21st Century Girls.
Pasé el resto del día ayudando a Emma en todo lo referente al baile, que no tuve tiempo de invitar a nadie, pero eso no valía como excusa, pues... no me tomé la molestia de buscar una cita. Dos chicos del mismo año que yo, se acercaron a mí y pensé que uno de ellos me invitaría al baile, pero solo me preguntaron si era cierto que Nic Brisley me había rechazado para ir con otra. Para colmo, toda mi clase estaba al tanto de que Nic rechazó mi invitación, y tuve que soportar miradas de compasión, lástima y burla (de Miriam y su séquito) el resto del día. Fue una pesadilla.
—¿Qué? —Le pregunté de mala manera a una chica que me observaba fijamente. Una que, si la memoria no me fallaba, pertenecía al grupo de amigas de Miriam, lo que me hizo enfadar aún más—. ¿Se te perdió una parecida a mí?
Al final, salí de la escuela echando humo.
Demonios, ¡yo era su novia! ¡Yo! Y está bien que en este momento no estuviéramos en los mejores términos y que quisiera su espacio pero ¡¿ir al baile con alguien más?! ¿En serio? ¿Acaso no le importa cómo eso me haría sentir? ¿Acaso no le importaba que moriría de celos al verlo ser la pareja de alguien más? ¿Desde cuándo se comportaba como un imbécil?
Por la tarde, Emma, Cleo, Rikki y yo decidimos pasar el rato en la playa; pues queríamos nadar un rato para despejarnos un poco la cabeza, ya que esta noche sería el dichoso baile. No sé si fue una coincidencia o una obra del destino, pero el chico dorado estaba aquí, en la arena. Tan cerca que Emma bien podría aprovechar esta chance que el mar le ofrecía para invitar a Byron al baile de una buena vez, o viceversa… pero era un tanto difícil hacerlo con Miriam rondando alrededor del chico como una mosca a la sopa. Cleo escuchó de las malas lenguas que, como mi hermano había invitado a Rikki, Miriam tenía planeado invitar a otra persona para provocarle celos (¿en serio?), y esa persona era Byron.
—El baile es esta noche y necesito el hielo cuanto antes, por favor —aunque Emma estaba muy al pendiente de los preparativos para esta noche, su atención recaía en la playa dónde se hallaba el chico que le gustaba y la chica que se lo quería quitar—. Gracias.
—¿Dejarás que se salga con la suya? —tanto Rikki como yo, miramos a la pareja en la playa y luego a Emma, con una ceja en alto.
A unos metros de distancia, Miriam pululaba alrededor de Byron como si fuese un planeta orbitando al sol. No se le quitaba de encima y si para mí, que no me gustaba Byron románticamente era molesta esa escena, Emma estaría hirviendo por dentro, aunque no lo demostrara en el exterior.
—Si quería venir conmigo, ya me lo habría pedido —buen punto. Aunque lo mismo aplicaba para Emma. Si quería invitar a Byron, ya lo habría hecho—. ¡Oh! No se lo decía a usted —oh, cielos. El sujeto del hielo se enteró de todo el drama adolescente—. Estoy segura de que es muy mayor para mí. Me conformo con el hielo —con Rikki, contuvimos unas risas—. Gracias —entonces Emma colgó y nos miró con severidad—. Además, no estoy dejando que nadie se salga con la suya —eso decía pero sus ojos no se despegaban de la pareja—. Y no sé si quiero ir al baile. —masculló, haciendo un puchero.
—No, no —negué de inmediato, un tanto enfadada—. ¡Claro que quieres ir! —exclamé—. Es más: tienes que ir —sentencié—. Tú organizaste todo esto —la miré, como si hubiese enloquecido—. No puedes no ir. ¡Sería… absurdo!
Emma no dijo nada, miró la arena bajo sus pies como si fuese lo más interesante del mundo.
Rikki, quien no parecía ser capaz de soportar el silencio, comentó, divertida:
—Bueno, ¿entonces qué prefieres? ¿El ajedrez o las cartas?
—Rikki —miré a la aludida con severidad para luego concentrarme otra vez en Emma—. Tienes que ir, ¿bien? —Insistí.
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H2O, sirenas del mar; La Otra Sirena
FanfictionH2O, Sirenas Del Mar: La Otra Sirena... Kayla es una chica de 15 años que vive su día en las soleadas playas de Costa Dorada junto a sus mejores amigas Emma y Cleo... a diferencia de Emma que es sensata y responsable y de Cleo que es más bien ingen...