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Mark



En el viaje hacía Corea, Jimin, se quedo dormido o eso quiso hacerme creer. Escucho sus sollozos, Chen, se mantiene cerca de nosotros desde que subimos al avión, él también escucha los sollozos de Jimin, muevo mi cabeza para darle a entender que debe dejarlo.

Lo atraigo hacia mí y lo abrazo, dándole a entender que estoy para él que nunca lo dejaré y estaré hasta el día en que Hoseok, decida quitarme la vida.

Jimin, ahora sí está dormido, ha dejado de llorar y en su lugar ronca mientras abraza con sus piernas la maleta donde se encuentra la ropa del bebé. Su estómago cada día crece más y eso me emociona.

Me dirijo al baño mientras discretamente observo a cada uno de los hombres que está en el jet privado, todos me observan atentamente. Antes de entrar al baño me cruzo con alguien que no esperaba ver de nuevo, no después de lo ocurrido junto a Jimin.

-Pequeño, Markie -dice dulcemente la chica.

-Lisa -respondo secamente.

-Te recomiendo trabajar con mi amante, tu jefe no va a revivir -comenta de manera burlesca.

-No pienso dejar a Jimin, si Hoseok traicionó a Jungkook, al igual que tú es su problema. Ahora si me permites debo ir al baño.

La dejo sola y entro al cuarto de baño.

Me miro en el espejo y veo la pequeña cinta que cubre mi herida, suspiro, limpio mi rostro retirando todo tipo de rastro de sangre, luego de eso salgo del baño y escucho la voz del piloto anunciando que estamos por aterrizar, me apresuro y llego hasta donde Jimin, se encuentra con el médico.

Me coloco el cinturón de seguridad mientras el médico hace lo mismo, no despierto a Jimin ya que, lo prefiero dormido para que no tenga temor por el bebé, cuando el jet aterriza muevo a Jimin lentamente para despertarlo.

-Jimin, llegamos -digo.

Poco a poco abre sus ojos, y me encargo de retirarle el cinturón.

Tomo la pequeña maleta con la ropa del bebé ya que, la otra la bajarían los trabajadores, tomo la mano izquierda de Jimin, y le ayudo a bajar con cuidado las escaleras.

Cuando bajamos del jet, una camioneta negra totalmente polarizada y a simple vista blindada se detiene frente a nosotros.

-Suban, rápido -nos ordena Hoseok.

Dejo que el médico entre primero, luego dejo que entre Jimin, y por último entro yo. Observo la muñeca de Jimin, en la cual tiene el brazalete y cuando entramos al auto esta hace un pequeño reflejo que llama mi atención.

-¿Sucede algo? -pregunta Jimin, mientras me observa con sus ojos somnolientos.

-No -respondo seriamente.

Jimin, toma mi mano y luego observa la silueta de Hoseok.

-¿A dónde nos dirigimos? -inquiere Jimin.

-Goyang -contesta Hoseok, el cual mira a Jimin por medio del retrovisor.

Goyang no se encuentra tan lejos de Seúl, si Namjoon, obtiene nuestra ubicación podrá planear nuestro rescate, pero seguro que con la muerte de Jisoo, tendremos más vigilancia y menos oportunidad de poder comunicarnos con Nam o con Agust, para poder decirles que estamos en Corea y no en Grecia.




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Enamorado De Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora