Capítulo 72 - Parte 1/3

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Samuel: Me alegra saber que vas a poner de tu parte amor. Cuando escucho que nos llaman y le digo. Nos llaman brujita.

Andrea: Mi mugrosito, (lo abrazo y le doy un beso) París.

Samuel: Sí, ya sé que viviste aquí, pero yo quiero conocerlo contigo. Además que es la ciudad del amor.

Andrea: ¿Dónde nos vamos a quedar?

Samuel: En un Hotel ¿por qué?

Andrea: Solo preguntaba.

Samuel: ¡Vamos! Que nos deja el avión. La agarre por la cintura y nos fuimos por el enorme pasillo que nos lleva hasta el avión.

Narrador: Mientras Samuel y Andrea viajan para su próximo destino en el Rancho del Junco, no saben nada de ellos.

Rancho del Junco:

Don Felipe: Hija, no has vuelto a saber nada de Andrea y Samuel.

Cayetana: No esa ingrata hija mía, hace una semana que no llama.

Don Felipe: No es ingrata, eso significa que se la está pasando bien.

Cayetana: Si, pero por lo menos una llamadita, que tome el ejemplo de Sofía, llamaba todos los días.

Don Felipe: Sofía llamaba todos los días, porque tiene que estar pendiente a Arturito.

Cayetana: No quiero pelear papa.

Don Felipe: Yo tampoco, mejor como van las cosas en el rancho.

Cayetana: Están mejorando, ya remplazamos las 100 cabezas de ganado que nos robaron.

Don Felipe: El capitán Fernández tiene alguna prueba en contra de Emilio Valverde.

Cayetana: No ese hombre es astuto. El no hace las cosas por su cuenta, manda a terceros y no dejan cabos suelto.

Don Felipe: Pero en algún momento, la dejaran esas pruebas que necesita el capitán para encerrarlo.

Narrador: Don Felipe y Cayetana se quedaron hablando de los problemas que está presentando el rancho. Andrea y Samuel llegaron al hotel, se cambiaron y se acostaron a dormir.

~~~~~~~ Al día siguiente ~~~~~~~

Habitación del Hotel:

Samuel: Me levanto con los rayos del sol que me molestan. Miro el reloj y las once de la mañana, me limpio los ojos porque los tengo borrosos. Cuando miro a ver si esta mi brujita no está en la cama. Me estoy levantando de la cama, la veo entrar por la puerta del balcón. Le sonrió.

Andrea: Buenos días, mi mugrosito.

Samuel: Buenos días, amor.

Andrea: Ya era hora que te levantaras, mi amor. (Me le acercó, le pongo mis manos en sus mejillas, lo acaricio y le doy un beso suave y tierno.) Ya está el desayuno, esperando por ti.

Samuel: Mmm... que rico, pero como están mis dos amores.

Andrea: Yo bien, pues mi bebe, creo que está bien, no he tenido ningún malestar.

Samuel: Eso me alegra un montón. La abrazo por la espalda y le acaricio su vientre, le digo. Me muero de hambre.

Andrea: El desayuno está en la terraza. Sin dejarme abrazar nos vamos poco a poco hasta la terraza, besándome los hombros y el cuello. Se sienta en la silla y me hace sentar en sus piernas y le digo. Déjame sentarme a tu lado para que puedas desayunar cómodo.

Un Amor para la Historia #PSF2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora