Quiero que me mires- Carlos Sainz

Budapest 1.3

Cuando abrí mis ojos, lo primero que vi a mi lado fue a Charles. Sin embargo, al otro lado de mí estaba Carlos con las manos en la cabeza.

—Eres un idiota —dice Charles—. Me alegra saber que no serás más mi compañero.

—Gracias por estar ahí.

—No lo hago por ti —dice Charles—. Es por ella.

—Perdón por lo de Judith.

—Que Jud haga lo que quiera —dice, cansado—. Al final, es ella quien está confundida, pero me he enterado de algo. Judith solo trajo a Lucía para ponerla en tu camino, y mira cómo está Lulú.

—¿Por qué le dices Lulú?

Charles no dice nada.

—No merece eso, Carlos.

—Lo mismo te dije de Judith.

—Pero yo cuidé a Judith —dice—. La amo y siempre la voy a amar, pero no es justo esto, no para ella.

—¿Te gusta? —pregunta Carlos—. Lucía.

—Mírala —dice Charles—. Incluso así, es hermosa, es brillante, inteligente y fuerte. A cualquiera le gustaría.

Carlos no responde.

—Avísame cuando despierte.

Escucho cómo Charles se va. Abro mis ojos lentamente. Carlos lo nota y se acerca a la camilla.

—¿Lucía?

—Hola... —susurro—. ¿Estoy en el hospital?

—Sí —dice—. ¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor —observo su rostro preocupado.

—¿Charles?

Se me queda mirando atentamente, cierra los ojos y se inclina sobre mí.

—¿Quieres que lo llame?

Asiento. Se aleja maldiciendo. Unos minutos después, Charles entra y, al verme sonreír, él también sonríe.

—Gracias —digo—. Gracias por ayudarme.

—Estaré para lo que necesites.

Sonríe y me pellizca las mejillas. Entonces, me doy cuenta de que he ganado un amigo.

—¿Te sientes mejor?

—Un poco —cierro los ojos—. Me duele un poco la cabeza.

—Mañana no estarás en el paddock —dice—. Necesitas descansar.

—Estoy bien.

—Son órdenes de tu jefa.

Ruedo los ojos.

—Oliver te ha dejado flores. Supongo que te visitará más tarde.

Asiento. Charles me mira y toma mi mano.

—¿Qué fue lo que te dijo Judith?

—Solo fue una conversación normal, no supe manejarla.

Me acaricia el cabello y sonríe a medias. Carlos entra de sorpresa y Charles se separa.

—Vendrá un médico y verá si te da de alta. Vamos, Charles.

La doctora entra junto a un estudiante de Medicina.

—Lucía - ella sonríe - Soy Ana, doctora de medicina general, voy a pedir unos exámenes solo para...

—Estoy mejor —la interrumpo —. Solo un ataque de ansiedad, me pasa en ocasiones