Aristine¹

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—La unión de estos dos no es la simple unión de un hombre y una mujer, sino un sagrado... para poner fin a la hostilidad de larga data entre Silvanus e Irugo... a través de este matrimonio, estos dos países lograrán la paz y la armonía...

Las palabras del sacerdote se prolongaron durante mucho tiempo. Estaba bastante conmovido, por lo que habló con más pasión de lo habitual.

'¡Deseemos bendiciones para el futuro de estos novios...!'

Las personas suelen ser las más susceptibles a lo que ven. Ya se había sentido inspirado por este matrimonio por la paz, por lo que su entusiasmo se duplicó.

Miró a Tarkan y Aristine que parecían unos dioses y pronunció sus últimas palabras.

—Ahora, pueden besarse para sellar su voto.

*Retroceder.*

Aristine sintió que el cuerpo de Tarkan se tensaba por un momento mientras sostenía su brazo.

Cuando se volvió para mirarlo, se dio cuenta de que estaba bastante desconcertado a pesar de que estaba tratando de controlar su expresión.

Sin embargo, Aristine no pudo entender su vacilación en absoluto.

En las bodas, un beso de afirmación era un procedimiento fundamental pero importante. No fue como si este evento hubiera surgido de la nada, por lo que no entendió por qué estaba tan desconcertado.

'Hmm, dijeron que la gente se emociona el día de su boda. Parece ser que es un hombre muy tímido.'

Cuanto más esperaban, más tímido se ponía él, así que sería mejor si ella le echaba una mano.

'¡Terminemos de una vez!'

—Está bien, Tarkan.

Aristine le dio unas palmaditas en el brazo a Tarkan.

—Es solo una parte de tu cuerpo tocando otra muy brevemente. No necesitas ser tan tímido.

Tarkan miró a Aristine, quien le hablaba seriamente mientras lo miraba a los ojos, y se sintió un poco sin palabras.

Aristine lo estaba tranquilizando e incluso le dio un leve asentimiento con la expresión más confiable en su rostro.

—...

¿Tímido? ¿A quién diablos estaba llamando tímida?

Si alguien era tímido aquí, ¿no debería ser la nueva novia?

Sin embargo, la nueva novia, que se esperaba que fuera tímida y avergonzada, estaba acariciando a su nuevo novio con sinceridad y diciéndole que confiara en ella.

Cuando Tarkan no dijo nada porque estaba estupefacto, Aristine pareció interpretar su silencio de otra manera y le apretó el brazo como si quisiera infundir valor en él.

Los ojos de Tarkan se crisparon ante el movimiento de la mano suave que se apretaba alrededor de los músculos de su brazo.

—Realmente no es gran cosa.

—¿No es gran cosa? ¿Lo has hecho lo suficiente para decir eso?

El mismo Tarkan no sabía por qué hacía ese tipo de preguntas.

Incluso si había besado a otro hombre en innumerables ocasiones, no tenía nada que ver con él.

—¿Qué, por qué lo tomas de esa manera? Todo lo que digo es que solo se tocan dos partes del cuerpo, así que no es gran cosa.

Aristine susurró como si estuviera frustrada.

La ceja izquierda de Tarkan se arqueó.

Entonces, ¿está diciendo que lo ha hecho mucho con otro chico o no?