1.26

1K 116 3
                                    

Jimin


Estoy durmiendo plácidamente hasta que una pequeña luz alumbra mis ojos, los abro con un poco de dificultad, y segundos después me doy cuenta que Iseul no está a mi lado. Me muevo un poco, pero no lo suficiente ya que siento un brazo que no me permite siquiera sentarme.

Bajo mi vista hasta el agarre y estoy seguro que solo puede ser una persona, Jungkook.

No sé qué horas son, lo único que sé es que Iseul no está a mi lado y que estoy siendo abrazado por Jungkook, mientras él aún duerme. Giro un poco mi rostro para mirarlo y así poder llamar su atención para que me suelte.

-Jungkook, Jungkook -pronuncio.

Toco su brazo, pero es inútil, parece estar en un profundo sueño del cual no desea despertar.

-¡JUNGKOOK! -grito, logrando tener su atención.

-¿Qué quieres? -dice con voz ronca y adormilada.

-Suéltame -le pido.

-No -contesta.

Este tipo está loco, me acerca más a él y me abraza con más fuerza.

-Jungkook, Iseul no está aquí, no sé qué horas son, puedes soltarme por favor -insisto.

-Primero que nada, la mugrosa seguro y está en la escuela -habla. -Segundo son las... -levanta su mano para poder ver la hora en su reloj-. Son más de la una de la tarde, y no Jimin. No pienso soltarte.

Bufo en desacuerdo a su respuesta.

-Son más de la una, maldición -digo.

Mi estómago comienza a realizar extraños ruidos ya que, necesito comer. Lo curioso es que desde que regrese a la casa no he querido probar ni un solo bocado de comida.

-Al parecer alguien tiene hambre -comenta Jungkook, logrando que me ruborice.

Deja de abrazarme y se levanta, al ver que él se pone de pie yo tomo asiento a la orilla de la cama de Iseul. Escucho y veo como Jungkook, sale de la habitación de mi hermana.

Me pongo de pie, salgo de la habitación y me dirijo a la habitación que comparto con Jungkook.

Tomo una ducha rápida y me cambio, estoy por terminar de colocarme la camisa cuando siento unas manos rodear mi cintura la cual aún está descubierta.
Doy un pequeño salto debido a la sorpresa, giro un poco mi rostro y observo a Jungkook, quien mira a la nada a través de la ventana.

Lentamente me gira para poder quedar frente a frente, conecta sus hermosos ojos con los míos, llevo mis manos hasta sus antebrazos, empieza a retroceder lentamente sin soltar mi cintura y yo sin soltar sus antebrazos.
Puedo detener esto, pero no quiero detenerlo, se frena cuando sus piernas chocan con la orilla de la cama que ambos compartimos.


Toma asiento sobre el colchón sin dejar de mirarme, mi corazón late sin control alguno, no sé que es lo que Jungkook me hace sentir, pero cada vez que me mira de la manera en que lo está haciendo logra hacerme perder el control de mí mismo.

-Jungkook...

-Ssshhh -me interrumpe. -Quiero besarte -murmura repentinamente, haciendo que mis mejillas se ruboricen.

Retira sus manos de mi cintura, baja su mirada hasta mi abdomen notando los hematomas aún presentes en este. Bajo mi camisa rápidamente y me dispongo a hablar.

-Jungkook, sea lo que sea que pretendas hacer. Detente.

Toma mi cintura nuevamente con ambas manos, separa sus piernas y lentamente me acerca al espacio que han dejado estas.

-¿Puedo besarte? -preguna.

Quiero que lo haga, extraño tanto ser besado por esos lindos y delgados labios. Se acerca lentamente a mi rostro, haciendo que un suspiro se escape de mi boca.

-¿Eso es un sí? -inquiere coquetamente.

-Solo hazlo -contesto nervioso.

Lleva su boca a la mía y con su
lengua delinea a la perfección mis labios haciendo que mis piernas comiencen a flaquear horriblemente. Posa sus labios sobre los míos y deja un pequeño beso en estos, me acerca más a él enrollando sus brazos alrededor de mi cintura, coloca sus labios nuevamente sobre los míos, pero está vez comienza a moverlos.

No tardo tanto en responder su beso, dejándome llevar por todas y cada una de las sensaciones que Jungkook me hace sentir cuando soy besado por él. Se aleja un poco de mí y coloca su cabeza sobre mi pecho dejando salir un fuerte suspiro, alza su mirada y me observa cómo sino quisiera perderse ni un solo detalle de mi rostro.

