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Episodio 23: Solo quería ganar dinero.

-¡Ta-da!

Aristine le tendió una copa de cristal transparente. Dentro del vaso lleno de agua había un bisturí sumergido.

-¡Ya está!

El día que las criadas se escondieron en su dormitorio, Aristine completó su trabajo con el bisturí. A pesar de que los últimos días habían sido ajetreados debido a eso, todavía llevó a cabo la inspección final.

Y éste fue el resultado.

Tarkan miró a Aristine, que estaba radiante de sonrisas, luego su mirada se volvió hacia el cristal.

El bisturí sumergido en agua no se veía muy diferente al que había visto antes. En comparación con lo ocupada que había estado, los resultados se sintieron un poco planos.

Pero ahora volverá temprano.

Eso solo fue muy satisfactorio.

-Si lo dejas así, ¿no se oxidará bastante rápido?

-¡Huhuhu!

Aristine sonrió con picardía, como un gato intrigante.

Tarkan enarcó una ceja.

-Dejé esto en agua durante diez días.

-¡¿Qué?!

Tarkan, que había estado apoyado despreocupadamente en la cama, se incorporó rápidamente.

La cama tembló y Aristine casi derramó el agua. Rápidamente agarró la taza con ambas manos y logró recuperar el equilibrio. Lanzó un suspiro de alivio y le lanzó una mirada a Tarkan.

Sin embargo, Tarkan estaba demasiado ocupado mirando el bisturí como para darse cuenta.

Al ver esto, Aristine se sintió orgullosa una vez más y se rió.

-¿Cómo?

Podía sentir la conmoción de Tarkan por esa breve pregunta.

-¡Jeje!

'¡Yo tampoco lo sé!'

Aunque Aristine no tenía ni idea, orgullosamente hinchó el pecho y sonrió.

'¡Probablemente fue alguna reacción química!'

Dejando a un lado las cosas importantes, esto significaba que no habría problemas en su uso.

Tarkan estudió el bisturí cuidadosamente mientras Aristine giraba el cristal para mostrar cada detalle.

-No es que no se oxide en absoluto.

-Esto es más que suficiente.

Tarkan le aseguró.

Aristina asintió con la cabeza. Ella también pensó que era más que suficiente.

'Ritlen hizo un buen trabajo.'

-No puedo creer que hayas hecho algo como esto.

Tarkan apartó los ojos del bisturí y miró a Aristine.

-Je, tu esposa es ese tipo de mujer.

Aristine se cruzó de brazos juguetonamente y asomó la nariz al aire.

Tarkan se rió una vez que vio eso.

Había velas parpadeando a su alrededor y cortinas de encaje revoloteando en el aire. Además, la cama estaba llena de pétalos de rosa. El fondo no encajaba del todo, pero por alguna razón, parecía bastante bueno.

Aristine¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora