En la jungla

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Capítulo 02:
En la jungla.

Cuando llegamos a la orilla de la isla, Cleo y Rikki bajaron y comenzaron a empujar el bote mientras Emma y yo ayudábamos arrastrándolo. Solo me sentí segura de soltarlo cuando dejé de sentir el agua mojando mis zapatillas. Dejamos la lancha en un lugar seguro; lejos del agua y a una distancia que evitara que fuese arrastrado por la corriente. De nada, Zane.

- ¿Cómo vamos regresar a casa? -la primera en romper el silencio fue Cleo. Ya no quedaba rastro alguno de sonrisa en su rostro. Supongo que el viaje ya no le parecía tan divertido.

- ¡Buena pregunta! -dijo Emma al tiempo que se cruzaba de brazos y para variar, miraba a Rikki con reproche. Me dio la impresión que había esperado todo este tiempo para que alguien hiciera la pregunta y poder explotar-. Pregúntaselo a tú amiga.

- ¡No me culpen a mí! -exclamó Rikki, indignada, cuando hubo miradas de reproche en su dirección.

- ¡Oh, no, claro que no! Fue culpa de otra persona -Caminé hasta detenerme cerca de Emma y Rikki, notando el aura de hostilidad entre ambas. Se conocían hace cinco minutos y ya se odiaban-. Alguien -recalcó, refiriéndose a Rikki- que nos alejó de la costa.

-Oigan -Ahora que tenía su atención aproveché para mencionar algo que consideré importante-. Si pudiéramos contactar con la Guardia Costera, nos rescatarían -hice una pausa donde miré a Emma y a Rikki, expectante. Ellas dos, estaban demasiado ocupadas mirándose con odio-. ¿Alguna trajo su teléfono? Yo no traje el mío -al menos Cleo me dio una respuesta, moviendo su cabeza en señal de negación-. Chicas... para salir necesitamos cooperar. ¿Rikki, traes tú teléfono?

Rikki apartó la mirada de Emma y dijo de mala gana:

-No.

Entonces tras un corto pero incómodo silencio, Emma rompió el contacto visual con Rikki y sin decir palabra caminó hasta el bote y comenzó a buscar algo en su bolso.

-Alégrense que tenga esto. -finalizó, dejándonos ver su celular.

¡Haberlo dicho antes!

-Emma siempre está bien preparada. -nos dijo Cleo, a Rikki y a mí, a modo de explicación.

-Me alegro por ella.

Me acerqué a Emma, viéndola estirar el brazo con el que sostenía su teléfono por encima de su cabeza.

- ¿Y bien? -quise saber, expectante.

-Aquí no hay señal -dijo y miró a hacia donde empezaba el bosque-. Vamos a un lugar más alto.

Entonces, mientras yo también me adelantaba junto a Cleo para alcanzar a Emma que había comenzado a adentrarse un poco en la selva, me percaté del silencio detrás de mí.
Gire a verla; Rikki estaba recargada sobre el bote con los brazos cruzados sobre su pecho sin ninguna intención de moverse de allí, pero mirando de reojo en nuestra dirección.

-No querrás quedarte aquí. Sola. -advertí. De mala gana, (lo que me provocó contener la risa), Rikki retiró su espalda del bote y comenzó a seguirnos.

*.*.*

Emma iba a la cabeza del grupo con su teléfono en alto, en busca de cobertura, la suficiente para poder pedir ayuda y regresar a casa. Rikki, Cleo y yo íbamos detrás, esquivando raíces y cuidándonos de no tropezar.

La vegetación era frondosa; los arboles eran altos, algunos con ramas enormes que ocultaban la plena vista al sol. Iba justo detrás de Rikki, porque me había detenido a atarme los zapatos y quedé un poco atrás.

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora