2.13

618 70 1
                                    

Jungkook


He dormido lo que no había podido dormir en casi cuatro meses, aún siento su aroma impregnado en mi cuerpo.

Amo poder tenerlo entre mis brazos y sentir cada movimiento que nuestro hijo hace dentro de él.


Amo poder escuchar sus respiraciones, amo poder escuchar cada suspiro que sale de él mientras duerme. Todas y cada una de esas cosas me hacen feliz, pero más que felicidad traen paz y amor a mi vida. Los amo demasiado.

Palpo con mis manos la cama intentando encontrar el cuerpo de mi hermoso ángel, pero no lo consigo, abro mis ojos asustado dándome cuenta que la cama está vacía. Me pongo de pie, me coloco el pantalón, tomo mi arma y salgo de la habitación rápidamente. El corazón me late a mil por hora de la preocupación.

Llego hasta la sala y está sola, escucho un sonido proveniente de la cocina, camino hasta allí, alzo mi arma y la imagen con la que me encuentro es con mi hermoso ángel, cocinando y moviendo su cuerpo de un lado hacia otro.

-¿Qué haces con el arma? -me reta, mientras me mira fijamente.

Coloca dos platos sobre la mesa de la cocina.


Me acerco a la mesa, dejo mi arma en la esquina luego de haberle colocado el seguro, me encamino hasta él, cuando observa que estoy por llegar a él, gira su cuerpo y con el utensilio para girar el panqueque me señala y hace que me detenga.

-Contesta, Jungkook -me amenaza, mientras toma un poco de residuo de panqueque del utensilio de cocina, para luego llevarlo a su boca

-No estabas a mi lado -susurro.

-¿Y? -pregunta, moviendo su cabeza y sus ojos de forma extraña.

-Creí que te habías ido o alguien te había alejado de mí -agrego.

Me acerco a él cuando baja el utensilio de cocina con el que me amenaza.

-Jeon, por qué me alejaría de ti si eres lo único que necesite en estos malditos meses -dice molesto.

-Lo sé, cariño -digo.

Dejo un beso pequeño en su cuello.

-Perdón, pero ¿Podemos maldecir y decir groserías con el bebé dentro de ti? -pregunto.

Lo giro y hago que pose su cabeza sobre mi hombro, mientras continúo besando su cuello.

-Sí, pero no te excedas -responde.

-No dejes chupetones, Jungkook -me reprende, golpeando mi cabeza.

-Eres mío -expreso con mesura en la comisura de su oreja.

-Lo sé, cariño, pero debo volver con Hoseok. Y si ve esto...

Me alejo de él, no pienso seguir escuchando nada.

-Jungkook -me llama. -Entiendo que te molestes ¿Crees que quiero regresar allí? cuando sé que estás vivo. Nada de esto es mi culpa -suelta, furioso.

Toma los dos platos y deposita panqueques en estos, deja uno en un extremo de la mesa y el otro se lo lleva con él al otro extremo, para luego tomar asiento en una silla.

-Si quieres aliméntate. Y otra cosa, tu ex, ahora es pareja del tipo para el que trabaja Hoseok -dice, para luego llevar un bocado gigante a su boca. -Otra cosa... -lo escucho decir.

Camino hasta él con mi plato y lo callo con un beso, tal cual y como lo hacía cuando recién nos conocíamos.

-¿Qué crees que haces? -me reta, serio, cuando dejo de besarlo.

-Besando a mi hermoso ángel -contesto, depositando otro beso en sus labios.

-Jungkook, escúchame -me pide. -Detente, esto es importante. La loca me dijo que estabas vivo, no preguntes cómo es que ella sospecha, pero está casi segura que estás con vida -agrega.

Tomo un trozo de panqueque y lo llevo a mi boca.

-Prométeme que tendrás cuidado y no harás nada estúpido -me pide, tomando una de mis manos.

Lo único que hago es sonreírle.

-No te reías y contesta -demanda, presionando mi mano.

-Lo prometo, cariño. Prometo no hacer nada estúpido, no hasta ponerte a salvo -le aseguro, para luego besar sus labios.

-Sigues siendo un maldito lunático -bromea.

-Pero así me amas, y así de lunático te amo -comento.

Lo acerco a mí y continuamos besándonos.

-Puedes dejarme terminar de comer -me suplica, mientras coloca sus manos en mis pectorales.

Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora