-Tn se encontraba en la bañera del palacio de Uruk cuando en eso se da cuenta de que Angélica ya se encontraba allí.-
Tn: ¡Ahhh! ¿Qué... qué haces aquí?
Angélica: ¿Qué clase de pregunta es esa? Es mi palacio, ¿por qué no estaría aquí?
-Angélica procede a sumergir su proporcionado cuerpo en las aguas termales, sentándose cerca de Tn.-
Angélica: Oye, quita esa cara. -Angélica le salpica algo de agua al rostro de Tn- Como rey, no me gusta ver a mis súbditos con caras largas. Así que levanta esos ánimos, esto no va a terminar hasta que no caiga el último hombre.
Tn: Hum. -Asiente-
Angélica: Ahora quiero que despejes tu mente, relájate, piensa en cosas agradables. Un campo lleno de flores, una mesa llena de tus platos favoritos.
Tn: Los veo.
Angélica: Los pies descalzos de tus sirvientes.
Tn: Los...
Tn: ¿Co... cómo es que...?
Angélica: Fu, fu, fu. ¿Ya olvidaste que sé todo de ti? Eres como un libro abierto, hay capítulos felices, otros tristes, algunos desalentadores, pero mientras más avanzo, más ganas tengo de saber cómo terminará tu historia. Ya sea triste o feliz, quiero saberlo.
Angélica: Así que, si me lo permites, quisiera acompañarte hasta el final de tu camino.
Tn: Pero solo falta una singularidad, la de Solomon.
Angélica: Créeme, este solo es el prólogo de tu camino del héroe. Pero mientras tengas aliados que estén ahí en las buenas y en las malas, te aseguro que tendrás un futuro prometedor.
En la habitación de Tn:
-Tn se encontraba en su cama preparándose para dormir cuando en eso siente a alguien ingresando en su cama.-