Capítulo 22: Discrepancia Denman.

1.4K 111 8
                                    

Capítulo veintitrés:

Discrepancia Denman.

La ciencia no es solo para satisfacer tu curiosidad, Lewis —explicaba Denman, mientras los mirábamos agazapadas detrás de un tanque lo suficientemente grande como para ocultarnos a las cuatro—. Debe tener un propósito. Debe ser buena para todos.

—Vaya, si eres pequeña.—murmuró Rikki, observándome.

—Shhh.

Una ventaja de mi baja estatura, es que no cuento como una cuarta persona al momento de esconderse, lo que sería genial si me dedicara al espionaje.

¡Oh, sí! ¡Estoy totalmente de acuerdo! Solo la ciencia puede cambiar al mundo, doctora Denman.

Cielos santo, ¡era tan claro como el agua que se le caía la baba por ella! Y ahora, que tenía la oportunidad de verla, debía decir que... aunque su conversación con Lewis no era muy entretenida, tampoco podía negar la realidad que tenía ante mis ojos: era tan bonita que incluso resultaba un tanto intimidante, ese cabello... me pregunto ¿quién será su estilista?... espera un momento... concéntrate, Kayla. Concéntrate.

¡Por favor!, si vamos a trabajar juntos, llámame Linda.

¿Linda?... ¿por qué?

Es mi nombre.

¡Oh! Jajá—Lewis soltó una risita nerviosa—. Ohm, ¿necesitamos todas estas cosas? —preguntó después de unos segundos, sosteniendo un objeto entre sus manos.

Sí. Hoy vamos a usarlas —explicó la blonda doctora—. Eso es lo bueno de la ciencia, Lewis. Los juguetes son fantásticos.

Bien, ¿a dónde vamos?

No conseguí escuchar la respuesta de Denman porque lo dijo en voz muy baja y fui incapaz de leer sus labios porque en el momento que lo dijo nos daba la espalda, pero Lewis no tardó en repetirlo para nosotras.

¿¡La isla Mako?!—Entonces Emma, Rikki, Cleo y yo, nos miramos preocupadas y a la vez,un tanto expectantes—. Ah, no es una buena idea... ahí no hay nada para ver, de verás. Está llena de tiburones... grandes y...

¡Vamos, Lewis!, ¿no me digas que les temes?

—¿Yo? ¡No!, para nada. Vayamos a... la isla.

— ¡Está loco!, ¡totalmente loco! ¿Cómo puede llevarla allá?

Tenemos que llegar antes.

Entonces rápidamente pero procurando ser lo bastante cuidadosas para que no notasen nuestra presencia, aprovechamos la cercanía con el agua que nos proporcionaba estar en el muelle, y nos tiramos al agua, convirtiéndonos en sirenascasi automáticamente.

Una vez estuvimos las cuatro en el agua, tomamos impulso con nuestras colas y nadamos a toda velocidad hacia la isla Mako. Pero un segundo antes de sumergirme le dediqué una última y fugaz mirada a la pareja; ambos se encontraban en el interior del barco y estaban a punto de zarpar.

Afortunadamente somos mucha más rápidas.

Unos minutos después, Denman y compañía aparecieron, deteniéndose y anclando su barco frente a Mako, para disgusto nuestro.

Estuvimos al pendiente de cada cosa que hacían, el barco se había detenido en las cercanías de la isla y permaneció quieto y silencioso durante unos minutos, tiempo que aprovechamos para echar un vistazo al interior. La doctora y su asistente parecían revisar unas cajas y no dieron indicios de salir de allí pronto pero, después de unos minutos y para mi sorpresa, Lewis y Denman salieron y comenzaron a vestirse con lo que reconocí era un equipo para bucear y una vez que estuvieron listos, se zambulleron, peligrosamente cerca de donde nosotras nos encontrábamos.

H2O, sirenas del mar; La Otra SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora