Capítulo 74: ¿Qué?

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¿Qué?

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¿Qué?

¿Esto otra vez? ¿En serio?

Era consciente que desde el momento en el que hiciera saber mis intenciones de confesar el secreto, las chicas se  negarían a la idea, y estaba preparada para hacer hasta lo imposible por convencerlas. No imaginé que se enfadarían tanto como para terminar a los gritos. Y la cereza del pastel fue descubrir que Zane y Rikki salían, que yo lo sabía y no dije nada, vamos, como echarle leña al fuego.

Fue nuestra primera gran pelea (si no contaba el pan de cada día que eran las constantes discusiones entre Emma y Rikki) incluso llegué a pensar que nuestra amistad acabaría ahí, que nuestra confianza estaba rota y no podía ser recuperada.

Pero pasó, fue difícil y complicado pero lo superamos; al final del día Emma y Cleo tomaron la decisión de confiar y aceptaron que le revelase el secreto a Nic… con algunas condiciones; por supuesto, pero al fin y al cabo aceptaron.
Fue un alivio saber que nuestra amistad era más fuerte y que nuestra confianza no se quebraría. Por eso es que pude confesarle el secreto a Nic sin mayores restricciones; claro, eso pensaba hasta que escuché esa historia, porque en ese momento sentí como si súbitamente fuese arrojada de regreso a la línea de partida.

¡Esto no puede estar pasando!

Yo le estaba muy agradecida a la señora Chatham porque sus consejos resultaron ser de mucha ayuda en varias ocasiones con la luna llena, por ejemplo, cuando Emma y Rikki se salieron de control y fue importante saber a lo qué nos enfrentábamos (la luna llena) o donde deberíamos comenzar por buscar a una sirena perdida (lugar seguro); en general y a pesar de su misterio perenne, apreciaba su papel de guía o de "anciana sabia" como la nombró Lewis alguna vez, y... técnicamente estaba en lo cierto porque la señora Chatham era la primera y única persona (sin contar a sus amigas) que sabía por lo que estábamos pasando y simpatizaba con nuestra situación pues ella la vivió en carne propia. Estaba agradecida, en verdad lo estaba.

Pero ¿esto? Esto no lo podía aceptar... ella no conocía a Nic, no sabía lo que le gustaba, o lo que le disgustaba, no sabía que él tenía un corazón de oro, no sabía nada, nada ¡Ella no conocía a Nic en lo absoluto! Solo lo estaba juzgando con base en su experiencia (trágica experiencia, con Karl) Por lo tanto, no tenía ningún derecho a juzgarlo de esa manera. Punto.

¡Además! eso fue entonces, el pasado, y esto es el ahora, el presente. La historia no tenía por qué repetirse, no lo haría. Quiero decir, Nic me pidió tiempo pero era comprensible; no todos los días tú novia te revela que es una sirena y además con poderes sobre el agua. Necesita tiempo para procesarlo. Es lo normal.

Lamento lo que le pasó a Julia y es algo que no se lo deseo ni a mi peor enemigo; y como dije antes, quizás yo era parecida a Julia, pero Nic no podía ser más diferente de su abuelo. El no revelaría mi secreto a nadie. La señora Chatham se equivocaba con él. Sí, eso era; estaba equivocada. Punto.

Además ¿es que acaso nadie ve lo que yo veo? ¡Karl era la amenaza real! ¡No Nic! Y la historia de Julia no hacía más que darme toda la razón.

¿Por dónde empiezo? Veamos…

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora