Episodio 14: Tú, sé mi colega
La primavera todavía estaba en su apogeo, pero los pétalos del magnolio ya estaban cayendo. Sin embargo, el verde fresco de sus ramas era excepcionalmente deslumbrante.
Era un tranquilo día de primavera.
Pero debajo del árbol de magnolia, algo incompatible con esta atmósfera estaba ocurriendo.
—¡Atrápalo!
—¡No dejes que ese bastardo se escape!
El equipo pesado caía a martillazos, rechinando duramente en los oídos. Pero incluso más rudo que eso fue el movimiento de los hombres.
Sus cuerpos estaban templados como lingotes de hierro y, juntos, parecían trozos de acero. Todos estaban tratando desesperadamente de atrapar a un hombre.
El hombre perseguido pudo resistir durante bastante tiempo, pero finalmente fue atrapado.
—¡Eres la vergüenza de nuestra fragua!
—¡Por tu culpa, la reputación de nuestra forja Catallaman se está arruinando!
—¡¿Sabes cuánto nos desprecian esos tipos en Dolten Forge?!
—¡Dicen que si una herrería puede tener a alguien tan estúpido como tú, entonces cualquiera puede entrar!
Debido a que tomó bastante esfuerzo atraparlo, los hombres estaban más agitados mientras presionaban el cuerpo del hombre hacia abajo.
El hombre se resistió ferozmente, pero no pudo librarse por completo de los apretados agarres que lo sujetaban.
—No sé por qué un bastardo como tú todavía está en nuestra forja.
—Es porque el Maestro es demasiado amable.
Maestro.
Ante esas palabras, el cuerpo del hombre se estremeció.
—Deberías saber cómo irte por tu cuenta cuando estás dañando la reputación de la gran fragua Catallaman.
Tal vez tenían razón.
Por su culpa, la reputación de la ferrería Catallaman como la mejor ferrería de Irugo iba decayendo día a día.
'¡Pero...!'
Rechinó los dientes pero en ese momento...
—No te preocupes. Si no tienes el coraje de irte, te ayudaremos.
Mientras decía eso, uno de los hombres sacó algo de su pecho. Era una hoja con un tono plateado.
El hombre supo al instante lo que era.
¿Cómo podría no saberlo? Era una daga que había hecho con sus propias manos.
Los hombres presionaron sus pesos contra el cuerpo del hombre y sujetaron sus manos al suelo.
Era obvio lo que estaban a punto de hacer.
Los ojos verde oliva del hombre se abrieron y comenzó a temblar inmensamente. Retorció su cuerpo, resistiéndose locamente.
—¡Mmppph! ¡Mmph!
A pesar de que su boca estaba bloqueada, gritó esperando que alguien lo ayudara, pero no había nadie alrededor.
Lo único que recibió fueron las maldiciones de los hombres que lo presionaban.
Su mano derecha, que estaba sujeta por varias manos, ni siquiera podía temblar. La brillante daga plateada se acercó más y más.
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Aristine¹
RomanceParte I Olvida a mi esposo, iré a hacer dinero. ---------✧--------- Publicada: 27/03/23 Finalizada: 27/03/23 ------------------- Esta historia no es mía, solo la traduzco.