-Lo siento, Jimin -se disculpa-. Lo que te sucedió es todo por mi...

Lo interrumpo rápidamente, no quiero escuchar que se culpe así mismo por lo que ha ocurrido.

Llevo mis labios hasta los suyos y lo callo con un beso de la misma manera que él lo hace conmigo. El beso aumenta poco a poco haciendo que lleve mis manos hasta su cuello y con una de ellas acaricio su cabello de manera tierna pero relajante, escucho que la puerta se abre lentamente, ya que está cada vez que se abre hace un sonido.

-Lamento la interrupción, lo siento mucho.

Intento alejarme de Jungkook, pero él no me lo permite. Rose, ni siquiera nos observa.

-Deja la bandeja a la orilla de la cama y vete -le ordena Jungkook. -Ahora tú, siéntate justo aquí -me pide, sentándome a su lado.

Toma la bandeja y la pone entre sus piernas, toma un pequeño trozo de pan tostado cubierto de mantequilla y lo introduce a su boca, luego coge otro y lo lleva hasta la mía.

Niego.

-Debes comer, Jimin.

-Lo hago -digo tímidamente.

-No me mientas, crees que no sé qué desde que volviste no has comido absolutamente nada. Ahora abre tu hermosa boca -refuta.

Abro mi boca y él introduce el trozo de pan tostado. Luego se acerca a mis labios y los besa tomándome totalmente desprevenido y de esa manera nos alimentamos, un bocado un beso, hasta que la comida que estaba en la bandeja desaparece.

Deja la bandeja en la cómoda que está cerca de la cama y se acuesta.

-Sabes que es malo acostarse después de comer ¿verdad? -comento.

Asiente, toma mi mano derecha para darme a entender que quiere que me acueste junto a él.

-Jungkook, ¿puedo hacerte una pregunta?

Hace un sonido con su boca para darme a entender que si puedo.

-¿Qué pasó con el tipo que me lastimó?

Jungkook tiene sus ojos cerrados, pero al escuchar mi pregunta los abre rápidamente.

-Jimin -espeta, lleno de frustración.

-Es solo que...

-No te pasará esto nuevamente, Jimin. Lo prometo, no dejaré que nadie vuelva a tocarte para lastimarte. ¿Entendiste? -me interrumpe.

Asiento.

-Mataste al tipo ¿verdad? -insisto.

-Sí, Jimin. Lo maté ¿Es eso lo que querías escuchar? -replica, molesto. -Si lo maté -repite.

Llevo mi mano hasta su pecho sintiendo como este sube y baja una y otra vez.

-Gracias por cuidar de mi hermana estos días, gracias por dormir con ella cuando tal vez tú no dormías. Gracias por planear mi rescate -agradezco, mientras él me observa atentamente y escucha cada una de las palabras que sale de mi boca.

-Eres hermoso, Jimin -dice Jungkook, acariciando mi rostro.

-¿Aun con moretones en mi rostro? -inquiero, sarcásticamente.

-Aun con ellos sigues siendo hermoso -me asegura y luego deposita un beso en mis labios.

-¿Así que Iseul y tú ahora son amigos? -pregunto en tono gracioso.

-Tengo que admitir que la mocosa es muy fuerte como tú, también admito que cada vez que veía sus ojos antes de que ella se quedara dormida pensaba en ti.

-Al parecer ahora ya no piensas más en mí -bromeo.

-Yo no dije eso -responde en tono serio.

Su celular suena, lo saca del bolsillo de su pantalón y contesta, me siento en la cama y solo lo observo.

-Está bien, salgo inmediatamente para allá -dice y luego cuelga.

Se coloca sus zapatos y se pone de pie, rodea la cama hasta llegar al otro extremo donde me encuentro sentado, se para frente a mí, eleva mi rostro tomando mi barbilla y me besa.

-Quiero que estés listo esta noche, cenaremos juntos. No te preocupes por Iseul, Rose la cuidara -me indica.

Vuelve a besar mis labios.

-No pienso aceptar un no como respuesta y lo sabes -dice sin dejar de mirarme-. Regresaré por ti en la noche.

Me da un último beso y sale de la habitación dejándome con los nervios de punta y mi corazón latiendo desenfrenadamente.

Sea lo que sea que está sucediendo entre Jungkook y yo, me gusta y no pienso pararlo aun sabiendo que él es un maldito narcotraficante.


Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora