Aristine¹

4

—¡Hk...!

El sonido de la gente jadeando se filtró simultáneamente entre la gente de Irugo. Las expresiones en su rostro mostraban que no podían creer lo que acababa de decir Aristine.

La expresión de Durant también fue todo un espectáculo.

Todos reaccionaron como si acabaran de ver explotar una bomba frente a ellos.

—Ehem.

Durant tosió un poco para despejar la atmósfera.

—No es eso; algunas bestias demoníacas fueron avistadas.

Y entonces su futuro esposo partió apresuradamente, aparentemente.

Aristine se dio cuenta de lo que estaba pasando.

'Así que no solo está cazando, está cazando bestias demoníacas'.

Si ese era el caso, entonces era comprensible que estuviera ausente cuando llegara su futura esposa.

'Sin embargo.'

—¿Por qué no me dijiste eso desde el principio?

A pesar de que la pregunta de Aristine fue aguda, Durant respondió con calma, sin un solo cambio de expresión.

—Usted preguntó dónde estaba, y yo simplemente le respondí.

Ante esas palabras, Aristine hizo una pausa.

De hecho, tenía razón. No le mintió exactamente.

Aristine miró a Durant y levantó ligeramente la comisura de los labios.

'Mentir no es la única forma de ser engañoso.'

Era la primera vez que se conocían y la otra parte desconfiaba de ella, por lo que quizás darle una impresión más favorable sería mejor para ella.

Simplemente dar una sonrisa apropiada y estar de acuerdo con todo podría ser lo mejor. Porque la primera impresión de uno fue importante.

Sin embargo, Aristine no tenía intención de hacer eso.

Esto era diferente a cuando ella estaba en el imperio. Ahora que estaba fuera de ese lugar repugnante, Aristine planeaba actuar como quisiera en Irugo.

'Ya terminé de encorvarme.'

Si lo dejaba pasar en su primera reunión, él podría pensar que estaba bien seguir dándole información engañosa en el futuro. Este tipo de cosas tenía que quedar claro desde el principio.

'Estas personas desconfían de mí y no les agrado.'

En otras palabras, no esperaban nada de ella, así que ¿eso no significaba que no necesitaba cumplir con las expectativas de nadie?

—Solo decir la mitad de la verdad y llevar a alguien a una conclusión equivocada también es engañoso.

Un destello de vergüenza apareció en los ojos de Durant por primera vez.

Cuando Aristine miró directamente a esos ojos, sus propios ojos se curvaron.

Durant se quedó sin aliento por un instante.

La mezcla de polvo, sudor y suciedad hacía que su rostro se viera sucio pero, extrañamente, la princesa era cautivadora.

Quizás fueron sus ojos morados los que parecían reflejar un cielo naciente.

—Espero que no me engañes a partir de ahora.

* * *

Durant le sugirió a la princesa lavarse y cambiarse de ropa antes de ir al palacio. Sin embargo, las protestas vinieron inmediatamente del lado de Silvanus.

[¿A qué te refieres con lavar? ¿Cómo te atreves a llamar sucia a nuestra princesa?]

[Debes tener algún motivo oculto para querer vestir a nuestra princesa con ropa de Irugo antes de que entre al palacio.]

Hasta entonces, estaban actuando como si no les importara lo que hiciera la princesa, luego de repente comenzaron a actuar como si les importara, dejando a Durant sin palabras.

Las conversaciones iban y venían varias veces, pero la desvergonzada gente de Silvanus no retrocedió.

Al final, Durant retrocedió porque no quería causar un conflicto mientras su señor estaba fuera.

—¿Está realmente bien llevarla al palacio con ese aspecto?

—Ya viste, no hay otra opción.

—No hay razón para escuchar a esos cabrones de Silvanus.

—¿Y provocar un conflicto nacional en medio de un matrimonio político? ¿Vas a lidiar con las consecuencias?

—Sin embargo, mira la forma en que están actuando. Creo que habrá un conflicto incluso si no hacemos nada.

Él estaba en lo correcto.

Era obvio que el rey de Irugo se sentiría insultado al ver a la princesa y su delegación.

El rey quería un final completo de la guerra.

Por lo tanto, no pondría fin al matrimonio político, pero definitivamente tendría críticas que agregar. Y esa crítica llegaría intacta a su señor.

Además, teniendo en cuenta la actitud grosera de la gente de Silvanus, estaba claro que pretendían provocar una disputa.

—Aun así, no deberíamos ser nosotros quienes iniciemos ese conflicto.

Ante esas palabras, los guerreros cerraron la boca.

Durant solo podía esperar que nadie estuviera en el palacio de Tarkan.

Aunque es una vana esperanza.

Aún así, era reconfortante saber que el rey rara vez salía en persona.

—Por cierto, no esperaba que la princesa fuera así.

Todos sabían que sus palabras no se referían a su apariencia desordenada.

—Cierto. Ella es tan diferente de lo que esperaba.

—Nuestro señor, ehem, debe ser bastante tímido... ¡pfft!

Un estallido de risa burlona se extendió sobre los guerreros.

Cuando lo escucharon por primera vez, se sorprendieron con la guardia baja e incluso se alarmaron, pero cuanto más lo pensaban, más divertido era. La única persona que diría tal cosa sobre su señor era la princesa.

—Ella me gusta.

—A mi también.

—Mn, ella es mucho mejor de lo que esperaba. Aunque me sorprendió la primera vez que la vi debido a ya sabes qué.

Durante escuchó a los guerreros charlando y se volvió para mirar el carruaje en el que viajaba la princesa.

El carruaje era tan llamativo y extravagante que costaba creer que transportara a una princesa vestida como una mendiga.

Se preguntó cuál sería la historia completa.

Para él era natural pensar de esa manera.

No había olvidado cómo se veían los ojos de la princesa cuando la vio antes. Incluso cuando su rostro estaba hecho un desastre, sus ojos brillaban como estrellas en el cielo nocturno.

Sus ojos eran claros como si pudiera ver a través de cualquier cosa, sin embargo, su mirada era como un mar profundo, impidiéndote atreverte a mirar más profundo.

Durant pronto sacó esos pensamientos de su mente. Su maestro era lo más importante para él.

—No se limite a mirar el exterior. Los cabrones de Silvanus son astutos; no sabes lo que están pensando por dentro. Es posible que la princesa haya venido con el objetivo de salvar la vida de nuestro señor.