-El día había llegado. En el momento en que el sol se ocultó, Muramasa dejó de golpear su espada y, tras enfriarla, usó un corte en horizontal para eliminar los árboles en su camino a la montaña.-
Muramasa: Ya está lista.
-Con Tn, este había estado usando todo su potencial mágico en esa fase de su cuerpo para recrear la daga "Rule Breaker" de Medea.-
Tn: Lo tenemos. La solución a la maldición del Caster Limbo. Ushi, confío en que puedas usarla por mí.
Ushi-chan: Hum. -Asiente.
-El equipo de Chaldea va en dirección a las montañas para enfrentarse a las espadachinas de la montaña. Shuten es la primera en aparecer.-
Shuten Douji: Bueno, bueno. La presa ha venido a encontrarse con el cazador en persona. No sé si eres estúpido o solo un tonto.
Tn: Ambos, pero determinado a pelear.
-Shuten e Ibaraki se miran fijamente.-
Shuten Douji: ¿Realmente vas a oponerte a mí después de haberme servido durante tanto tiempo?
Ibaraki: El contrato era hasta que la muerte nos separara. Bueno, ya estamos muertas.
-Shuten e Ibaraki comienzan a enfrentarse. Sus movimientos son veloces.-
Muramasa: ¿Dónde está la otra?
-Tn siente una presencia detrás de él. Allí se encontraba Raikou de pie, mirándolo fijamente con una mirada asesina.-
Muramasa: Yo lido con ella.
Tn: Espera.
-Muramasa parecía que en cualquier momento iba a acabar con Tn antes que con Raikou.-
Tn: ¿En serio vas a lastimar a unos niños?
Raikou: Hago lo que tengo que hacer.
Tn: De acuerdo, entonces antes de que lo hagas, quiero que sepas que no te guardaré rencor, mamá.
-Un silencio llena el lugar. Esa simple palabra había llegado hasta el interior de Raikou, revelando su verdadera esencia.-
-En un extraño milagro, Raikou había eliminado la maldición por cuenta propia, debido a que sus instintos de madre eran más fuertes que cualquier maleficio.-
Ibaraki: ¡Shuten-sama! -Dispara una llamarada hacia su exjefa.
Shuten Douji: ¿Crees que tus llamas bastarán para detenerme?
Ushi-chan: No, pero esto sí. -Aparece detrás de Shuten y clava la daga "Rule Breaker" en su espalda para eliminar la maldición, provocando un inmenso dolor en la misma.
-Shuten, tras unos segundos de dolor, deja la maldición y vuelve a ser ella misma.-
Shuten Douji: