El eclipse.
Ahora que lo pienso, habría sido excesivo y dramático escabullirse por la puerta trasera de la casa Gilbert (como en principio creí que haríamos), como ladronas que huyen tras cometer un gran robo pero Emma, siendo tan leal a sí misma que… bueno, ni siquiera podía exasperarme por cómo resultaron las cosas.
«Iremos a dar un paseo por la playa, mamá. Volveremos pronto».
Era una gran mentira, claro, pero supongo que para Emma sería la última de la larga lista de mentiras que se han ido a amontonando a lo largo de meses cuando la cola anaranjada hizo su aparición por primera vez y hasta su gran final, hoy. ¡Y la señora Gilbert nos dejó ir a pesar de que seguía aferrándose al teléfono con manos algo temblorosas gracias a la reciente visita de Karl quien hizo un excelente trabajo siendo un típico villano! Bueno, nada de eso importó porque para la señora Gilbert confiar en Emma era tan natural como respirar, así de simple.
Y así de simple (sin un escape épico o salvaje) abandonamos la casa Gilbert con la mamá de Emma de pie en la puerta, despidiéndonos con una mano y un suave: «¡Diviértanse!».
Ah, ella no tenía ni idea. Será una noche inolvidable y no por las risas.
Para cuando salimos de la casa, el sol se hallaba a más de la mitad de su caída, a punto de ser engullido por el océano. La ciudad cobró vida durante la noche (diversión y fiestas, pero en un tipo diferente a como lo sería a la luz del día), tal como lo hacía Mako durante luna llena. La forma más fácil de llegar a nuestro destino sería nadando y nadie se opuso a ello, pues… de todos modos habíamos sido captadas en cámara. No teníamos nada más que perder y cuando todo esto acabe, esas fotos no volverán a representar una amenaza.
El satélite de la tierra haría su aparición alrededor de las siete y cuarenta y cinco y el eclipse le seguiría poco tiempo después, así que contábamos con tiempo suficiente para llegar a Mako, entrar al estanque y, cielos... que pase lo que tenga que pasar.
Para ser honesta, desearía poder pasar de este evento con una acción tan sencilla como adelantar las páginas de un libro, impaciente por llegar al siguiente capítulo. Eso incluía zanjar toda la angustia y sufrimiento, rayos sí. Con todo lo que había pasado (y está por pasar, me temo), y ya que era inevitable, preferiría ahorrarme la molestia y acabar con esto de una buena vez y por todas. Como quitarle la espina de la pata a un perro: rápido y espero que no me muerda (pero, oh, morderá y dolerá y sangrará). Y nunca más volver a pasar por lo mismo.
Supongo que… no todo será malo, cuando dejemos de ser sirenas. Para empezar, Denman perderá el interés y con suerte se irá de Costa Dorada, no tendremos que ver su cara nunca más; desaparecerá de nuestras vidas para siempre, ya no tendré que huir de los aspersores, o de la piscina, o de un charco de agua, podré beber agua en vasos, no entraré en pánico cuando una gota de agua toque mi piel, podré hacerme análisis de sangre sin temor a delatar mi verdadera naturaleza, no necesitaré fingir que estoy enferma si comienza a llover cuando deba ir a clases (quiero decir, podría hacerlo pero ser una sirena ya no será mi excusa interna para faltar a la escuela, más que la sencilla pereza de ir a la escuela causa en mí). Aparte, solía odiar que mi padre me ignorara (cuando no era una humana nada especial) pero supongo que prefiero volver a esa época de invisibilidad en lugar tener sus ojos puestos en mí con símbolos de dólar en sus pupilas. Entonces, no será tan malo. Será como al principio. Sin poderes y sin…
Lo único, aparte quizás de la luna llena, que nos impide visitar Mako a través de la ruta submarina era el hecho de saber que la doctora Denman irrumpió en el lugar y se instaló en él como si le perteneciera (¿ya dije que la odio? Tal vez o tal vez no. La conclusión es que mi odio será infinito); sin embargo, antes de separarnos Lewis tuvo una ¿brillante? idea:
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H2O, sirenas del mar; La Otra Sirena
FanfictionH2O, Sirenas Del Mar: La Otra Sirena... Kayla es una chica de 15 años que vive su día en las soleadas playas de Costa Dorada junto a sus mejores amigas Emma y Cleo... a diferencia de Emma que es sensata y responsable y de Cleo que es más bien ingen...