Capítulo 6

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Andrea: Casi tartamudeando le digo. Eh... pues... la verdad... es que De repente se abre la puerta por arte de magia, Aleluya, de la que me salve, entra el doctor a revisarme. Doctor, que bueno que llego para que me explique porque no entiendo a mi mama. Veo a mi madre y tiene cara de que me quiere estrangular, por no responder su pregunta para mí fue un alivio.

Doctor: Bueno Andrea, tu columna se lastimo, por las patada que tedio el caballo, esto afecto la parte de tus piernas para que vuelvas a caminar tienes que someterte a terapia.

Andrea: Me estás diciendo que voy a quedar invalida?? Doctor.

Doctor: No.... Va a depender de ti. Te explico más simple sino te sometes a tus terapias no volverás a caminar porque tus tendones se seguirán deteriorando.

Andrea: No puedo evitar mis lágrimas, siento que me muero lentamente, intento ser fuerte y pregunto. Cuanto tiempo puedo estar así. Miro mis piernas y a mi madre que se encuentra llorando.

Doctor: Todo depende de ti, de la dedicación, tiempo y esfuerzo que hagas para recuperarte.

Andrea: Me raspo la garganta y le digo al médico. Gracias, por ser sincero. Le extiendo mi mano y él se retira, miro a mi madre como llora y le extiendo las manos para que me abrase, le digo. Quiero estar sola, ve a descansar al rancho, voy a estar bien.

Cayetana: La miro y le doy un beso en la frente. Esta segura, quieres que me valla. Decido dejarla sola, tiene que digerir lo que le dijo el doctor.


Narrador: Cayetana se va al rancho, le cuenta a su papa la reacción de Andrea. Por otra parte Samuel sale del banco y decidido en ir a ver Andrea en el hospital, pero antes se para en una farmacia y compra una caja de chocolates. En el hospital este Andrea, pensando en todo lo que le dijo el doctor y de repente ve el arreglo de flores y se pregunta si Samuel sabe algo de mi condición, leía una y otra vez la tarjeta.


Andrea: Como es posible que esto me está pasando a mí, el único hombre que he amado, se fija en mi ahora y me encuentro esta situación donde no puedo mover mis piernas. Que voy hacer ahora, no montare caballo por un tiempo, nooo de pensar que tengo que depender de otra persona, eso no lo acepto, escucho como se abre la puerta y me sorprende ver quién es.

Samuel: Hola, señorita Andrea. Me le acerco, le doy beso de piquito, le sonrió y me siento junto a ella, le digo. ¿Qué te pasa?

Andrea: Encojo mis hombros, para restarle importancia. Hola, Tú sabes mi condición. Bajo mi cabeza no quiero ver su reacción.

Samuel: Eh... si te refieres a tus piernas, pues sí. Le alzo su cabeza y le doy un beso. Eso a mí no me importa, además sé que eres fuerte y valiente, y cuando te propones algo lo logras. Me rio y le tiro un beso.

Andrea: Yo creo que esto, está mal. Intento ser fuerte, pero mis ojos me traicionan se me salen las lágrimas, veo como me las limpia con su mano.

Samuel: No sé, si está bien o mal, quiero vivir esto contigo y no me importa cuánto dure, solo te pido que no me alejes de tu vida. La miro, veo que sigue llorando, me le acerco despacio y le doy un beso esquimal, ella sonríe, le seco sus mejillas, la beso y le pongo mi mano en su cuello y entre beso y beso le muerdo su labio inferior.

Andrea: Auch... eso dolió. Le doy una palmada en su brazo. Entonces no estás conmigo por lastima. El me mira sorprendido, parece que no esperaba que dijera eso.

Samuel: Pongo una cara de incredulidad. Me estas ofendiendo Andrea del Junco, pero si eso te tranquiliza pues la respuesta es NO. Siento como se pone el ambiente tenso así que empiezo a hacerle cosquillas, se empieza a reír.

Un Amor para la Historia #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora