A través del Fuego

Capítulo 19: "Ella es importante para mí"

La descripción que Aiden le dió a Ethan, le importó muy poco cuando escucho las palabras que le había dicho Daniel, respecto a su hija. Ahora teniéndolo de frente, la fría mirada de ese jovencito le recuerda a Leo y extrañamente a él también en aquella época, en su pasado.
Quisiera verlo flaquear un solo segundo pero Ethan, no tiene esa oportunidad ya que a cada paso que da hacia Daniel, en todo momento lo ve con la misma expresión cuya emociones no son fácilmente leídas, con esa  mirada como si no estuviera dispuesto a bajar la guardia o incluso, bajar la mirada ante nadie.

— Daniel— Pronuncia Ethan, deteniendo sus pasos a una distancia prudente del joven pero él ni se inmuta, si dar  señales de querer contestar. — Tu eres el hijo de Leo— Afirma Ethan, mirándolo de arriba a bajo para ver si logra tener una sola reacción de él. - Debes suponer porque estoy aquí— Ninguna respuesta, — ¿Acaso no hablas?— ruge Ethan, frunciendo el ceño, impaciente.

Daniel, desvía la mirada hacia el joven que está junto al auto, siendo este  Aiden y allí está su respuesta del porque, Ethan está aquí.
-¿Qué más debería agregar a las palabras de su guardaespalda?

— ¿Por qué te crees con el derecho de proteger a mi hija?— Salta Ethan, fulminandolo con la mirada. -Nunca te he visto cerca de ella hasta ahora, así que supongo que hace muy poco tiempo la conoces. Lia, es muy inocente, confía en todos sin excepción...

— Señor Clark— interrumpe Daniel, — subestima a su hija. Además, ¿por qué no tengo derecho a protegerla? ¿No puedo cuidar  a la chica que me gusta...— antes de terminar la última palabra, Ethan ríe sin humor alguno solo para evitar perder el control.  -Usted hizo lo mismo— sigue Daniel, — Escuché historias sobre todas las cosas que hizo por proteger a su esposa. Cuando corto el tránsito de la ruta principal, llenandolo de autos con sus hombres, todos dirigidos a una cabaña la cual termino en llamas. También el alboroto que formó en una clínica privada, burlando la seguridad del hombre que secuestro a su esposa. El más importante, asesinó al líder de  la mafia rusa y los traicionó a todos ellos, formando una gran organización que luego le cedió a mi padre– hace especial énfasis en la última palabra,
— Entonces, ¿por qué yo no puedo pelear por su hija?

— ¿Estas comparando el amor que siento por Malia, con el cariño que le dices tener a mi hija?— Pregunta Ethan, con la mandíbula tensa.

Daniel, le sostiene firmemente la mirada sin intenciones de disminuir ni un poco la tensión en el ambiente que provocan los dos. De la misma manera, el joven se atreve a dar un paso hacia Ethan, — Si— responde seríamente, — y usted, señor Clark no tiene derecho a pensar que es la única persona que puede amar a alguien de la manera que lo hace.

El buen humor de Ethan, termina por esfumarse ahora mismo.
— Tu no sabes absolutamente nada— ruge.

- Tiene razón, no lo sé pero usted tampoco sabe lo que puede sentir su hija. Jamas dije que ella estuviera saliendo conmigo, simplemente vino a enfrentarme con esa idea, además ¿qué tendría de malo eso?  ¿tiene miedo que se meta con alguien igual a usted, a como era en su juventud? Déjeme decirle que no puede controlar los sentimientos de su hija...

— ¿Y tu si puedes?

— No, ni yo, ni nadie-Afirma Daniel, — si su objetivo es tratar de asustarme y que me alejé de esa chica...—  ríe sin humor, — está perdiendo su tiempo señor Clark, porque en primer lugar, ella se acercó a mí, me repitió que sería su amigo y yo lo acepte y..— no hay ninguna pizca de duda en Daniel,
- sostengo lo que le dije a su guardaespalda, voy a protegerla de quien sea— definitivamente esas palabras y la forma en la cual lo dice, toma por sorpresa a Ethan ya que no esperaba oírlo de él.

—¿Por qué lo harías?— indaga Ethan, relajando extrañamente su expresión.

— Porque Lía, es una chica muy especial. Ella es importante para mi, como lo es para usted– Daniel, espera alguna mala reacción de Ethan, cualquier cosa sería válido viniendo de él cuando se trata de su hija, sin embargo, Ethan no dice nada, mirándolo directamente a los ojos por unos segundos hasta que guarda sus manos en los bolsillos de su pantalón, gira sobre sus talones y termina por caminar de espalda a Daniel.