-Desde ese accidente, las cosas han sido raras. Soy capaz de ver esas extrañas líneas a donde sea que vaya. Ahora uso estas gafas para no verlas más, pero solo mientras las tenga puestas. Hoy las cosas fueron algo extrañas. Me dirigía a casa cuando esa mujer apareció. Es una misteriosa mujer que, al momento de verla, mi cuerpo se controló solo y sin pensarlo mucho, tomé aquella navaja. Cuando me di cuenta, la había cortado en 17 pedazos.-
-Había matado a una persona. Tenía miedo. Salí huyendo esperando que nadie me haya visto. Mi cuerpo se sentía débil y cuando creí que me quedaría inconsciente, ella apareció.-
Ciel: ¿Tohno kun?
Tn levanta la mirada.
Ciel: ¿Te sientes bien? Tranquilo, déjame ayudarte. -Extiende su mano hacia Tn.-
-Le conté a Ciel lo que había pasado. Pensé que me tomaría como un loco, pero inesperadamente me creyó. Ella me confesó lo que era, su objetivo, y pidió mi ayuda para matar a ese tal Roa. Así que acepté ayudarla. Ella me enseñó algunos movimientos básicos de combate. Fue gracias a eso que pude acabar con él. No fue tan difícil como esperaba, ya que al final, él tampoco era consciente de mi existencia.-
-Roa había desaparecido. El problema había terminado, o eso creí yo.-
En la residencia Tohno
-Tn tenía problemas para dormir. Sudaba frío y sentía un ardor en su cuerpo.-
Tn: ¡Gahhh!
-En ese momento, Kohaku, una de las sirvientas de la familia, entra para revisar a Tn.-