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Jungkook



Tercer día sin Jimin y sin los mellizos, tercer día sin una maldita sonrisa en mi maldito rostro, ya que el motivo de mi felicidad no está a mi lado.

Me pongo de pie y camino hasta la ducha, enciendo la regadera luego de retirar mi ropa, dejando que el agua fría recorra todo mi tórax y baje hasta mis muslos y luego a mis pies.

Introduzco mi rostro y cuando el agua moja mi cabello, llevo mis manos hasta él y lo hago hacia atrás.

Tomo un poco de shampoo y dejo un poco en mis manos, para luego esparcirlo en mi cabello haciendo un pequeño masaje en mi cabeza.

Es imposible no sentirme vacío cuando no puedo escuchar la voz de mi ángel y la de mis hijos, estoy pagando demasiado caro mi maldito error y juro que me arrepiento de haber hecho lo que hice, si hubiese sabido que este sería el costo de mi error, me hubiera detenido un poco a pensar mejor las cosas.
Pero está más que claro que él hubiera no existe y que lo hecho, hecho esta y no se puede borrar.

-Jungkook, debes bajar. Lisa, ha regresado -escucho la voz de Nam, fuerte y claro.

Giro el pomo de la ducha para detener el agua, tomo una toalla y la coloco en mi cintura, abro la puerta del baño y camino hacia el ropero, cojo la ropa que me colocare y me cambio rápidamente.

Antes de salir de la habitación tomo mi arma y bajo las escaleras de manera rápida, ya que ella tenía la orden de no aparecer de nuevo frente a mí.

Cuando estoy abajo ignoro a todos mis chicos, y camino hasta donde ella se encuentra dándome la espalda, la tomo del cuello y la giro para que quede frente a mí.

-Creí haberte ordenado que no te acercaras a mí. ¿Qué parte no entendiste? -coloco mi arma en su cuello.

-Cálmate, Jungkook -alza sus manos para darme a entender que no trae armas.

-Voy a matarte -susurro molesto en la comisura de su oreja.

-Solo escúchame -murmura con voz temblorosa, ya que sabe que soy capaz de quitarle la vida sin problema.

-Habla -ordeno, haciendo presión con el arma en su cuello.

-Yuan -dice, sollozando.

-¿Yuan, qué? -la acerco más a mí, haciendo que se comience a preocupar sobre la decisión que tomaré.

-Tus lingotes -jadea, al sentir la presión que el arma ejerce en su cuello.

-Revisa las cámaras -le ordeno a D.O.

-Si me informan que los lingotes están en la bodega, te quitaré la vida aquí y ahora -la adivierto.

-Hasta el momento todo está en orden -informa D.O. -Espera, veo un candado suelto -alza su voz, alertando a Nam.

-Sehun, necesito que entres a la bodega de los lingotes -ordena Namjoon, por medio del intercomunicador.

-Entendido -responde.

Esperamos unos cuantos minutos por alguna noticia por parte de Sehun, y de las condiciones en las que se encuentra la bodega.

-Los lingotes no están -escuchamos claramente por el intercomunicador.

-Los únicos que sabíamos de esa bodega éramos nosotros -dice Sehun, molesto.

-Dile a Bobby que se preparé. Mark, necesito un plan para traer los lingotes de nuevo -les doy órdenes a mis chicos sin soltar a Lisa, y sin dejar de apuntarle con mi arma.

-Ella lo sabía.

Nam, camina hacia mí.

-Ella sabe todo de nosotros, Jungkook. No hay posibilidad de que Yuan, se percatará de la bodega a menos que alguien se lo informará -espeta Namjoon, señalando a Lisa.

-¿Qué hay de Baek? -cuestiona Jin.

-Imposible, él nunca supo donde se encontraban las bodegas -responde JB.

-Seguro y fuiste tú.

Lisa, alza su mano y señala a Jin.

-Estás tratando de culparme a mí. Discúlpame, pero la única persona dolida en esta puta casa eres tú, no trates de meterme en tu mierda. Espero que Jungkook te mate -se defiende Jin.

Nam, lo toma de su hombro y lo calma.

-Ve a descansar Jin -le pide Namjoon.

-Así que fuiste tú -susurro en su cuello.

-JB -llamo su atención y luego le lanzo a Lisa. -Bien, hermosa, primero empezarás por decirme donde mierda están mis lingotes -le digo.

Lisa, comienza a removerse para poder soltarse del fuerte agarre de JB.

-Nam, si se suelta dispárale en sus brazos o piernas -le doy la orden.

Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora