H2O, sirenas del mar; La Otra Sirena

Capitulo 19: Preparativos para una Fiesta.

Capítulo 20:

Preparativos para una Fiesta.

Una vez que Cleo, Rikki y yo estuvimos en la entrada de la casa Gilbert, Rikki se adelantó hacia el timbre. Sin embargo, no hizo falta esperar demasiado. Cuando empezaba a apartar el dedo del botón, una voz anunció desde dentro:

—Está abierto.

Rikki bajó la mano hacia el pestillo de la puerta y giró. Cuando se introdujo al interior, Cleo y yo la imitamos.

Al atravesar la puerta, no pude evitar detenerme en el umbral y admirar el espacio. Simplemente, era inevitable. Emm y su hermanito estaban por las escaleras, en compañía de una decoración... particular, por decir lo menos. Hoy era el cumpleaños del Señor Gilbert y, como cada año, Emma estaba a cargo de los preparativos para agasajarlo, pero esto era inesperado, y a decir verdad, tenía pinta de Dark-Dad-Party, en mi modesta opinión. Pero quien soy yo para juzgarla, quizá quería cambiar de enfoque.

—Bienvenidos a "Mi Mundo Gótico". —se burló Rikki.

Me pareció ver uno amarillo mientras avanzaba. El contraste con su opuesto era bastante notorio; aparte de que era bastante inquietante a mi vista.

—Qué graciosa eres —Emm no sonrió ni por equivocación—. Es el cumpleaños de mi padre y es importante.

—Emm, se ve muy bien —felicité, observando el recibidor con atención. La sala estaba repleta de globos sin inflar y guirnaldas de variados colores se hallaban repartidas por todo el mostrador. Al ojear el mesón reparé en una pancarta que formaba la frase "¡Feliz Cumplea...!": la otra mitad se encontraba fuera del alcance de mi vista, enterrada por montones de bolsas y papeles. Así como en copas, servilletas y bandejas apiladas en perfecto orden—. ¿Y lo hiciste tu sola? —Emm asintió, pero en el proceso, su mirada se ensombreció al avizorar los adornos Darks—. Ohm... —le di una palmada a una de las esferas que pendían justo encima de mi cabeza.

Emm volvió a lanzarles una mirada feroz. Y también pareció avivar en ella una genuina impaciencia. Se volvió hacia su hermano.

—Elliott se encargará —el aludido bajó la mirada, incómodo—, ¿cierto, Elliott? —instó. El pequeño Gilbert asintió silenciosamente, haciendo ademán de desatarlos.

—No puedo creer que hayas organizado todo esto —dijo Rikki, sonando un tanto incrédula—. Eres muy... eficiente.

Emm sonrió con cierta autosuficiencia. Había estado planeando la fiesta, desde hace bastante tiempo, según tenía entendido; con el tiempo se había convertido en una tradición homenajear a su padre. Había estado organizándola muchísimo antes de nuestra primera "aventura" por Mako. Así que, al igual que con la tarea de la escuela, lo había concebido meticulosamente y con tiempo de sobra.

—He estado trabajando durante mucho tiempo en esto. ¿Te hablé de los mariscos? —se dirigió solo a Cleo cuando ingresamos a la cocina.

—Solamente veinticinco veces. —confirmó, encogiéndose de hombros.

—Cómo olvidarlo. —ironicé.

—Dile a tú papá que deben ser frescos y de los mejores —explicó Emm, haciendo caso omiso—. Que deben estar aquí a las 7 y 45 —tendió un bolígrafo frente a ella—. Toma, será mejor que lo anotes.

Rikki compartió una mirada conmigo. Luego entornó ojos, bufando.

Entonces Cleo emprendió la labor de escribir sobre su mano la indicación, cuando Emm incrustó sus ojos azules sobre ella.

Pero no pasó demasiado tiempo para que esos mismos ojos, por alguna razón incomprensible, se concentraran en mi persona, luego en Rikki, después se alternaba entre ambas.