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Es una mañana común y corriente en la casa de los Jeon, los mellizos aun duermen.

Una semana más ha transcurrido luego de que Jungkook y Jimin se enteraron que serán padres dluma vez más.
El mayor, al día siguiente llevó al menor al médico para poder llevar un control desde el inicio de su embarazo.

Un mes es lo que el pequeño ser humano que comienza a formarse dentro de Jimin, tiene. Aun intenta descifrar en que ocasión fue en la que crearon a su hijo o hija, de lo que si está seguro es de que su bebé ha sido hecho con demasiado amor.

Jimin se cuida muchísimo a comparación del embarazo de los mellizos, ya que el médico le ha recomendado no estresarse demasiado, ya que al sufrir la pérdida de un bebé anteriormente, el riesgo de perder de nuevo al bebé que se encuentra dentro de él, es más probable.

Jennie se ofreció como la niñera a tiempo completo de los mellizos, ya que son los que más atención y trabajo requieren.
Jin y Tae, se encargan de planear cada mínimo detalle de la boda, claro está que cuando el menor dice que no está de acuerdo deben comenzar de nuevo a planear un nuevo lugar o elegir nuevos centros de mesa.

Jeon, por su parte, trata de no agobiarlo con sus problemas sobre no poder dar con el maldito paradero del ruso y el taiwanés.
El mayor, intenta controlarse y no frustrarse, pero desea desaparecer a esos malditos y no preocuparse de más por la vida de su ángel y la de sus hijos.
Trata que Jimin nunca se dé cuenta, pero es como si el menor leyera su mente, que siempre sabe el motivo de su frustración y su desesperación por arrebatar la vida de sus enemigos.

Ambos se encuentran en su enorme cama matrimonial, el menor, juega con los cabellos que caen en la frente del mayor, luego recorre con su mano el cuello y el tórax de Jeon, haciendo que se mueva y deje salir pequeños sonidos roncos de su boca.

—Jimin —lo llama con voz ronca y adormilada.

—No voy a parar —dice el menor, tomando asiento sobre el regazo del mayor, que se encuentra cómodo en la cama, con sus ojos cerrados queriendo seguir dormido.

Jimin coloca sus labios sobre el abdomen de Jungkook, comienza a dejar pequeños besos húmedos en él, para luego iniciar un camino de besos desde su abdomen, pasando por sus pectorales, llegando a su cuello, donde se detiene al escuchar como Jeon suspira.
Llega a su barbilla y por último a los belfos del mayor, pasando su lengua de forma lenta en ellos, mientras una de sus manos estimulaba el miembro del pelinegro.

—¡Mierda, Jimin! —exclama el pelinegro, al sentir como la mano del menor estimula su miembro sobre la tela de la ropa interior.

—El bebé —susurra el rubio, para luego dejar que el mayor devore sus labios. —El bebé, escucha todo —le recuerda agitado, cuando el pelinegro deja de besarlo.

—No esperes que deje de decir groserías cuando estás tocándome de esa manera —dice en su defensa, Juangkook, mientras intenta acomodar su cabeza en la almohada.

—Cuando te toco cómo, ¿así?

El menor, estimula nuevamente el miembro del mayor, causando que Jeon, cierre sus ojos, pero no porque tenga sueño, sino por el placer que la mano de su ángel le brinda.

—Si no piensas terminar lo que estas empezando, detente —protesta el mayor.

—Voy a terminar lo que empecé. Te lo aseguro, lo haré, aunque no quieras.

El rubio alza un poco su camisa y le demuestra al pelinegro que se encuentra listo para poder ser penetrado.

—Por estas cosas, amo que estés embarazado —confiesa emocionado.

Alza su rostro y se acerca a los labios del mayor para besarlos salvajemente.

—Quieto allí —lo detiene el menor, alejándose de los labios del mayor, colocando sus manos en los pectorales del pelinegro, alzando un poco su culo retirándolo del regazo de Jeon.

Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora