Problemas de Confianza.

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Capítulo veintidós:

Problemas de Confianza.

— ¡Chicas!

Una vez que recuperamos nuestra apariencia humana y comenzamos a alejarnos de la costa, guiándonos a través del sendero que conducía a la urbe, Lewis apareció. A simple vista era fácil notar que estaba agitado, efecto natural de haberse apresurado para llegar a nuestro encuentro. En cuanto nos hubo alcanzado se detuvo sosteniéndose un costado y respirando con dificultad.

—Las... estuve buscando... por todos lados... ¿estuvieron nadando?—dijo entre jadeos, tratando de recuperarse—. Por eso no contestaban mis llamadas.—dedujo entonces.

—No me hagas decir la otra razón. —masculló Rikki, entornando los ojos al verlo.

—Lewis, ¿cuál es la urgencia?—intervino Emm, alentándolo a que nos explicase cual era el motivo tras su impetuoso interés por localizarnos.

—Oh, sí. He estado trabajando todos los días y creo que estoy a punto de descubrir en qué consiste su transformación.

Medité sus palabras por unos segundos. Humm... ¿Esa información no llegó un poco... tarde?

—Lewis, creo que eso ya lo descubrimos solas.

Desde hacía más o menos un mes, Lewis estaba realizando experimentos y pruebas para comprender de qué manera los líquidos afectaban nuestra transformación y cosas así, todo con el fin de descubrir de que iban nuestros poderes.

También, habíamos frecuentado el origen de todo; la Isla Mako, donde su examinación a dicho lugar, no nos dio ninguna respuesta satisfactoria, pues a pesar de ser el lugar que nos convirtió en sirenas, no tenía nada más especial que rocas, humedad y arena, es decir, ese lugar continuaba siendo un misterio para nosotros. Y en todo ese tiempo, sin más lugares a donde dirigirnos ni pistas que seguir, estábamos igual que al principio: lejos de descubrir algo, lo que fuese.

Durante todo este tiempo solo habían sido simples conjeturas que no nos llevaron a ninguna conclusión; ejemplo de ello había sido ese viejo medallón que encontré en el fondo del estanque, y no voy a negar que había guardado esperanzas de que pudiera traer consigo las respuestas que tanto necesitábamos... pero resultó nada más que en una decepción. Sin embargo, me resultó un tanto interesante que Lewis se apareciera más... diligente de lo usual.

—No fue muy complicado. —coincidí, con una pequeña mueca.

—Misterio resuelto, Scooby: nos sale una cola—dijo Rikki con un tanto de sarcasmo en la voz y un deje de aburrimiento—. ¿Estás de acuerdo con eso, Cleo?

—No sean malas con él. Solo quiere ayudar.

—Exacto —coincidió el aspirante a científico—. Ciencia... la... la ciencia es la clave para resolver los misterios de la vida.

—Uh... genial.

—Pero ¿no les importa, verdad?

—No.

—Miren, chicas, la semana que viene tendré la oportunidad de... bueno... —era evidente que quería echar el cuento—. Olvídenlo.

—Lewis...—comenzó Rikki, en tono amenazador.

—... solo dilo. —pedí. De un modo u otro, terminaría contándonos.

—Está bien —no se hizo de rogar—. Hoy llega una gran investigadora de delfines al Parque Marino —informó—. Se llama Denman ¡y obtuvo su doctorado a los 21! ¡¿Pueden creerlo?! —chilló, con una sonrisa de oreja a oreja.

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora