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Episodio 15: Hng

—Escuché que fuiste a Catallaman con Mukali.

—Mmm.

Aristine bostezó mientras asentía con la cabeza. Esta fue su primera salida adecuada desde su encierro. Aunque la mayor parte del tiempo bebía té y hablaba, se sentía muy cansada.

—¿Qué hiciste?

'¿Hm? ¿No se lo dijo Mukali?'

Aristine inclinó la cabeza y luego respondió.

—Exploré.

—Explorar.

Tarkan murmuró. Por alguna razón, no le gustaba cómo sonaba.

—¿Un herrero, supongo?

—Mhm.

—¿Hay algún herrero que se vaya de Catallaman?

Era el lugar soñado para todos los herreros. Había herreros que pertenecían al palacio real, pero sus habilidades eran inferiores a las de la fragua Catallaman o la fragua Dolten.

Naturalmente, estaban principalmente a cargo de la reparación de artículos, pero eso mostraba cuán prestigiosas eran esas forjas de herreros.

—Había.

—¿Qué?

—Será mío.

Aristine no pudo evitar bostezar de nuevo mientras respondía.

Estaba en la cama tratando de dormir pero Tarkan no dejaba de hablarle, así que ella estaba respondiendo.

Tarkan no parecía particularmente cansado porque estaba sentado en la cama, mirando a Aristine.

—Él... ¿será tuyo?

—Mmm.

Tarkan quiso agarrar a Aristine por los hombros y sacudirla cuando ella respondió con tanta indiferencia. Quería saber qué significaba eso exactamente y qué estaba pasando. También quería saber qué clase de bastardo era este.

Sin embargo, Tarkan no pudo hacer nada.

¿Qué había que decir?

Aunque estaban casados ​​entre sí, eran más o menos socios comerciales. Sería extraño preguntar tal cosa.

'Espera no.'

Tarkan cambió de opinión.

Como socio de negocios, necesitaba saber qué tipo de bastard-... no, qué tipo de empleado estaba obteniendo Aristine. Por supuesto, este problema actual era asunto personal de Aristine y no tenía nada que ver con Tarkan. Pero mientras estuvieran conectados políticamente, cualquier cosa que ella hiciera también lo afectaría a él.

'Solo necesito confirmar.'

Y también debe hacerle saber que no debe involucrar emociones románticas personales cuando se trata de los asuntos diarios. De lo contrario, el negocio de su socio podría quebrar.

—Creo que es un tipo raro.

Esas palabras derramaron agua fría sobre Aristine, quien se sentía muy satisfecha con su primer recluta.

Los ojos medio cerrados de Aristine se abrieron y miró a Tarkan.

—¿Por qué?

—No puedo ver por qué va a dejar la fragua de Catallaman y venir al palacio real.

—Incorrecto. Él no vendrá al palacio real; él viene a mí.

Aristine dijo con firmeza.

Este era su negocio personal que no tenía nada que ver con la familia real.

Aristine¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora