Capítulo 41: Por última vez.

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Es  un escenario un tanto usual y cotidiano, con un día más marcado sobre el calendario y uno más, de los climas típicos de esta fría estación del año, sin embargo, esto puede ser celosamente recordado para Daniel.

Sin entender de qué se trata, ¿por qué Aiden la trajo aquí cuando su padre le había dicho que debía ir a una revisión médica? Lía, camina a pasos lentos y dudosos sobre el camino de piedras que lleva en dirección a unas grandes puertas de una mansión, la cual está siendo ocupada ahora, por una sola persona.

Lo único que no sabe y de lo cual no se ha percatado aún, es que a unos metros más allá de donde ella está, Daniel la está observando, recostado contra el tronco de un árbol.

Él puede guardar este cuadro en lo más profundo de sus recuerdos para que nadie los toque, nadie más que él.
Aunque, desde la posición en la cual está, los deseos de quedarse lo lastiman pero ya tomó una decisión y, hasta el mismo Ethan, lo sabe...

*** Tiempo atrás***

— Quiero ver a Lía— Sostiene Daniel, frente a frente a Ethan, luego de haber llegado a la mansión Clark, al cabo de un día, como lo había dicho a Connor. Sin embargo, apenas llegó frente a la mansión y no tuvo más que esperar a que Ethan, salga para verlo ya que esa fue otra de sus órdenes. Es así que los dos terminaron solos, en el jardín trasero, fuera de la vista de Lía y Malia.

— ¿Dónde está?— Habla Ethan, seríamente. — Trevor...

— Está muerto— confiesa Daniel, sin titubear siquiera pero aún puede notar cierta inquietud en la expresión de Ethan sobre ese tema pero es comprensible luego de la supuesta muerte de Trevor, la primera vez.

- ¿Dónde está su cuerpo?

Daniel, no demuestra ningún tipo de expresión, — Es ceniza ahora. Puede ser que tengas dudas pero no miento. Lía y todos ustedes, están a salvo ahora...

—¿Por qué lo hiciste?- corta Ethan, sosteniéndole la mirada a Daniel pero la respuesta se hace rogar.

El viento, chocando contra ellos y moviendo las copas de los árboles más cercanos, haciendo que las hojas se despidan de las ramas y caigan al suelo, revoloteando con las que ya se encuentran allí, parece tener el cuadro perfecto para una escena épica de suspenso, más con la expresiones enigmáticas de los dos.

— ¿Usted se preguntó lo mismo, en el pasado?— sigue Daniel, rompiendo el silencio entre ellos.

- ¿Es por Lía?— Una pregunta, que más bien suena a una afirmación.
— Yo lo hice todo, pensando en Malia. Ella era la única capaz de destruirme con una sola palabra y al mismo tiempo, yo podía hacer eso, si alguien se atrevía a lastimarla— coloca sus manos en los bolsillos de su pantalón y da media vuelta, — Sé que quieres a mi hija, ese sentimiento, lo conozco muy bien. Sin embargo, tu y yo sabemos, que no siempre podemos protegerlas de absolutamente todo pero al menos podemos hacerlas feliz...— dibuja una leve sonrisa de lado, la primera que Daniel logra presenciar. — Aunque me cueste aceptarlo...— inclina la cabeza hacia atrás, mirando las hojas de las árboles caer, — Cuando yo no pude cuidar de mi hija, tu lo hiciste— regresa la mirada a Daniel, — Tu la cuidarás, ¿verdad?

Podía esperar cualquier cosa viniendo de Ethan y de esa expresión tan seria que le da a Daniel, pero esas palabras, lo tomaron por sorpresa

— Lo prometo— Contesta firmemente Daniel, sin esperar ni un solo segundo para hacerlo. — Pero...— hace una mueca de disgusto ahora por tener que seguir hablando, — tengo que irme un tiempo y no podré verla...

— Eso no quiere decir que la dejarás completamente— Ethan, se reincorpora frente a Daniel, — conozco a la perfección esto y ya sabía lo que ibas a hacer.

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