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Mientras Yoongi y Jungkook, se alistan; Sus hombres hacen lo mismo. Por su parte, D.O, trata de poder tener la localización del celular de Jimin, pero se le resulta demasiado difícil obtenerla.

—La conexión es inestable —dice agitado y desesperado, D.O.

—¡Necesito la puta ubicación! —grita Jeon, exasperado.

El sonido del radio que Kenji sostiene en una de sus manos se hace presente, esta vez escuchándose un poco claro.

—Jeon, ¿me escuchas? —habla JB a través del radio.

Jungkook, a paso rápido se acerca sin titubear hasta donde Kenji se encuentra, le arrebata el radio de su mano y establece comunicación con el antes nombrado.

—Te escucho ¿dime dónde te encuentras? —le ordena Jeon, tratando de sonar lo más tranquilo posible.

—Estábamos en el centro de la calle myeong-dong, cuando alguien trató de llevarse a Jimin, pero el chico loco que nos acompañaba lo impidió —explica JB con un poco de dificultad.

—¿Aun están allí? —pregunta Jungkook.

—Sí —responde sin vacilación.

—¿Jimin y Taehyung, están contigo? —indaga Jeon, tomando una sub ametralladora con la mano que no sostiene el radio.

—Taehyung, está junto a mí —contesta JB, mientras Jeon, espera respuesta sobre Jimin.

—¡Tengo la ubicación de Jimin! —grita D.O, alertando por completo a su jefe. —Esta a una cuadra de distancia de donde se encuentra, JB —anuncia mientras les muestra el mapa de la señal del GPS del celular de Jimin.

—Es hora de irnos —verbaliza Kenji, luego de visualizar a la perfección el mapa y hacer que D.O, lo instale en su aparato electrónico.

—¡¿Cómo dejaste que se alejara de ti?! —le grita Jeon al radio para que JB, lo escuche, mientras sale de la casa hecho una furia por el descuido de uno de sus mejores hombres.

—Lo siento, Jeon, pero debía distraerlos junto a Taehyung. Así que le pedí que corriera y se pusiera a salvo, no tuve otra opción —la voz de JB, se suaviza ante su jefe, sabe que quizás ha cometido un error, pero no se arriesgaría a tener a Jimin junto a él, cuando le lanzaban un sinfín de balas.

—Impide que lleguen al edificio de reliquias antiguas —demanda Jungkook, antes de subir a la camioneta.

En la tienda de reliquias se encuentra, Jimin, escondido junto al pequeño Sang, el cual, es cargado por el chico en una cangurera para bebés.
El pequeño sostiene entre sus pequeñas manitas un pequeño muñeco antepasado que el dueño de la tienda le ha dado para que deje de llorar.

—Tú, cuida la tienda —le ordena el anciano a su ayudante, mientras él se acerca a Jimin. —Ven conmigo —le pide.

Abre una puerta la cual le muestra unas escaleras que llevan a una segunda planta.

—Muchas gracias —dice Jimin, mientras con mucho cuidado sube cada escalón hasta llegar al pequeño cuarto.

—Estarás bien aquí, chico —habla el anciano.

Se acerca a una pequeña repisa le retira una cubierta y saca un arma nueve milímetros, regresa hacia Jimin y la deja en una de sus manos.

—Cerrare la puerta con llave, si escuchas que alguien trata de derribarla esconde a tu hijo y dispara —le ordena el anciano, para luego regresar por el mismo lugar en el que han entrado.

Jimin observa el pequeño cuarto en busca de un buen lugar para poder dejar al pequeño Sang, en caso de que suceda lo que el anciano ha dicho.
Coloca al pequeño en un sillón y luego abre una pequeña gaveta con suficiente espacio para meter a su hijo por unos minutos.

Toma unos trapos que se encuentran en el cuarto y los acomoda en la dura y fría madera, creando un cómodo colchón para colocar a Sang. Cuando deja todo listo regresa hasta su hijo, toma su celular observando las llamadas de Jeon, marca el número de su narco, el cual, no tarda en responder.

Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora