Maranello 1.1

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Carlos se inclina sobre mí y me da un tierno beso en el cuello, sus manos acarician mis brazos y me besa en la mejilla. Mientras el yate recorre la costa de Amalfi, en Italia. Antes de viajar a Hungría, Carlos ha decidido hacer un poco de vacaciones.

- ¿Te gusta? - pregunta mirando el atardecer - Es precioso como tú.

Carlos sonríe y me acaricia el cabello.

- Debes estar preguntándote algo.

- ¿Ah sí? - dejo de leer mi libro.

Asiente, saca unos audífonos de su bolso. Como los que usamos en el garaje y los conecta a mi teléfono.

- Te voy a llamar.

Con una sonrisa en su cara me coloca sus audífonos y se aleja para hablar conmigo por teléfono.

- Lucía, box, box, box - dice sonriendo - ¿Me escuchas?

- Lo escucho - sonrío - ¿Quieres que vaya a tu garaje?

- Lucía - susurra - Haces mi vida más encantadora desde que te conocí.

Carlos se acerca a mí y me quita los audífonos, me acaricia la mejilla. Me toma de la mano y abre una caja de un reloj, Richard Mille.

- Lu - me mira - ¿Quieres ser mi novia?

Me llevo las manos a la boca y lo miro casi con las lágrimas al borde.

- Lu, contéstame, me muero por saberlo.

- Sí, sí - chillo - Sí quiero, Carlos.

Carlos sonríe y me besa, sus labios son tan suaves que apenas tocan los míos, me derrito totalmente.

- Es una edición especial de regalo - dice - Era para mi madre, pero mi madre me dijo que se lo regalara a una mujer indicada.

El reloj es precioso, es rosado con diamantes con estrellas. Carlos toma mi mano y coloca el reloj.

- Es un símbolo de nuestro amor.

- Es precioso, pero es muy costoso.

Aquí tienes el texto corregido en cuanto a ortografía y dicción:

- Te daré el mundo, Lu - dice - Acostúmbrate.

- Siempre que te tenga a ti - sonrío - Es suficiente.

Acerco mi cara a la suya, sus labios se mueven al compás de los míos y yo me agito sintiendo mariposas en mi estómago. No puedo creer que esté aquí con Carlos Sainz pidiéndome ser su novia.

- ¿Cenamos? - pregunta mirándome con amor.

Llevamos cuatro días en Italia y ya está repleto de fotos de Carlos y yo en el yate, parece que a la gente le encanta el morbo entre sus relaciones públicas y el piloto.

Carlos y yo comemos en el yate cuando uno de los chefs contratados por Carlos nos prepara una increíble cena al estilo italiano. Carlos me mira y sonríe al verme sonrojada.

- ¿Qué dicen las noticias?

- Carlos y su manager juntos, una historia que nadie entiende.

- ¿Eso dicen? - sonríe.

Asiento, hace una mueca de molestia, se acomoda en la silla y mira su teléfono. Frunce el ceño.

- Tengo llamadas de mi padre.

Observo mi teléfono y veo que Atenea me ha marcado varias veces. Abro uno de sus mensajes.

"Amiga, sé que andas en la costa de Amalfi con tu príncipe azul, pero debes ver el rumor sobre Judith y Charles."

Quiero que me mires- Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora