Capítulo 8

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Arturo: Soy Arturo, puedes bajar un momento a la sala.

Samuel: Ya voy... en seguida bajo. Me pongo una camisa y me voy para la sala, y están todos y lo más extraño es que estaban felices. El único que tenía una cara de pocos amigos era yo. Que paso, veo que hay reunión familiar.

Flavio: eh... y esa cara de pocos amigos.

Samuel: No estoy para bromas, Flavio. No fue un buen día. Digo eso bajando la cabeza, no quería que vieran mi cara de frustración, enojo y tristeza.

Arturo: Me preocupo, hace tiempo no se ponía así. Es algo grave, Samuel, te puedo ayudar.

Samuel: No, nada que no se pueda solucionar, pero que paso por que están todos.

Sofía: Es que te tenemos un notición.

Samuel: Pues cuenten, no se hagan de rogar. Por lo visto el único que no lo sabe soy yo.

Arturo: Porque llegaste del banco y te enseraste en la habitación. Lo que pasa es que vamos a bautizar a Arturito y...

Sofía: ... y decidí que tú vas hacer el padrino.

Samuel: Dentro de todo, una buena noticia, la verdad me alegro la noche y no pude evitar sonreírme. Enserio, eso sí son buenas noticas. Eso sí me pone contento.

Flavio: Ni tan contento, porque la madrina va hacer Andrea.

Samuel: Que... ¿la bruja?... y acepto

Irina: Obvio, Samuel

Arturo: Lo único que te pedimos Sofía y yo es que te comportes, no busques pleito con Andrea es un día especial, por favor.

Samuel: De mi parte, no voy buscar bronca, pero si me insulta no me voy a quedar callado.

Sofía: Por favor, Samuel... ya Andrea dijo que iba a llevar la fiesta en paz, confió en ti.

Soledad: Estos ni cuenta sedan que ellos ya no pelean, si están más enamorado, lo que no entiendo es cuando le van a contar a sus hermanos lo de ellos. Samuel, que es lo que pasa, porque tenías esa carita.


Samuel: Nada, importante Soledad, enserio. Si eso es todo prefiero irme a dormir, mañana trabajo. Me voy a dormir, no quiero decirle a nadie, lo que paso. Me acuesto en la cama pero el sueño, no llega, doy vuelta y vuelta y nada, lo único que hacía era pensar en Andrea, finalmente, en la madrugada me quedo dormido. En la mañana, me voy temprano para la oficina, no quiero que me vean con esta cara, así que me voy sin desayunar. Me pongo a trabajar y de momento tocan la puerta. Adelante.

Verónica: No estas ocupado?

Samuel: para ti nunca vero, que paso, en que te puedo ayudar.

Verónica: A mí en nada, vine por ti, cuéntame cómo termino todo.

Samuel: La amargada de Cayetana me insulto y amenazo a Andrea de que si nos volvemos a ver, no va aceptar a ninguno de los Gallardo, le dio un golpe bajo a su hija, ella quiere mucho a sus hermanas y no va poner su felicidad por encima de la de ellas.

Verónica: Que... pero como se atreve y que dijo Andrea.

Samuel: Que tú crees... ella prefiere ver a sus hermanas felices, me pidió que nos dejáramos de ver hasta que pase el matrimonio de Sofía y Arturo.

Verónica: y ¿tú lo permitiste?

Samuel: Claro que no... pero es testaruda. No le importo mi opinión y que puedo hacer... alejarme, dejarla que haga lo que quiera. No voy a insistir. Sabes Vero, ya no quiero hablar y tu como vas con pablo.

Un Amor para la Historia #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora