Capítulo 37

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Samuel: No puedo creer lo que estoy viendo, Andrea jugando con Arturito, jamás la había visto sonreír tan natural, como lo esta haciendo ahora, se ve tan hermosa con él, ese vestido le queda espectacular, ajustado a su figura y parece una reina. Cuando siento que me dan un golpe en la espalda me sacan de mis pensamientos.

Abuelo: ¿Disfrutando del hermoso paisaje que tienes de frente?

Samuel: Con una cara de confundido. No, como crees General. Solo que no quería interrumpirla. Esta bien entretenida con Arturito.

Abuelo: Sabes una cosa... Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Le sonrió y le alzo la ceja. Como la vez.

Samuel: Es la primera vez que la veo sonreír, parece que es cierto lo que dicen que esta cambiada. Es extraño verla así, sin esa amargura que la caracteriza.

Abuelo: Aunque no lo creas, ella es una dulzura, aparenta ser dura, pero es puro corazón. Es solo un caparazón porque tiene miedo en enamorarse y que la hagan sufrir.

Samuel: Pues la verdad con mucho respeto. No se quien se va a enamorar de ella con ese carácter que tiene.

Abuelo: Cuando ella se enamore nos vamos a sorprender todos.

Samuel: El día que ella se enamore, el primero sorprendido voy a ser yo. Pena me va a dar del hombre que se fije en ella.

Abuelo: Ay... Samuel. Si supieras que estabas loquito por ella.

Samuel: ¿Que pasa? Un poco confundido.

Abuelo: Nada... Voy para la cocina que tengo hambre. Me despego, me volteo en dirección a la cocina.

Samuel: Esta bien. Veo como se va el general para la cocina, inevitablemente mi mirada se concentra en ella. Es increíble esta jugando con el niño, ella se está comportando igual, parece una niña pequeña con el. Cuando me acuerdo que le prometí a mis hermanos y cuñada pedirle disculpa. Me da pereza disculparme si ella nunca se disculpó conmigo cuando me humillo o me trataba como un perro, porque lo tengo que hacer yo. Samuel agarra valor, porque interrumpir a esta bruja me puede costar la vida, respiro profundo y me digo tu puedes Samuel.

Andrea: Como es posible que juegue con carritos y soldaditos. Lo que tengo que hacer por esta hermoso niño. Arturito vas a chocar el carro...

Arturito: choco. Poniéndose las manos en la cara y empieza a reírse.

Andrea: Ah... Chocaron... Me pongo las manos en la cara. Cuando alguien habla.

Samuel: Perdón que interrumpa la diversión. Me siento en el piso modo indio. Quiero hablar contigo. Veo que su cara no a cambiado, sigue sonriendo, que alivio creo que de esta me salvo.

Andrea: De que quieres hablar? Veo que mira a Arturito, toma un carrito y empieza a jugar.

Samuel: Bueno mas que hablar, quería ofrecerte una disculpa por lo de ayer.

Andrea: Ah... ¡Eso! No te preocupes supongo que fue por el golpe. Le sonrió, se ve tan hermoso jugando con Arturito.

Samuel: La bruja me sonrió, se va morir. Entonces quiere decir que me perdonas! Le sonrió y le extiendo la mano.

Andrea: Le doy la mano, como no voy a perdonarte, si eres el amor de mi vida. Sí... Te perdono, pero que no vuelva a ocurrir.

Samuel: Me quedo en shock con lo que me dijo. Te prometo, que no volverá a ocurrir siempre y cuando tu no me insultes.

Andrea: Por eso ni te preocupes. Como te voy a insultar si fuiste lo mas importante en mi vida, aunque no lo seas mas.

Samuel: Nos quedamos los tres jugando un buen rato con carritos, soldados hasta Arturito se tiraba encima de nosotros, nos aplastaba y nos tiraba con cojines.

Un Amor para la Historia #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora