar a su oficina a un hombre vestido formalmente, rubio, alto y con una fría sonrisa en su rostro.
- Buenos días— saluda Malia, sonriendo educadamente.

— Buenos días— contesta el individuo, cerrando la puerta detrás de él, — señora Clark— Pronuncia, con cierto tono arrogante.

Malia, se levanta de su lugar intrigada por esta persona en particular por el tono que percibe en él y el hecho de que no fue anunciado por la secretaría.

— Buenos días, señor...

— Mills, Christopher Mills— lo dice tan naturalmente, cuando detrás hay miles de sentimientos oscuros.

— Señor Mills— repone Malia, — Lo siento, pero mi intriga el motivo de su visita.

¿Un motivo? O más bien, un objetivo.
Trevor y sus calculadoras formas de afrontar este resentimiento que siente, lo traen hoy frente a Malia.
Hubiera preferido retrasar un poco más este encuentro pero a riendas de que Siara ya sabe la verdad, sus planes serán más difíciles de realizar si no se adelanta.

— Negocios, solo negocios.

— ¿Negocios?— Malia, trata de pensar  en alguna cita que haya tenido para hoy pero sabe que es imposible que se le haya olvidado, aún así, abre su agenda para buscar. — ¿Teniamos una reunión con usted?— levanta la mirada hacia Trevor y lo descubre mirando seríamente en dirección al portaretrato que está sobre su escritorio. La misma tiene una fotografía de Ethan, los mellizos y ella cuando sus hijos apenas tenían dos años. — ¿Señor Mills?— Salta Malia, captando su atención.

— Así es— repone Trevor, regresando en si.

— Ya veo...— Según la agenda de Malia, hoy no tiene ningúna reunión. Como último recurso, va por una de las carpetas donde se encuentran los proyectos a realizar, por si allí está apuntado el nombre de Christopher Mills. — Siento mucho  que no lo recuerde...— Habla de espalda a él, ojeando la carpeta cuando la alarma contra incendio empieza a sonar, alterando todo el ambiente en la empresa.

— Es un incendio— alcanza a decir Malia pero cuando voltea, ve a Trevor sobre la puerta cerrada, con una fría sonrisa plantada en su rostro.

Es una escena escalofriante, con el fuerte ruido de la alarma de fondo, el movimiento de las personas en los pasillos corriendo hacia la salida y peor aún, el olor al humo que se filtra débilmente aún pero la sombría expresión del sujeto que Malia piensa que es Christopher, la comienza a inquietar.

A través del FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora