1.25

1K 128 3
                                    

Jimin


Después que Jungkook ha salido de la habitación entro al baño, me quito la ropa con un poco de dificultad ya que el dolor en el abdomen aún está presente.

Dejo que el agua de la ducha caiga sobre mi cuerpo, paso la esponja en mi piel y al llegar a mi abdomen noto los hematomas.


Escucho el tono de mi celular. Cierro el grifo, me coloco una toalla alrededor de la cintura y salgo del baño, intento caminar lo más rápido que puedo, tomo mi celular dándome cuenta que es Taemin.

-Hola -atiendo.

-¿Jimin, dónde has estado? ¿te sucede algo? ¿te encuentras bien? -me atiborra de preguntas.

-Yo..., sí, estoy bien -digo tartamudeando.

-¿Dónde te encuentras? -pregunta.

-En la casa de Jungkook -respondo-. Escucha Taemin, estoy bien no tienes que preocuparte.

Escucho su respiración alterada y eso me preocupa un poco.

-No te creo nada y lo sabes -es lo último que escucho ya que, cancela la llamada.

Le marco de nuevo, pero no él no atiende.

Me cambio rápidamente, me miro en el espejo y veo los golpes de mi rostro. La voz del tipo que me ha golpeado vuelve a mi mente y recuerdo la manera en la que esos golpes han llegado a mi rostro. Una lágrima está por caer de mis ojos, pero la limpio rápidamente.


Salgo de la habitación y me dirijo hasta la de Iseul, antes de entrar observo que la puerta de la habitación de enfrente está medio abierta. Jungkook está en la cama dormido.

Entro a la habitación de Iseul, tomo el oso el cual arrastro ya que no puedo alzarlo, llego a la cama me siento en la orilla y coloco el enorme oso frente a mí, para que este me oculte.

-¡Iseul, volvió de la escuela! -grita Mark.

Estoy nervioso, tengo tres días de no ver a mi hermana, escucho como la puerta se abre dejándome escuchar pasos acercarse a donde me encuentro con el oso de peluche. Toca el oso y luego lo abraza. No puedo soportar más y bajo la cabeza del oso, sus ojos se ensanchan al verme.

-Ji... ¡Jimin-ssi! -exclama, mientras sus ojos se inundan de lágrimas.

-Mi hermosa Iseul -verbalizo.

Ella salta por encima del oso y se lanza a mis brazos.

-¿En serio eres real? -pregunta Iseul, mientras toca mi rostro.

-Claro que sí -contesto, para luego comenzar a repartir besos en todo su rostro.

-Te extrañe tanto, Jiminie. Cuando no estuviste me porte muy bien. Jungkook, me cuido todas las noches y dormía a mi lado, y también instaló un parque en el jardín trasero para mí -me plática emocionada.

Es mucha información que procesar, Jungkook, en serio había cuidado de mi hermana, como no encuentro las palabras adecuadas para decirle, solo respondo a las primeras cuatro palabras que me ha dicho.

-Yo también te extrañe, Iseul.

Escucho que alguien corre, al alzar mi rostro veo a Taemin bajo el marco de la puerta.
Mark y Hoseok lo detienen de manera abrupta.

-Suéltenlo, lo conozco -intervengo.

Hoseok y Mark se miran.

-Jimin ¿Qué te sucedió? -me cuestiona Taemin.

Le hago señas a los chicos para que me dejen a solas con Taemin. Iseul, de igual manera sale de la habitación.

Antes de que Hoseok salga de la habitación se dirije a mí.


-No creo que a Jungkook le agrade esto.

Intento calmar a Taemin ya que, si pierde el control en esta casa, Jungkook o los demás chicos lo pueden golpear y hasta matarlo.

Opto por relatarle a Taemin otra historia, no le comento que me han secuestrado y que todo es culpa de Jungkook, rogando que las excusas que le relato sean creíbles para él.



Jungkook

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Jungkook


Estoy en la habitación, escucho el grito de Mark luego de eso escucho que alguien corre.
Iba a levantarme, pero realmente no me encuentro de ánimos para empezar una pelea con los chicos, con la mugrosa o con el mismísimo, Jimin.


Así que le resto importancia y trato de dormir, escucho el chillido de la puerta acompañado por pequeños pasos. Siento que la cama se hunde un poco hasta que alguien se lanza sobre mí.

Abro mis ojos sobresaltado por la repentina acción, siento como unos pequeños brazos me abrazan y unos pequeños labios reparten besos en todo mi rostro. En definitiva, es la mugrosa.

-¡Jungkookie! -grita cerca de mi oído. -Trajiste de nuevo a Jiminie -dice la pequeña

Tomo asiento en la cama con ella en mis brazos.

-Hubiera deseado que volviera sin esos horribles golpes, pero me conformo con que lo trajiste de nuevo -escucho a la pequeña atentamente, pero también escucho risas que obviamente no son de mis chicos.

-Guarda silencio -le pido a la pequeña, la cual obedece al instante.

Es Jimin con alguien más, estoy casi seguro.

-¿Quién se encuentra con Jimin? -indago.

-Taemin, vino a visitarlo -responde sin guardárselo.

-¿Y quién le dijo que puede entrar a mi casa?

Miro a la pequeña con furia en mis ojos.

-No te enfades con Jiminie, fue él quien vino por si solo -dice Iseul, mientras me levanto de la cama y la coloco en el suelo.

Salgo de la habitación con la mugrosa a mi lado, me quedo de pie bajo el marco de la puerta observando a Jimin junto con el maldito que está junto a él mientras sonríen.

-¿Puedes decirme cuando fue que te permití entrar a mi casa? -pregunto, provocando que el tipo se gire para poder mirarme, mientras Jimin alza su mirada para verme.

-Estoy visitando a Jimin -dice despreocupado.

-Mugrosa, cubre tus oídos -le pido a la pequeña.

Asiente rápidamente y lleva ambas manos a sus oídos.

-Me importa una mierda lo que estés haciendo, si yo no autorizo que entres, no entraras. Y como no pienso darte mi autorización, no sé qué es lo que esperas para largarte -digo molesto.

-Debes irte, Taemin -se dirige Jimin al tipo.

El chico se pone de pie, está por darle un beso a Jimin, pero lo tomo de su hombro impidiendo que lo haga.

-Sera la última vez que lo pediré amablemente. Lárgate -le ordeno.

Señalo la puerta, mientras Iseul gira su rostro para saber qué es lo que señalo.

-¡Hoseokie! -grita la mugrosa.

-Sácalo de mi casa y no lo dejes entrar nunca. ¿Entendiste? -le indico a Hoseok.

Asiente y se lleva al amigo de Jimin.


Observo a Jimin, mientras él me ve, ninguno de los dos baja la mirada.

-¿Por qué se supone que estás molesto, Jungkook? -me cuestiona.

Bufo y no digo nada.

-Creo que debía ser al revés ¿no lo crees? -prosigue Jimin. -Soy yo el que debería estar molesto contigo, mira como estoy -añade, señalándose así mismo-. Mierda, Jungkook, esto es tu maldita culpa. Debería estar molesto contigo, pero por un demonio que no lo estoy.

-Jiminie, tengo sueño -interrumpe Iseul, encaminándose hacia su hermano.

-Ven acá, dormiré contigo -dice Jimin, mientras la acuna en sus brazos y ambos se acomodan en la cama.

Me alejo de la cama y antes de salir escucho lo que la mugrosa le comenta a Jimin.

-Jungkookie no es malo, Jiminie. Solo está teniendo un mal día.

Salgo de la habitación y regreso a la que estaba antes.

Me lanzo a la cama nuevamente, cierro mis ojos, pero no puedo dormir. Paso casi diez minutos dando vuelta en esa puta cama sin poder conciliar el sueño.

Me siento en la cama, luego me pongo de pie, me acerco a la habitación de Iseul y veo como Jimin está dormido mientras abraza a la mugrosa.

Entro lentamente y observo a Jimin detenidamente, un mechón de cabello cubre su frente. Lentamente lo retiro, me agacho un poco para poder retirar mis zapatos, me siento en la cama siendo cuidadoso, hay un pequeño espacio que Jimin ha dejado libre, comienzo a acomodarme despacio para no despertarlos.

Cuando estoy completamente acostado, me giro encontrándome con la espalda de Jimin. Alzo mi brazo y lo coloco en su cintura, lo atraigo a mi suavemente para no despertarlo siendo cuidadoso para que no suelte a la mugrosa.

Cuando tengo su espalda cerca de mi pecho, recuesto mi barbilla sobre uno de sus hombros. Él hace un medio movimiento acompañado de un pequeño sonido que suelta de su boca, cierro mis ojos.
Unos segundos más y eso basta para quedarme completamente dormido, mientras tengo a Jimin entre mis brazos.


Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora