Capítulo 37: El Tesoro de Louise Chatham

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—El paramédico dijo que pudo haber sido peor —finalizó Emma, tras contarnos acerca del incidente que había presenciado durante la mañana, en el puerto—. Pero Zane fue demasiado lejos.

Resulta que Zane había protagonizado un altercado con una señora mayor, el cual terminó con ella siendo ingresada de emergencia al hospital. Sí, mi hermano es un tesoro. Era consciente de que la mirada de los cuatro allí presentes estaba sutilmente puesta sobre mi persona, mientras hacían su mejor esfuerzo por mantener la boca cerrada.

La imagen de mi hermano mayor, revoloteando alrededor de una abuelita indefensa, no me parecía algo para sorprenderse (es un idiota), pero...

— ¿Qué edad tiene la señora? —Quise saber.

—Umm... alrededor de 60 años. ¿Por qué preguntas?

—Wow. Es una señora muy mayor. —en el segundo que pronuncié la última palabra, supe que no debí decir eso.

— ¿Lo estás justificando? —me interrumpió Emma, ceñuda.

— ¡No! —chillé.

—Lo que hizo Zane no tiene excusa.

—Lo sé.

—No estuviste ahí —Emma me miró como si me hubiesen salido tres ojos—. Ella pudo morir. —No pude argumentar nada ante la mirada helada que parecía querer congelarlo todo.

—Pobre señora. —después de unos, incómodos segundos, Cleo fue la única en añadir algo.

—Ella dejó su medicación. —comentó Emma, como quien no quiere la cosa, tras lo que pareció una eternidad. ¿Y bien? no todo es culpa de Zane.

—Hay algo más —Emma hizo una pausa... un tanto dramática y reveló, tras suspirar: —. Es la señora Chatham.

¿Escuché bien?

— ¿La que sabe todo sobre la luna llena, los poderes y las colas? —inquirí.

—Así es. —corroboró. Espera, espera, espera, espera—. Es como dice Cleo; definitivamente sabe algo —el comentario de Emma, me sacó de mis cavilaciones—. Aparte, hay algo en ella que es... familiar. No sé, es muy... interesante.

Definitivamente es interesante.

— ¿Esa mujer extraña que vive en el bote es la misma de la que siempre habla Cleo? —quiso saber Lewis.

—Sí —volvió a afirmar, Emm—. ¿La conoces?

—No la conozco, solo he oído de ella. Vive en un barco destartalado; sin amigos, sin familia. Muy sola —Lewis hizo una pausa y añadió: —. Dicen que es una bruja.

— ¿Y si te dijeran que es el Conejo de Pascua, les creerías? —inquirió Rikki, enarcando una ceja.

—Hace un tiempo tampoco creía en sirenas. —buen punto.

*.*.*.*

Ahora que lo pensaba, escuchamos toda clase de rumores acerca de la señora Chatham (muchos coincidían en decir que era una bruja, o que había escapado de un manicomio, que podía lanzar maldiciones, cosas de ese estilo) haciendo que me formara una idea un tanto... fantasiosa respecto a ella pero, salvo por Emma y Cleo, ni Rikki ni yo habíamos tenido la oportunidad de intercambiar ni una sola palabra con tal curioso personaje. Así que eso no hacía más que incrementar mi curiosidad.

En especial, porque esa señora sabía sobre la luna llena, y todo lo demás. Aparte, mantuvo el secreto sin necesidad de que le dijéramos nada. Era demasiado conveniente, a mi modo de ver.

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora